Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







lunes, 30 de marzo de 2015

TERROR ISLÁMICO: LOS MÁRTIRES DE AL QAEDA

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La muerte del principal autor material de la matanza en el Museo del Bardo ejemplifica el principio del “Ojo por ojo y diente por diente”. Con todo, no  determina si se trata del principio del fin en esta sangrienta oleada de odio y venganza encabezada por el grupo terrorista Al Qaeda, por cierto de repudiable memoria.
La “yihad” islámica revive en los preámbulos de Semana Santa su ancestral afán de exterminio hacia todos aquellos que clasifica como “infieles”. Por tanto, convertidos en objetivo de su fanática sed criminal y su actitud vengativa en contra de todo aquello que no comulgan con sus creencias infrahumanas y sus rituales mezclados de atavismo.
Mártires del terrorismo llama el Papa a los responsables del magnicidio colectivo en el que perdieron la vida turistas ajenos a las peleas fratricidas escenificadas a diario en todo el Oriente Medio. Mártires del celo religioso  utilizado por el terrorismo abanderado por quienes consideran llegada la hora del Armagedón, la última guerra en la que habría de librarse el choque del Mal contra el Bien absoluto.
Así, entendido aquel combate, el terrorismo islámico retoma las proclamas religiosas de dar fin al enemigo ancestral, asumiendo los pendones del radicalismo pseudopolítico para justificar los crímenes atroces a los que asiste  Occidente. Aunque, al parecer, otra vez se le mira cruzado de manos. Sin saber o sin querer hacer lo conducente frente a los jinetes de la destrucción.
Ayer, hace siete décadas, el fanatismo hitlerista aliado con la intolerancia fascista, segó la vida de millones de judíos en los campos de exterminio  por toda Europa. Ayer, asimismo, el terrorismo de un Estado, Alemania, otrora semillero de filósofos, humanistas, genios musicales y  del mundo literario, fue el puño criminal que privó la vida de miles y miles de inocentes en las cámaras de gas y en los crematorios exterminadores de niños, mujeres y ancianos indefensos.
Hoy, es de lamentar, la comunidad internacional da la impresión de impavidez y desdén frente al terrorismo islámico, revestido de la maldad de sus ascendientes con sed de venganza y odio contra todo lo que no se parezca a sus mitos y prejuicios de antaño.
En el fondo, se trata de la lucha atávica que va más allá de la “yihad” que conocemos y se pierde en los albores de la civilización. Esta va en contra de la cosmovisión que haría posible el nacimiento de la libertad de creencia, la responsabilidad de vivir con arreglo a los criterios del conocimiento y la convivencia en términos del deber por el deber.
En otros términos, vuelve por sus fueros la guerra sempiterna  del hombre contra lo subhumano, de la civilización contra la barbarie, de la aurora del humanismo sin adjetivos frente a la intolerancia, el fanatismo mitológico de la edad de las cavernas.
En los albores del siglo que lleva el nombre de Pericles, el siglo V de la primera Ilustración, Persia jugó el deplorable papel de tratar de exterminar 
a quienes representaban el liderazgo cultural y democrático: la Atenas de los primeros humanistas; es decir, de Gorgias, Protágoras, Demócrito y del primer mártir: el Sócrates histórico. No el de Platón, de Jenófanes o el  de Aristóteles de Macedonia
Triunfó entonces Atenas frene a Persia, y con ella triunfaron los peloponesos, incluyendo a los pueblos de la Magna Grecia, cuna de librepensadores y de creadores del arte y de la historia.
La historia universal no se repite. Quienes osan desafiarla tratando de volver las manecillas del devenir humano, cavan una y otra vez su derrota. Los mártires de hoy,  con su muerte, apresuran el fin del ominoso principio.

La hora de la pacificación, la tolerancia y la genuina comprensión universal toca a las puertas de Occidente. Antes de nacer, el terrorismo se condena al suicidio por mano propia. 

