Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







viernes, 30 de mayo de 2014

ITSON: PREVENIR A TIEMPO ANTES QUE ENMENDAR



Voces autorizadas y por lo mismo atendibles son las de estudiosos y expertos en sus respectivas especialidades. Sus pronósticos nada tienen que ver con lecturas del futuro, basadas en conjeturas y meras suposiciones. Las predicciones del hombre de ciencia se relacionan con la observación metódica, la experimentación de campo y de laboratorio; asimismo, a través del análisis informativo y documental. Son predicciones a muy corto plazo.
Acerca del cambio climático, investigadores a nivel nacional e internacional  hacen pronunciamientos que asumen el tono de la advertencia: en dos décadas, afirman, el deterioro ecológico podría tener consecuencias irreparables si  no se asumen  acciones  adecuadas, por ejemplo, contra el  calentamiento global.
Suma su voz de alerta en este particular, Rodrigo González Enríquez, maestro e investigador del Instituto Tecnológico de Sonora  (ITSON), especialista en temas colindantes relacionados con la protección y el cuidado de los ecosistemas: el uso, distribución y calidad del agua en la Cuenca de los ríos Yaqui y Mayo.
El académico del ITSON no sólo es reconocida por su hoja de servicios en la enseñanza sino por su acreditada  experiencia en  el área de las Ciencias del Agua y del Medio Ambiente. Sus trabajos en los dominios de la actual tecnología aplicada adquieren particular relevancia en lo que está ocurriendo en la región como efecto de los extremos climáticos, los pasados fríos y los asoladores calores; también con las posibles sequías y el desabasto del vital líquido en zonas adyacentes.
Cuidar el agua es uno de los mensajes por parte del maestro-investigador. Asumir medidas previsoras para su acopio y conservación en vista a las emergencias en el agro; tomar decisiones en cuanto a cuantificar los volúmenes previsibles para la producción de las tierras. En suma, poner en práctica programas sabios, por su carácter regulativo, relativos al acopio y disposición del recurso, ahora que hay tiempo aún disponible para ese efecto.
La admonición del académico no se hace esperar: rescatar en tiempo y forma, como dicen los abogados, los volúmenes de agua, Y en caso de no hacer algo inmediato, concluye González Enríquez “Las consecuencias serán irreversibles”.
Apenas si habrá que admitir que el ITSON, sus maestros-investigadores y sus directivos, al frente el rector Isidro Cruz Medina, contribuyen con mucho más que un grano de conocimientos y de experiencias en el tema más que acuciante de nuestros días en la región sur de Sonora: el agua, su acopio, preservación y el cuidado puntual por parte de del Estado. En fin, es de esperar puntual vigilancia en su uso y usufructo, administración, costo del recurso a los usuarios y castigar su robo y desperdicio.
Coincide la opinión del académico del ITSON con declaraciones, por caso, de Carlos Flores Monge (Profepa) en el sentido de que la clausura del Ramal Norte  del Acueducto atiende sólo a criterios jurídicos. Es, dice, conforme a la Ley y apegada a Derecho. Se trata tan sólo de respetar y hacer que se respeten las disposiciones “referentes al cuidado del ambiente”. Quedarían al margen, así, las discordias políticas y partidistas.
Refrenda lo anterior, mociones de legisladores y mandatarios locales, del Municipio de Cajeme, en defensa del Estado democrático de Derecho, entendiendo éste a la luz de la realización del principio de la constitucionalidad de la legislación y de la legalidad de su ejecución.
Por este vía,  las técnicas en las ciencias de la naturaleza y de la sociedad confluyen  a fin de preservar los ecosistemas frente al calentamiento global. Con apoyo del Derecho regular la convivencia social. “Fisis” y “polis”, naturaleza y sociedad se vinculan, de ese modo, en procura del bienestar, la vida saludable y del progreso, en aras de la solidaridad y el bien comunitario.

