Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







miércoles, 29 de agosto de 2012

EN MEDICINAS Y ALIMENTOS: ¡NO AL IVA!




En la Plenaria efectuada en Chihuahua capital, los senadores priistas acordaron impulsar la aprobación de reformas  estructurales, según su carácter instaurador y contribuir al cumplimiento de los compromisos contraídos por el Presidente Electo, Enrique Peña Nieto. Por intervención de uno de ellos, anfitrión dado su origen natal, resolvieron no incluir la propalada extensión del IVA en alimentos y medicinas. Posteriormente, el diputado electo, Manlio Fabio Beltrones, refrendaría aquel pronunciamiento.
Hubo consensos y discensos entre los  senadores acerca de la prioridad de los temas, lo cual da la pauta en lo relativo al carácter deliberativo,  autárquico, crítico y previsor que asumirá el órgano colegiado. Hubo consenso sobre reformas relacionadas con la  transparencia administrativa, con base en nuevas disposiciones normativas para evitar corrupción, impunidad en el manejo presupuestario y dispendio publicitario a fin de encubrir deshonestidad, inepcia e ilegalidad
El no a gravar con IVA los alimentos y las medicinas es indicativo de que no será nada fácil y hasta permisivo aprobar, sin más, iniciativas con sello denigrante y lesivo para el bienestar de los oprimidos. Y no lo será, en ese futuro virtual pero exigible, en tanto y cuanto haya mujeres y hombres en la sede de Reforma, en el nuevo y renovador Senado de la República, imbuidos con visión social y patriotismo del bueno. No retórico y a la moda.
Volvió a escucharse la voz firme, franca, con acentos que no dejan lugar a la ambigüedad, de quien gobernó Chihuahua hasta el año de 2004. Por cierto, hizo recordar los buenos tiempos en que hombres de Estado hacían esperar reformas como la hacendaria y el federalismo, con apartados de modificaciones tributarias con beneficios para las entidades de la Federación. Y como efecto, protectoras para los más pobres entre los pobres: obreros marginados en lo social y lo económico, jornaleros y desempleados;  esparcidos en sierras, valles y montañas.
Patricio Martínez García, senador electo, en uso de la palabra durante la Plenaria, persuadió a sus pares de lo inoportuno y gravoso que sería la extensión del IVA. Lo hizo con aquella sensibilidad y pasión que le es propia y de la que ha hecho demostración siendo presidente municipal, diputado federal, mandatario y ahora como senador por su Estado. Por cierto, se oyó decir entre los concurrentes que si en ese tono, y con tal énfasis, discrepa ahora el senador electo, cómo lo va hacer cuando ocupe ya su lugar en la alta sede de la nación. Se anticipa, así pues, la garantía y solvencia de entereza, lucidez y probidad para confrontar los graves e insoslayables asuntos de la sociedad.
Los tiempos y circunstancias que vivimos no son para titubear y caer en componendas de ninguna clase. La extensión del IVA en insumos de primera necesidad, está bien en sociedades marcadas por la opulencia. Pero no cabe en labios de quienes hayan recorrido escenarios  de pobreza en donde el hambre se enseñorea, así en barrancos como en lóbregas cañadas. Mucho menos si han sido testigos oculares de escenarios con víctimas por enfermedad; con chozas cubiertas de luto y dolor por falta de medicinas y auxilio en materia de salud. Difícil, si no imposible, es callar así dando entrada  a reformas que favorecerían sólo a los patrocinadores de la miseria y la marginación.
Lo anterior es promisorio botón de muestra sobre lo que podría llegar a ser el nuevo Senado, con genuinos hombres de Estado, en la segunda época del PRI en el poder. Por lo pronto, se advierte que esta clase de cónclaves no son, no deben ser, para fraguar frívolamente “amarres”, “ligas políticas”, “grillas” ociosas, mientras proliferan las urgencias que más apremian en una sociedad postrada por la incuria, el desempleo y la frustración.

