Llueve
sobre mojado en el sur de Sonora. Se politizó durante todo el sexenio anterior
el tema del Acueducto Independencia, de lo cual no queda duda. Lo grave, sin
embargo, es que a escaso mes y medio de la actual administración no hay aún señal
acerca de que la espera se compensará con resoluciones justas, bonancibles para
todos. Es decir, hay incertidumbre en cuanto a si el asunto va con pasos firmes
con destino al bien común según se dice. Así, la sed de justicia aumenta día a
día.
Sin
querer justificar, en modo alguno, la postura del actual gobierno inculpándolo por
el vacío con el que se encubrió la ilegalidad y la corrupción, habrá que
admitir que el trauma que escindió al norte del sur con todo y el costo
socioeconómico sigue erosionando la entraña de la Entidad y amenaza, de nuevo, con
imponer las garras de lo que fue y es onerosa carga política.
Entre
tanto el Poder Judicial da la impresión de continuar adormecido entre tanta
maraña de asuntos pospuestos. Carece de prestancia, así parece, ante la ineficacia
de sus resoluciones. Conagua y Sagarpa se entretienen, con lujo de
irresponsabilidad, practicando entre sí el juego criminal de pasarse de una a
otra dependencia el acato de una sentencia que se suma a otras, convirtiendo el
cumplimiento de sus deberes en lúdica dilación tras dilación,
Por
todo lo visto, temas como el de la igualdad absoluta de género, el consumo
lícito de la “cannabis índica”, por ejemplo, tienen prioridad en las salas del
máximo tribunal de justicia, mientras que la controversia en torno a la
ilicitud o no del Acueducto Independencia se mantiene en el olvido. Por lo
menos, es como parece a los directamente involucrados.
“No
al Novillo” y Movimiento Ciudadano por el Agua unen su denuncia con base en la
cual hacen constar la inconformidad de los productores del Valle del Yaqui,
refrendando públicamente su indignación frente a lo que consideran la peor de
las manipulaciones de la justicia institucional en Sonora.
Monsanto,
la trasnacional encapuchada de filantropía sacada quién sabe de dónde, anuncia
que en el término de cinco años duplicará sus ventas en el país. Los que saben
de esto, dan crédito a la amenaza de la voraz empresa que, como Grupo México,
están dispuestos a saquear y desolar la entraña y la faz del territorio
nacional, sin que nadie se los impida.
Y
no sólo estos monstruos de mil cabezas rondan aquí, allá y acullá. La indolencia,
la apatía, el contubernio y la complicidad hacen su parte en esta debacle que
se añade al hambre causada por el desempleo. La sed de justicia crece día a
día, sin que haya órganos, tribunales y titulares de los supremos poderes que
configuran el Pacto Federal y sus entidades federativas.
Llueve
en las montañas, las cañadas y los valles
de Sonora, propiciando el tiempo requerido y dando una oportunidad de
oro a fin de plantear y resolver el abasto del vital hídrico a la agricultura,
las industrias y los hogares en todos los rumbos de la Entidad. Los tecnólogos, planificadores, y por supuesto la
nueva generación política en el gobierno, tienen en sus manos la ingente
oportunidad a fin de poner en la mesa del debate sus conocimientos,
capacidades, recursos a su disposición y sobre todo la voluntad política, a fin
de dar rumbo y sentido práctico a los problemas pendientes, exigiendo y
coadyuvando en su dilucidación expedita y ponderada.
Un
falso problema, advierte Adalberto Rosas (Movimiento Ciudadano por el Agua) es
el que se ha venido planteando como única opción en torno al uso y usufructo
del hídrico en Sonora. Equívoca alternativa, dice, es la que hace radicar la
resolución en el trasvase de agua por medio del Acueducto, mientras que se echa
en saco roto la construcción de plantas desaladoras, con ese efecto.
Y
como ese despropósito precedido por la ambición aunada a la corrupción en el
manejo de los recursos públicos, hay muchos otros que gravan sobre la salud, el
empleo, la educación y el abandono de la población en zonas marginadas;
asimismo sobre el el letal exterminio de los pueblos indígenas, de los
ejidatarios y jornaleros nómadas, migrantes nacionales en territorio patrio.