miércoles, 21 de mayo de 2014

YOREMES Y YORIS: UN LIBRO SOBRE LOS PUEBLOS INDÍGENAS


En el torbellino  de la actual historia yoreme, se presenta en el Mariposario de El Júpare (Huatabampo, Sonora) el libro “Los pueblos indígenas del Noroeste de México”,  coordinado por J. L. Moctezuma Zamarrón y Alejandro Aguilar Zeleny.
El subtítulo: “Atlas Etnográfico” sugiere el interés de los autores a fin de poner de relieve, ubicando geográficamente a la insospechada gama de etnias que pueblan la  región: pápagos, mayos, guarajíos, pimas, entre otras. Aparte la migración indígena, como en tiempos prehispánicos, no deja de fluir hacia territorios promisorios: es el caso de mixes y mixtecos; nahuas, triquis y zapotecos. De norte a sur.
A 20 años del levantamiento en el sur del país, abanderado por el EZLN, la denominada “cuestión indígena” plantea viejos y renovados enigmas, cuya resolución  en términos generales es de soslayo, suspenso y, en todo caso, teñida de  un fariseísmo chapado a la antigua. Es decir, se pregona que la búsqueda es a fin de preservar su lengua y religión, sus formas de vida, los ”usos y costumbres” mientras que, por otra parte, se convierte su situación real, la de cada día, apremiante, en tema de análisis, de reflexión y ejercicio comparativo.
Hay la tendencia encubierta es convertir la suerte y el destino de los pueblos indígenas en asunto de  interpretación paleontológica, incluso de curiosidad folclórica a la manera de como lo hacen especialistas extranjeros, para quienes los indígenas son tema antropológico a fin de observar el tránsito de las formas inferiores de vida civilizada, de integración a la vida urbana o de franca marginación, por lo demás inducida, en sus paupérrimos enclaves alejados de toda protección en materia de salud, educación y empleo.
Es, por tanto, muy oportuna la presentación del libro por parte del INHA sonorense. Ocurre en horas cargadas de tensiones, acosos y amenazas para la denostada nación yaqui, cuyas etnias  hacen frente al poder de los “ yoris”, representado por quienes han invadido sus predios al margen de leyes y reglamentos habidos y por haber, justificando el derecho universal a recursos, por cierto regulados por ordenamientos de validez positiva aunque, por lo visto, de  mínima o nula eficacia.
La finalidad del Acueducto Independencia, abastecer del vital líquido a quienes no lo tienen por otros medios, se ha desvirtuado desde sus orígenes por el uso y abuso del poder arbitrario cuyos tenedores pisotearon acuerdos, tratados y convenios, suplantando el derecho a ser oídos por parte, incluso, de entidades federales. Son estas mismas las que hoy se exhiben como lastres de un pasado inmediato viciado por la ilegalidad, el desdén hacia el Estado de Derecho y la propensión a imponer la impunidad.
Así, lo que hubiese sido gran oportunidad para unir a los sonorenses: el agua, se ha vuelto ocasión para abrir fisuras y discordias entre la sociedad del norte y la del sur. Es motivo para empuñar afilados arietes por los hambrientos de poder. Hoy en día, Sonora es botín de la política y señuelo para los aventureros de siempre: autoproclamados salvadores y redentores de la sociedad.
Vuelve, por si hiciese falta, el monstruo de mil cabezas al que se refería  José Francisco Velasco en “Noticias estadísticas del Estado de Sonora (1850)”.  Los apaches estarían regresando para aplastar a los indefensos “yoris” y llegan aquéllos para espantar con exceso de irascibilidad, de odio y hasta de salvajismo, dispuestos  a terminar con todo.
Sin embargo, los yoremes  de la Tribu Yaqui, patriotas sin duda, están dispuestos a impedir los saqueos y las vejaciones. Velan por la sobrevivencia y la dignidad.
Es cierto que hay gente coludida, cuyo cinismo y falta de respeto a la legalidad, las hace verdadero “Caballo de Troya”, al que habrá  que denunciar por todos los medios.