miércoles, 22 de agosto de 2012

EN LA PLENARIA: NO A LA EXTENSIÓN DEL IVA EN MEDICINAS Y ALIMENTOS


Entran los senadores priistas con pie derecho en vísperas de asumir sus altas funciones el próximo 1 de septiembre. Durante la plenaria efectuada en la capital del Estado de Chihuahua, acordaron impulsar la aprobación a las primeras reformas  estructurales, dado su carácter instaurador y de los compromisos contraídos por el Presidente Electo, Enrique Peña Nieto.
Hubo consensos y discensos entre los próximos legisladores acerca de la prioridad de los temas, lo cual da la pauta en lo relativo al carácter deliberativo,  autárquico, crítico y previsor que asumirá el órgano colegiado; en suma, cómo procederá en el análisis, discusión y dictamen de normas para conducir la nave de la nación a partir de diciembre.
Si bien  hubo consenso sobre iniciativas de reforma que se relacionan con la exigible transparencia administrativa a la luz de nuevas disposiciones normativas con el objeto de evitar corrupción, impunidad en el manejo presupuestario y dispendio publicitario para encubrir deshonestidad, inepcia e ilegalidad, asimismo los próximos hacedores de leyes emitieron un NO a la propensión antisocial, criminal incluso, de extender el IVA en medicinas y alimentos.
Fue, ciertamente, un NO de orden suspensivo diríamos, pero un no en gran medida indicativo de que no será nada fácil, mucho menos cómodo y hasta permisivo, aprobar, sin más trámite, iniciativas con sello denigrante y lesivo de la honra y dignidad  que merecen los oprimidos. Y no lo será, en ese futuro virtual pero exigible, en tanto y cuanto haya mujeres y hombres en la sede de Reforma, en el nuevo y renovador Senado de la República, imbuidos con visión social y con patriotismo del bueno, no retórico y de moda.
Volvió a escucharse la voz firme, franca, con acentos que no dejan lugar a la duda y la ambigüedad, de quien gobernó Chihuahua hasta el año de 2004. Por cierto, hizo recordar los buenos tiempos en que hombres de Estado hacían esperar reformas como la hacendaria, con apartados de modificaciones tributarias con beneficios para las entidades de la Federación. Y como efecto, protectoras para los más pobres entre los pobres: obreros marginados en lo social y lo económico, jornaleros y desempleados; indigentes esparcidos en sierras, valles y montañas.
Patricio Martínez García, senador electo por su Estado, Chihuahua, en uso de la palabra  en la Plenaria, persuadió a sus pares de lo inoportuno y gravoso que es la extensión del IVA en la bitácora de los senadores del PRI. Lo hizo con aquella sensibilidad y pasión que le es propia y de la que ha hecho demostración siendo presidente municipal, diputado federal, mandatario y ahora como Senador de su Estado.
Los tiempos y circunstancias que vivimos no hacen de México un horno  para  bollos. La extensión del IVA en insumos de primera necesidad, está bien para enriquecidos y pudientes. Y no es motivo de orgullo para políticos que hayan recorrido escenarios que van de la pobreza a la precariedad y que se hayan enterado del hambre que se enseñorea en barrancos y cañadas. O bien, que han sido testigos oculares de escenas con víctimas por enfermedad, de chozas cubiertas de luto y dolor por falta de medicinas y auxilio en materia de salud. Difícil, sino imposible, es  callar así dando entrada  a reformas que favorecerían sólo a la opulencia y la suntuosidad.
Lo anterior es promisorio botón de muestra sobre lo que podría llegar a ser el nuevo Senado, con genuinos hombres de Estado, en la segunda época del PRI en el poder. Por lo pronto, se advierte que esta clase de cónclaves no son, no deben ser, para fraguar “amarres”,  “ligas políticas”, “grillas” ociosas, mientras proliferan las urgencias que más apremian en una sociedad postrada por la  pobreza y la marginación.




