Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







lunes, 2 de noviembre de 2015

ACUEDUCTO INDEPENDENCIA: LLOVER SOBRE MOJADO

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Llueve sobre mojado en el sur de Sonora. Se politizó durante todo el sexenio anterior el tema del Acueducto Independencia, de lo cual no queda duda. Lo grave, sin embargo, es que a escaso mes y medio de la actual administración no hay aún señal acerca de que la espera se compensará con resoluciones justas, bonancibles para todos. Es decir, hay incertidumbre en cuanto a si el asunto va con pasos firmes con destino al bien común según se dice. Así, la sed de justicia aumenta día a día.
Sin querer justificar, en modo alguno, la postura del actual gobierno inculpándolo por el vacío con el que se encubrió la ilegalidad y la corrupción, habrá que admitir que el trauma que escindió al norte del sur con todo y el costo socioeconómico sigue erosionando la entraña de la Entidad y amenaza, de nuevo, con imponer las garras de lo que fue y es onerosa carga política.
Entre tanto el Poder Judicial da la impresión de continuar adormecido entre tanta maraña de asuntos pospuestos. Carece de prestancia, así parece, ante la ineficacia de sus resoluciones. Conagua y Sagarpa se entretienen, con lujo de irresponsabilidad, practicando entre sí el juego criminal de pasarse de una a otra dependencia el acato de una sentencia que se suma a otras, convirtiendo el cumplimiento de sus deberes en lúdica dilación tras dilación,
Por todo lo visto, temas como el de la igualdad absoluta de género, el consumo lícito de la “cannabis índica”, por ejemplo, tienen prioridad en las salas del máximo tribunal de justicia, mientras que la controversia en torno a la ilicitud o no del Acueducto Independencia se mantiene en el olvido. Por lo menos, es como parece a los directamente involucrados.
“No al Novillo” y Movimiento Ciudadano por el Agua unen su denuncia con base en la cual hacen constar la inconformidad de los productores del Valle del Yaqui, refrendando públicamente su indignación frente a lo que consideran la peor de las manipulaciones de la justicia institucional en Sonora.
Monsanto, la trasnacional encapuchada de filantropía sacada quién sabe de dónde, anuncia que en el término de cinco años duplicará sus ventas en el país. Los que saben de esto, dan crédito a la amenaza de la voraz empresa que, como Grupo México, están dispuestos a saquear y desolar la entraña y la faz del territorio nacional, sin que nadie se los impida.
Y no sólo estos monstruos de mil cabezas rondan aquí, allá y acullá. La indolencia, la apatía, el contubernio y la complicidad hacen su parte en esta debacle que se añade al hambre causada por el desempleo. La sed de justicia crece día a día, sin que haya órganos, tribunales y titulares de los supremos poderes que configuran el Pacto Federal y sus entidades federativas.
Llueve en las montañas, las cañadas y los valles  de Sonora, propiciando el tiempo requerido y dando una oportunidad de oro a fin de plantear y resolver el abasto del vital hídrico a la agricultura, las industrias y los hogares en todos los rumbos de la Entidad. Los  tecnólogos, planificadores, y por supuesto la nueva generación política en el gobierno, tienen en sus manos la ingente oportunidad a fin de poner en la mesa del debate sus conocimientos, capacidades, recursos a su disposición y sobre todo la voluntad política, a fin de dar rumbo y sentido práctico a los problemas pendientes, exigiendo y coadyuvando en su dilucidación expedita y ponderada.   
Un falso problema, advierte Adalberto Rosas (Movimiento Ciudadano por el Agua) es el que se ha venido planteando como única opción en torno al uso y usufructo del hídrico en Sonora. Equívoca alternativa, dice, es la que hace radicar la resolución en el trasvase de agua por medio del Acueducto, mientras que se echa en saco roto la construcción de plantas desaladoras, con ese efecto.

Y como ese despropósito precedido por la ambición aunada a la corrupción en el manejo de los recursos públicos, hay muchos otros que gravan sobre la salud, el empleo, la educación y el abandono de la población en zonas marginadas; asimismo sobre el el letal exterminio de los pueblos indígenas, de los ejidatarios y jornaleros nómadas, migrantes nacionales en territorio patrio.