martes, 20 de mayo de 2014

CIUDAD OBREGÓN, LIDERAZGO CON SENTIDO SOCIAL


Pocas ciudades existen en el atlas nacional como la que encabeza el municipio de Cajeme. En el mapa de la República, las hay que simbolizan reductos de colonialismo,  Otras son baluartes con el propósito de resguardar soberanía y autodeterminación. Muestran varias más los rigores de los años; preservan, no obstante, tesoros en sus museos y en la fachada de sus edificios.
Ciudad Obregón, en el municipio de Cajeme, forma parte de la reducida nómina de urbes jóvenes. Vive la plenitud de su juventud, pujante en sus dimensiones espaciales. A la fecha se ve en la mira de ambiciones ajenas a su proyecto ideal y su destino real.
Nació al par de la gesta posrevolucionaria que hizo del país un nuevo hábitat para una sociedad en vías de integración cultural, económica y social. Sus fundadores la edificaron con miras a fortalecer su desarrollo territorial, haciendo acopio de energías, recursos y capacidades en aras de que fuese metrópoli de una comunidad nueva, distinta a las organizaciones que, a corta distancia, tenían ya rumbo e identidad.
La ciudad pasó de la infancia a la adolescencia con paso raudo, al par de su crecimiento agroindustrial visto por muchos como “milagro” más que como la suma de voluntades, del trabajo organizado y de la visión de sus dirigentes.
Al ir creciendo resolvía sobre la marcha carencias pospuestas, demandas acumuladas, entre otras en el área del urbanismo, la salud y en el vasto espacio de la educación media, media superior y superior, hasta obtener merecidos y amplios reconocimientos como ciudad con el prestigio institucional que le dan sus tecnológicos y universidades públicas y privadas.
En la pugna por el poder político, se pretende colocar a Cajeme y a su ciudad capital  en el ojo del huracán por la tradicional disputa del “quítate que me pongo yo”. Así, se le quiere volver botín político a  Cajeme municipio, a Cajeme digital, a Cajeme con liderazgo educativo; al Cajeme, en fin, con historial de hombres emprendedores y capaces de hacer del campo un emporio productivo y ahora en vías de poner las bases para formar sus propios planificadores, investigadores y promotores del saber práctico y del conocimiento teórico.
El alcalde Rogelio Díaz Brown, reconocido en plano nacional por su mano firme en la resolución de asuntos pendientes, con visión de futuro para la reconstrucción del ámbito municipal en proyecto social, económico y cultural, en beneficio de la posteridad, sale al paso de acechanzas embozadas en “campañas negras”, dice. Y pone  ejemplo,  entre tantos, de su determinación de remozar físicamente la urbe: calles pavimentadas y luminarias que impidan la proliferación de fantasmas que roban y asesinan.
Le apoyan en su benemérita actividad funcionarios como el secretario municipal, doctor Antonio Alvídrez Labrado, quien sale al frente para exigir que se cumplan los  reglamentos, acuerdos y protocolos a cabalidad. Además, secretarios como Luis Humberto Meza a cuyo cargo está el desarrollo urbano, las obras públicas y el cuidado de la ecología. Y en el mismo orden, el titular de Imagen Urbana, Gilberto Cornejo Clark, cuya experiencia y honestidad garantizan que la ciudad sea paradigma de limpieza, lucimiento y atención diligente a todo aquello que, siendo parte del ornato, contribuye decisivamente a la seguridad, el confort y la convivencia en paz segura y  productiva.

Pide el munícipe de Cajeme, Díaz Brown que los acuerdos y los convenios sean acatados en todos sus aspectos, poniendo él mismo claro ejemplo a fin de que los subalternos, desde el más alto hasta el más modesto, palabra por palabra, concepto por concepto, hagan valer el “Pacta sunt Servanda”, brújula que conduce y orienta, antorcha que hace confiable y digna la convivencia.

miércoles, 14 de mayo de 2014

EN MEMORIA DE G. H. RODRÍGUEZ

                                                                                                        