lunes, 20 de agosto de 2012

EN CHIHUAHUA, LA PRIMERA REUNIÓN PLENARIA DE SENADORES




En Chihuahua, ciudad capital del Estado grande, la Primera Reunión de Senadores Electos enciende iluminadores focos de esperanza. Se trata de la apertura de la agenda legislativa, con arreglo a la cual el cuerpo colegiado de la Cámara Alta se apresta para asumir sus funciones el próximo mes de la Patria. Los tiempos apremian.
El proyecto renovador va de lo político a lo económico; de la política de seguridad en paz y armonía a la reforma e instauración de todos los programas que tienen que ver con el bienestar social. La planeación democrática es, en primera y última instancia,  palanca para el crecimiento y desarrollo en todos los órdenes del entendimiento y la convivencia nacional.
Chihuahua ha sido elegida sede, ciertamente idónea, para este cónclave mediante el cual se inaugura, con días de antelación, el inicio formal de la nueva Legislatura en cuyo seno estará a prueba, desde ahora, la capacidad, lucidez y el patriotismo de los representantes delegados del querer objetivo de los mexicanos, expresado electoralmente el pasado 1 de julio, a fin de reconstruir y remodelar el tejido de la voluntad jurídico-política de la población.
Tres proyectos de reforma se enuncian como prolegómenos del revolucionario plan que anticipa el tránsito hacia la modernidad del Estado mexicano. Son reformas que van al fondo de la estructura  social y económica de una nación en crisis de “posguerra”, de la  impremeditada y fútil guerra contra los cárteles de la droga. Es decir, son reformas apremiantes por las que clama una nación casi en ruinas por la nula planeación de Estado, en medio del derrumbe de las finanzas nacionales, así como el cierre de la oferta laboral para los jóvenes; para mujeres y hombres de la tercera edad.
Tres reformas que, si bien no son todas las habidas y por haber, sí hablan en voz alta, estentórea, en espera de cambios radicales, con visión de Estado: la  reforma energética, rubro afectado inmisericordemente por intereses ajenos a la productividad, por ejemplo en el caso de PEMEX y la CFE; la reforma laboral impulsada hace poco como propuesta desde CONAGO, al frente el mandatario local, César Duarte, y la reforma hacendaria por desgracia frenada y conculcada en tiempos del ex gobernador (ahora flamante senador por el Estado, Patricio Martínez García), elaborada con carácter propositivo y  con el apoyo técnico y profesional  del, asimismo, Contador Público Miguel Sapién Ponce, desde la secretaría de Finanzas del Gobierno en el sexenio de 1998 a 2004.
Acerca de esta última (la reforma hacendaria), habría que mencionar la visión de Estado  implicada en su formato, alcance y dimensión como proyecto que, en aquel entonces, convocaba, a su vez, paralelamente, a una reforma del federalismo  mexicano, en lo jurídico, político y económico, cuya implantación en tal caso hubiese sorteado los tropiezos y descalabros de que ha sido víctima la nación. En efecto, un organismo  social con síndrome de esclerosis no puede menos que ser presa de parálisis financiera por los abusos del centralismo fiscal, acaparador y beneficiario principal  de las tributaciones de las entidades federativas. Incluso, como ha ocurrido, ser víctima de caer en garras de la deshonestidad y la corrupción por parte de informantes, con carácter de “empresarios” delatores oficiosos desde las altas esferas del poder, en perjuicio de Estados y Municipios, con el propósito inicuo de obstruir, ilícita e irresponsablemente, la transferencias de los recursos necesarios para  el bienestar de los pobladores en el campo y la ciudad.
El mejor de los éxitos se espera de esta Reunión Plenaria.

lunes, 13 de agosto de 2012

CHIHUAHUA EN LUCHA PARA ERRADICAR EL NARCOTRÁFICO




La guerra improvisada en contra de los narcotraficantes deja testimonios de ineficiencia, ineficacia e ineptitud.  Como legado, un impresionante cementerio con víctimas inocentes, luto en los hogares, miseria en el campo y la ciudad. Cunde la impresión de que impera en el país, el Estado de naturaleza y no un Estado de Derecho, como manda la Constitución.
En Sonora huyen de sus asentamientos indígenas por la agresión de los maleantes. Son indigentes que sobreviven a duras  penas y se convierten en parias desvalidos de la noche a la mañana. Parecida suerte padecen los pobladores en los caminos vecinales que van del Valle a los parajes serranos que comparten sonorenses y chihuahuenses: de Tesopaco al Palmarito, pasando por Curea, Nuri, Santana hasta los límites del Estado grande (Chihuahua), en los municipios  de Moris y Ocampo en las alturas de la Tarahumara.
Retenes de la muerte y zonas empobrecidas pululan en la región. Es evidente la acción expoliadora de extranjeros apoderados del subsuelo mexicano, con el beneplácito de autoridades locales. Esto es caldo de cultivo para el auge y la prosperidad de los traficantes de droga. Mientras tanto, la improductividad agropecuaria, la imprevisión y el ejercicio de la corrupción hacen de las suyas. Bajo el manto de la inseguridad jurídica se  imponen  reglas de convivencia por parte de la criminalidad organizada, originando inseguridad pública, violencia y pobreza extrema.
En el Estado Grande es otro, contrastante,  el escenario sociopolítico, económico, educativo y en los enclaves de salud. Chihuahua es antesala de la recuperación material y social en la entidad y en todo México. En la frontera norte retorna, paso a paso, la paz social; lo mismo se respira convivencia en relativa paz con barruntos ciclónicos en la ciudad capital, asolada por la acción criminal en años recientes. Los pobladores de las ciudades afectadas por la criminalidad aguardan beneficios del bienestar semejantes a los años que fueron de 1998 a 2004, cuando se colocaba a la entidad como paradigma en el país. Regresa no obstante la esperanza y el optimismo, vía la planeación y las inversiones,  el crecimiento y el desarrollo, con participación de empresarios nacionalistas en la industria, en el campo y en el ámbito urbano.
Pero es en el agro donde el Estado grande hace sonar la campanada que convoca a toda la región del norte y del noroeste a recuperar la paz por medio del Derecho, la prosperidad a través de la inversión planificada, la seguridad jurídica y la seguridad pública avalada por la honestidad de sus políticos y administradores en los municipios opulentos como en los más necesitados de la Tarahumara, territorio hasta hace poco confinado en el olvido. Nos referimos a las zonas de Batopilas, Moris, Ocampo, Chínipas y otras más, ahora recuperadas.     
La semana anterior los agricultores de la Sierra dieron a la primera cosecha de aguacate en su historia, el carácter de un festival de la productividad y como símbolo del recobro de los derechos de la tierra en directo beneficio de sus legítimos poseedores. Dio la impresión de ser  aquello una fiesta insólita por parte de los lugareños de barrancas y cañadas en la montaña,  en donde el clima es propicio para la siembra de café, mango, frutas tropicales como la guayaba y la papaya. Y fue la celebración como un grito triunfal de los humildes labriegos ante la furia desbocada de los narco sembradores, tolerados ciertamente por la corrupción y la anarquía.
Chihuahua, así, hace vibrar la voz de la esperanza, pugnando por validar el imperio de la legalidad, la planeación democrática, con fundamento en la Constitución y la honradez política, por encima de la represión, el desacato a los fallos judiciales y el autoritarismo.

