Voces
autorizadas y por lo mismo atendibles son las de estudiosos y expertos en sus
respectivas especialidades. Sus pronósticos nada tienen que ver con lecturas
del futuro, basadas en conjeturas y meras suposiciones. Las predicciones del
hombre de ciencia se relacionan con la observación metódica, la experimentación
de campo y de laboratorio; asimismo, a través del análisis informativo y
documental. Son predicciones a muy corto plazo.
Acerca
del cambio climático, investigadores a nivel nacional e internacional hacen pronunciamientos que asumen el tono de
la advertencia: en dos décadas, afirman, el deterioro ecológico podría tener
consecuencias irreparables si no se
asumen acciones adecuadas, por ejemplo, contra el calentamiento global.
Suma
su voz de alerta en este particular, Rodrigo González Enríquez, maestro e
investigador del Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON), especialista en temas colindantes relacionados
con la protección y el cuidado de los ecosistemas: el uso, distribución y
calidad del agua en la Cuenca de los ríos Yaqui y Mayo.
El
académico del ITSON no sólo es reconocida por su hoja de servicios en la
enseñanza sino por su acreditada experiencia en
el área de las Ciencias del Agua y del Medio Ambiente. Sus trabajos en
los dominios de la actual tecnología aplicada adquieren particular relevancia
en lo que está ocurriendo en la región como efecto de los extremos climáticos,
los pasados fríos y los asoladores calores; también con las posibles sequías y
el desabasto del vital líquido en zonas adyacentes.
Cuidar
el agua es uno de los mensajes por parte del maestro-investigador. Asumir
medidas previsoras para su acopio y conservación en vista a las emergencias en
el agro; tomar decisiones en cuanto a cuantificar los volúmenes previsibles
para la producción de las tierras. En suma, poner en práctica programas sabios,
por su carácter regulativo, relativos al acopio y disposición del recurso,
ahora que hay tiempo aún disponible para ese efecto.
La
admonición del académico no se hace esperar: rescatar en tiempo y forma, como
dicen los abogados, los volúmenes de agua, Y en caso de no hacer algo
inmediato, concluye González Enríquez “Las consecuencias serán irreversibles”.
Apenas
si habrá que admitir que el ITSON, sus maestros-investigadores y sus
directivos, al frente el rector Isidro Cruz Medina, contribuyen con mucho más
que un grano de conocimientos y de experiencias en el tema más que acuciante de
nuestros días en la región sur de Sonora: el agua, su acopio, preservación y el
cuidado puntual por parte de del Estado. En fin, es de esperar puntual
vigilancia en su uso y usufructo, administración, costo del recurso a los
usuarios y castigar su robo y desperdicio.
Coincide
la opinión del académico del ITSON con declaraciones, por caso, de Carlos Flores
Monge (Profepa) en el sentido de que la clausura del Ramal Norte del Acueducto atiende sólo a criterios
jurídicos. Es, dice, conforme a la Ley y apegada a Derecho. Se trata tan sólo
de respetar y hacer que se respeten las disposiciones “referentes al cuidado
del ambiente”. Quedarían al margen, así, las discordias políticas y
partidistas.
Refrenda
lo anterior, mociones de legisladores y mandatarios locales, del Municipio de
Cajeme, en defensa del Estado democrático de Derecho, entendiendo éste a la luz
de la realización del principio de la constitucionalidad de la legislación y de
la legalidad de su ejecución.
Por
este vía, las técnicas en las ciencias
de la naturaleza y de la sociedad confluyen
a fin de preservar los ecosistemas frente al calentamiento global. Con
apoyo del Derecho regular la convivencia social. “Fisis” y “polis”, naturaleza
y sociedad se vinculan, de ese modo, en procura del bienestar, la vida
saludable y del progreso, en aras de la solidaridad y el bien comunitario.