  (A 25 años del adiós)
Mostró nuevos caminos al andar. Hizo transitables las antiguas veredas de la enseñanza y el aprendizaje, convirtiéndolas en espaciosas vías informativas para la formación profesional en su más amplio sentido. Rompió con los viejos moldes educativos y demostró, con el ejemplo, que el vino nuevo requiere de odres nuevos.
Fue malentendido, incomprendido por sus pares en el oficio de educar y por sus contemporáneos en el método de pensar. Enseñaba con la pasión pedagógica, según la cual la comunicación del saber es tarea común: del maestro y los alumnos.
Profesaba la convicción de que el maestro no es imitador de verdades, transmisor de certezas; que el aprendiz es sólo un ente pasivo dispuesto a recoger lo que se le transmite como si fuese mudo receptáculo.
Una y otra vez insistía en que antes de hacer caminos nuevos, inéditos, había que despojarse, como si fuesen ropas inútiles e incómodas, de prejuicios y consejas. Concebía los prejuicios como es todo aquello que impide la formulación de hipótesis, dudas y conjeturas previas al acto de indagar y formular conclusiones.
En esto, procedía como el clásico maestro de la duda y del lema en el sentido de que para conocer algo es requisito metódico conocerse, antes, a sí mismo. Daba la impresión, sobre todo entre los primerizos en el salón de clases, en la Facultad universitaria, que actuaba al modo de los oficiantes o de seguidores según la religión órfica a fin de purificar el cuerpo y la mente con antelación a la práctica ritual.
Al poco andar, la confusión se volvía claridad: los prejuicios no eran, así, sino la segunda naturaleza, con todo y escudo y yelmo, para defenderse de los temores y del miedo a la libertad y a la responsabilidad.
La ideología y los rituales místicos, enseñaba, tienen en común el anhelo de pertenecer a un cuerpo común, superior, que está por encima de todo. Comparten el anhelo de perpetuidad a través de entidades o seres sobrehumanos y, por lo mismo, trascendentes.
Dio a la enseñanza el carácter de un diálogo abierto, ininterrumpido, tendente a la claridad y a la discusión, sin afanes de gratuita competitividad  o prepotencia. Que gane para su causa, daba a entender, el mejor con el mejor argumento, la tesis más coherente: la posición lógicamente sostenible. Dejó obras que esperan la retadora tarea de ponerla al alcance de los estudiosos, referentes a los presocráticos, a Sócrates y Platón; a los empiristas ingleses, al maestro de maestros, Kant, y a sus ilustres sucesores de Marburgo y de la Escuela de Viena.  
Fue un campeón de la libertad de la investigación y de la enseñanza en las aulas de Filosofía y Letras, desde los años cuarenta hasta su jubilación en la década de los sesenta.
Dejó obras que tienen el hálito de la frescura y la lozanía de la novedad y la creatividad.
Trajo a las aulas universitarias de la UNAM, las enseñanzas de los sofistas, por cierto denostados por más de dos mil años. Fue el primero en difundir  desde el primer tercio del siglo XX las fuentes del criticismo en un medio dominado por los dogmatismos ideológicos. Introdujo la erística, la polémica filosófica y la libre discursión de las ideas en la Facultad. Murió en mayo de 1989,  en la ciudad y puerto de Veracruz.  No obstante, sigue con vida intelectual, filosófica y educativamente,

Su nombre: Guillermo Héctor Rodríguez, sucesor de Gorgias y Protágoras, de Isócrates y Calicles. Continuador del aún incomprendido Sócrates de Atenas. Fue el maestro de la ética de la libertad y la responsabilidad. Continuador, en fin, de Kant, Cohen y Hans Kelsen, clásicos del criticismo.

viernes, 9 de mayo de 2014

EL ITSON Y LA FUNDACIÓN "MOISÉS VÁZQUEZ GUDIÑO"



Primero ITNO ahora ITSON, lo cierto que es una y la misma entidad en proceso a través del tiempo. El moderno Tecnológico de Sonora no es sino digno sucedáneo de aquella modesta y sobria institución que, a mediados del siglo pasado, fue la primera casa de enseñanza media superior con carácter público y al alcance de la clase humilde, trabajadora de la región.
Don Moisés Vázquez Gudiño, distinguido cajemense, laborioso hombre de negocios, de intachable memoria, sería el promotor y  el sostén del generoso proyecto que, andando los años, sería lo que es hoy: un baluarte incólume de la educación superior en el Sur de Sonora, faro luminoso que imparte, por igual, los saberes básicos del humanismo que los conocimientos teóricos y prácticos en la ciencia y la tecnología.
Persona inspirada en los ideales altruistas que alentaban en el seno del Club de Leones, motivado por el "eros" educativo que emanaba y se hacía sentir en la calidez de su hogar, impulsor de la inédita idea de fundar un centro de estudios competitivo por su planta de maestros y por la población escolar en ciernes, don Moisés condujo la hazaña a través del océano de mil y una dificultades, dando resistencia y eficacia al ideal hasta llevarlo a su feliz culminación en lo que se refiere a vida, vigor y destino al pilar educativo que al año siguiente, en el 2015, cumplirá sesenta bien logrados años.
Fue el ITNO de don Moisés Vázquez Gudiño una vibrante esperanza para decenas y decenas de ávidos estudiantes de la región cajemense, entre los que, modestia aparte se dice, fuimos parte de las primeras generaciones cobijadas por la filantropía de sus fundadores y sostenedores, en medio de soledad, fructífero  aislamiento y de sana y feliz convivencia.
Miembro de la primera camada de alumnos, Moisés Vázquez (hijo) emprendería  la tarea de publicar el primer órgano informativo ("La Voz del Tecnológico"), con sello y hálito estudiantil, del cual quien esto escribe sería el sucesor  al frente de la primigenia publicación. El licenciado Alberto Delgado Pastor, director que sucedería en el cargo al doctor Julio Ibarra Urrea, sería nuestro asesor para decirlo de algún modo, por su ascendiente en el área de las letras y por su refinado gusto estético hacia la cultura clásica.
Hoy, en los umbrales de la celebración cincuentenaria, en vísperas del inicio del próximo semestre, el doctor Isidro Roberto Cruz (honorable rector del ITSON), da la buena nueva ("Tribuna", 08-05-14) acerca de que la Fundación que lleva el nombre de don Moisés Vázquez Gudiño abre las puertas de la citada organización a los aspirantes que anhelan seguir estudios de enseñanza media superior y superior; y que compitan por una beca que les facilite su formación académica. Siempre y cuando, está claro, tengan consigo promedios de 9 o más.
El nombre de don Moisés continúa, así, ejerciendo su influjo de bondad y altruismo, haciendo posible la continuidad entre el viejo ITNO y el ya cincuentenario ITSON, con el fin de que unan sus lazos filiales a través del tiempo y del espacio.