viernes, 3 de agosto de 2012

POSELECCIONES: CON LA FUERZA DE LA LEY O CON LA LEY DE LA FUERZA


La oposición de izquierda hace estremecer los cimientos de la política nacional, convirtiendo el proceso poselectoral en un verdadero campo de batalla. Bajo la presunción de lograr  la nulidad de los comicios, echa mano de los recursos a su alcance con el propósito de hacer del artilugio de la “ciudadanización” el emblema de su causa, pasando por encima de las instituciones: el Instituto Federal Electoral (IFE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJFE)
La “Vox Populi”, no la voz del derecho electoral  es, a su entender, la última palabra. El veredicto final correría, así, a cargo de las movilizaciones y no estaría a la resulta de la instancia para dirimir los conflictos de acuerdo con la reforma de los años setenta. Ni el órgano responsable del cómputo (IFE) ni el órgano encargado de resolver en definitiva las disparidades (TEPJFE) serían, por tanto dignos de acato. Ciertamente los magistrados no sustituyen, no podrán hacerlo, conforme a derecho, a los ciudadanos. Tampoco, los ciudadanos sustituyen, con arreglo a lo dispuesto por la Constitución, a los partidos políticos como instituciones a través de las cuales comienza la configuración de la voluntad social.
Poder regulador son los órganos antes mencionados, pero en modo alguno tienen la calidad de ser el gran elector o árbitro de la expresión electiva de los ciudadanos.
El conflicto electoral planteado con el sello y firma de las izquierdas, haciendo a un lado al IFE y presionando mediante marchas y plantones a los magistrados del Tribunal Electoral, hace caso omiso a las modificaciones constituciones en los artículos 60 y 97. Los líderes opositores al cómputo electoral que da la ventaja al candidato del PRI, aspiran a llevar las manecillas del reloj de la historia hasta los muy lejanos tiempos del último tercio del siglo XIX. Entonces, el presidente de la Suprema Corte de Justicia, don José María Iglesias, decidió la nulidad de la reelección de don Sebastián Lerdo de Tejada,  autonombrándose, sin mediar convocatoria alguna, Presidente de la República, en lo que podría considerarse un golpe de Estado incruento.
Por demás está mencionar que eran aquellos tiempos de restauración republicana, del “quítate tú y me pongo yo” y de fogosas y apasionadas apologías para justificar los raptos del poder público. Sobre el decir, que el citado episodio estimado como una “desventurada experiencia” por estudiosos del tema como Antonio Carrillo Flores en el prólogo al empolvado libro, muy valioso por cierto, de Miguel González Avelar “La Suprema Corte y la Política” (UNAM, 1979), daría pábulo a la posición contraria, la de  don Ignacio Luis Vallarta, asumida por no pocos connotados jurisperitos y políticos de nombre, en el sentido de alentar el tabú de que el Poder Judicial no tenía por qué contaminarse con el fuego de los conflictos electorales.
Ni una ni otra desmesura es admisibles en los tiempos que corren.
Nada de lo que atañe a la sociedad puede ni debe ser ajeno al Derecho. Y  todo lo que este hace y ventila se convierte en oro; es decir, se vuelve asunto a dirimirse en los tribunales a cuyo cargo corren las resoluciones definitivas a los asuntos que se le plantean, con arreglo a las disposiciones normativas que los crearon y cuyos límites se establecen en el supremo ordenamiento constitucional.   
No hay, así, como en los tiempos de la República restaurada, como en la época de la recuperación de la soberanía jurídica del país, lugar o excusa para el uso y usufructo arbitrario del imperio de la legalidad. Lo mismo no hay justificación para soslayar la “Vox Dei”: la del Derecho y sus instituciones. Ahora, las cuestiones del poder se resuelven con la fuerza de las leyes; no con el poder de la fuerza.