La noticia circula en las mentes y los corazones de padres e hijos de familias cajemenses y más allá de esta circunscripción, en horas en que el Alma Máter de los sonorenses, la Universidad de Sonora (UNISON) se apresta a reanudar, con los mejores propósitos, y con enseñanza que jamás olvidará, de contribuir a la formación y el cultivo de inteligencias al servicio de la grandeza de la patria chica. Por medio del saber, la meta se avizora factible en un promisorio porvenir.

jueves, 8 de mayo de 2014

OSORIO CHONG EN SONORA: ¿Y LA GRAN NEGOCIACIÓN


La reunión en Hermosillo entre el titular de Gobernación y mandatarios del norte del país deja más preguntas que respuestas, más hipótesis que conclusiones y más inquietudes que certezas.
El tema del agua, por ejemplo, apenas si fue motivo de comentarios marginales por el responsable de la convivencia en el país. Sin embargo, es asunto de grandes expectativas no sólo en la Entidad sino en todos los estados concurrentes al cónclave. Trasciende a los estados fronterizos con el vecino país del norte y a lo largo de la línea divisoria en donde viven más de 10 millones de personas. Las disputas por el vital líquido están a la orden del día.
En el sur de Sonora, los productores agrícolas quieren saber acerca de lo  que pueden  esperar de la controversia en torno al Acueducto Independencia después de las resoluciones y sentencias judiciales, de los reiterados acuerdos con  la Secretaría de Gobernación y, finalmente, qué habría que entender por seguridad si, previamente, no se ha convalidado el multicitado Estado de Derecho. Qué, en consecuencia, significa vivir y convivir en un Estado democrático de leyes.
Tomás Rojo Valencia, vocero de la Tribu Yaqui, pone el dedo donde debe ir: ¿Es legal el trasvase de agua al margen del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA)? Así, convertidas sus palabras en pregunta: ¿puede hablarse de igualdad ante le ley si aún prevalece la discriminación, el menosprecio y el desdén hacia los pobres, hacia los humildes indígenas en cuanto a que no fueron consultados, con objetiva oportunidad, por dependencias del Ejecutivo Federal, entre otras SEMARNAT o PROFEPA?
Y ¿qué valor tienen entonces pronunciamientos sobre acato a las leyes ,con la finalidad de resolver y finiquitar los conflictos?
El comunicador de los pueblos indígenas afirma que las declaraciones del secretario  Osorio  Chong. son  “declaraciones confusas”. Y habría que reconocer que no sólo son confusas; también son profusas y difusas. El funcionario se refirió al beneplácito de una zona poblacional que requiere de agua; y con acento indefinido afirmó que el Gobierno federal “validará para que no se tenga inconformidad… Y que no se tenga, agregó, un conflicto para ayudar a unos, pero para afectar a otros”. Sobra, por lo visto, comentario alguno.
Adalberto Rosas López, ex Presidente Municipal de Cajeme, refrenda la exigencia de que se haga lo pertinente “para que las instancias federales cumplan sus responsabilidades en el propósito de que Sonora regrese al Estado de Derecho.” Y en forma admonitoria afirmó que, de lo contrario, estas reuniones no pasarían de ser “encuentros protocolarios”.
El tema del agua, en efecto, está implicado, quiérase o no, en la agenda del gobierno. Desde un punto de vista negativo ofrece problemas que, día a día, se aproximan al conflicto más allá de la protesta pacífica, de la manifestación de inconformidad con base en el derecho a la rebelión de que hablaba John Locke. Es motivo de reclamo por el camino de la ley y exigencia ciudadana de legalidad y constitucionalidad.

Desde un punto de vista positivo, el agua y su consiguiente regulación por el método del acuerdo, la normatividad, la participación y el consenso es, y puede ser, motivación para la superación de diferencias y enconos, incluyendo pretensiones y aspiraciones políticas. Asimismo, el uso y usufructo del vital líquido da pie a fin de que en Sonora, para empezar, se formalice una política de planeación con gran alcance en la que tomen parte todos los sectores directamente involucrados y aquellos que, de una u otra forma, resultarían beneficiados o perjudicados. Por supuesto, por encima de intereses egoístas, de avideces propagandísticas y de lucha por el mejor pesebre.

domingo, 4 de mayo de 2014

ACUEDUCTO Y GASODUCTO: EL BIENESTAR SOCIAL ES PRIMERO



El agua y el aire, el suelo y el subsuelo, son patrimonio que no merecen dilapidarse como si fuesen reparables a voluntad, en cualquier momento y sin costo alguno.  Hay leyes que tutelan su usufructo, y hay disposiciones jurídicas que regulan los títulos de propiedad de predios y posesiones en comunidades urbanas y del campo.
El subsuelo, sabemos, es propiedad de la Nación. Y corresponde a la Federación, a los Estados y Municipios velar por su integridad, preservándolo en calidad de pertenencia pública. Es patrimonio para el máximo bienestar de la población, a cuyo efecto las autoridades tienen el deber de mantener el medio ambiente sin deterioro y  evitar consecuencias lesivas, por caso, derivadas del cambio climático y de prácticas impremeditadas.
La reunión de autoridades de Cajeme, sectores productivos y de la Tribu Yaqui con la empresa IENOVA, promotora del Gasoducto Sonora, es antecedente sobre cómo actuar, y como no hacerlo, frente a proyectos en los que  se plantea la ejecución de obras que sugieren ventajas económicas, así como de orden competitivo en turismo, construcción y desarrollo industrial.
Se trata, así, de un paradigma a seguir en cuanto a efectuar, con suficiente antelación, consultas entre la sociedad civil, productores y con autoridades de la jurisdicción; es modelo para difundir información sobre el proyecto: es método para dar a conocer datos confiables y para comunicar a la sociedad lo relativo a expectativas laborales, de empleo y de beneficios redituables para los potenciales usuarios. Nada quedaría, así, oculto y nada se decidiría en secrecía por parte de funcionarios-contratistas y por inversionistas con apariencia de filántropos, pero disfrazados con piel de oveja. Nada que al final de cuentas revierta en contra de quienes terminan pagando los platos rotos; es decir, los contribuyentes y asustadizos asalariados, obreros y jornaleros.
El Gasoducto Sonora, de acuerdo con IENOVA, es un proyecto que conlleva promisorios beneficios a la industria, la agroindustria; a los consorcios turísticos y de servicios dentro de la competitividad y la generación de empleos “bien pagados”.  Sería un eficaz detonador del desarrollo socioeconómico regional y medio para ahorrar energía, abatir los índices de contaminación y acicate para obtener plusvalía en todos aquellos ramos que tienen que ver con el uso del gas industrial.
Rogelio Díaz Brown, líder en su carácter de Ejecutivo al frente del Municipio en todo lo concerniente a seguridad pública, imagen urbana e integridad de vida para los cajemenses, es del parecer que el gasoducto “sería una  gran ventaja  competitiva que ofrezca el Municipio a inversiones”. En ese orden de estimaciones, subrayó la importancia del ejercicio participativo a título de condición para dar el asentimiento requerido. Refrendó, con gesto propio de autoridad comprometida y responsable, el ofrecimiento en firme de contar con la opinión ciudadana en la toma oficial de las más importantes decisiones.
Por su parte, Antonio Alvidrez Labrado, segundo de a bordo en el gobierno municipal, sumó su parecer al del munícipe cajemense expresando que el Gasoducto Sonora estimularía, en términos de la libre competencia, la participación de productores e inversionistas, alentaría a la  población laboral y a la comunidad en general para dar, con plena libertad, su aval al susodicho proyecto, pues sería una gran oportunidad para la alianza empresa-gobierno-sociedad.
Se pondera, asimismo, el pronunciamiento de la Tribu Yaqui.

Conclusión: el proyecto de Gasoducto está en el ojo de la tormenta. Revive lo ocurrido en torno a los inicios, desarrollo y puesta en servicio del traído y llevado Acueducto Independencia. Todo esto, cobijado en la impremeditación, la anarquía administrativa y legal. Y con la violación temeraria del Estado de Derecho.