viernes, 27 de marzo de 2015

LUIS DONALDO COLOSIO: PARA NO OLVIDAR

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Los discursos de Luis Donaldo Colosio y de Martin Luther King tienen una gran similitud en la forma al igual que en el contenido. Fueron pronunciados en distintas fechas, es verdad, pero contienen propuestas que los aproximan al grado de identificarse entre sí por los anhelos y las esperanzas, aunados a la exigencia de construir y de recrear un mundo en el que todos pudiésemos vivir y en el que el afán de convivir  fuese no una exigencia y un reclamo, sino palmaria realidad.
Con sus pronunciamientos, Luther King firmó su sentencia de muerte. Por razón de su histórico mensaje, Colosio Murrieta anticipó los disparos con los que segarían su existencia en el mismo mes de su valeroso manifiesto de campaña.
El primero de estos mártires del igualitarismo  dijo a sus conciudadanos, con dedicatoria para los de tez blanca y de corazón oscuro, que abrigaba un bello sueño. “Tengo el sueño de que mis cuatro hijos vivirán un día en una Nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su espíritu”.
Diría aún: “Tengo el sueño de que algún día el Estado de Alabama, cuyo gobernador escupe hoy palabras de interposición e invalidación, se convertiría en un lugar en que los niños negros y las niñas negras podrán coger la mano de los niños blancos y las niñas blancas  y caminarían juntos como hermanas y hermanos”.
Con esa fe y con esa esperanza Luther King recorrería el sur de su patria. Y con el poder de esa convicción, hizo posible que un día, hará cinco años, por la escalinata de la sede del poder en Washington caminaran los integrantes de la familia Obama para ser los huéspedes más encumbrados políticamente hablando, sin que mediase distinción alguna según el color y los prejuicios étnicos.
Colosio aseguraría, aquel 6 de marzo, poco más de dos semanas antes del proditorio crimen: “Veo un México con hambre y sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen  quienes deberían servirle. Un México de hombres y mujeres afligidos por los abusos o arrogancia de la autoridad”.
Frente al sombrío escenario, ante el desolador panorama donde la autoridad era cómplice de ilegalidades sin término y la impunidad era coraza que encubría lSa corrupción y la criminalidad de cuello blanco, Luis Donaldo  haría, entonces, la cruda acusación y la más severa denuncia surgida de labios de un político militante en las filas del partido en el poder.
Ha llegado, expresó en tono desusado, la hora de las respuestas, la hora en que el México de esos días exigía, con carácter de apremio, resoluciones en vez de promesas vergonzantes.
Se comprometió, en consecuencias, a imprimir un cambio con rumbo. Un cambio que no se detuviera en casos ostensibles, por sí mismos repudiables. Chiapas, como hoy Guerrero, Oaxaca y Michoacán, no son los únicos focos de inseguridad, violencia y desdén a los indígenas dejados a expensas de la inanición, la insalubridad y la rapiña por parte de los poderosos.
Definió la responsabilidad de los gobiernos autollamados revolucionarios. “Es la hora de defender a nuestros indígenas, de respetar su dignidad”.  Y agregaría con la franqueza y el valor de la palabra que fueron característicos de su persona, que había llegado la hora de formular un nuevo pacto con los grupos marginados, con las etnias de todo el territorio nacional.
Pero su visión no alcanzaría a columbrar que, en vez de realizarse aquel sueño, volvería con todo y fuero el influyentismo, la corrupción y la temible impunidad.
La suerte adversa y el abandono de sus gobiernos (rarámuris en Comundú, mixtecos en Colima y yaquis en Sonora, no dejarán mentir)  

 El sueño de Colosio, a diferencia de la visión profética de Luther King, sigue en espera de realización y puntual  cumplimiento.

lunes, 23 de marzo de 2015

LA POLÍTICA: ARTE DE LA VERACIDAD Y LA PERSUACIÓN

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Rindió protesta como candidato a la alcaldía de Cajeme por el Partido Revolucionario Institucional Faustino Félix Chávez, en los umbrales de la más polémica de las elecciones en el Estado de Sonora. Decimos “polémica” en el sentido etimológico del término “pólemos”: combate, choque, lucha o batalla.
Algo, o mejor mucho, hay de esto  en los inicios de la campaña política en la cual los ataques, dimes y diretes, infundios y descalificaciones estarán a la orden del día. Para no pocos de los combatientes, el dios o dioses de la guerra presidirán de principio a fin la competencia, a cuyo efecto enarbolan la proclama de que el mejor, el más carismático y dispuesto a jugarse el todo por el todo será aquel que haya mentido más. Y sobre todo el que haya sido creído por las mayorías, como por arte de magia.  
La audacia tratará de hacer su parte, induciendo a sus postulantes a dar a las promesas de campaña el significado de compromisos  ineludibles, inequívocos y de inminente realidad. Otras veces, el cinismo disfrazado de entereza y honestidad llevará al extremo de propalar las falacias como verosímiles y éstas como derrotero de virtud. 
Pero en política, como en todo lo que sucede en el mundo de lo cotidiano, de la experiencia diaria, nada hay escrito y trazado de antemano. Aunque tampoco habría que caer en el juego de palabras o trampa del idioma que afirma que “nada es verdad ni mentira sino el cristal con que se mira”. Por esa vía, más pronto de lo que se dice, nos condenaríamos “a priori”, a dejar en manos del azar o del destino todo aquello que de cerca, en el fondo, nos atañe.
Volviendo al candidato a la presidencia municipal cabe hacer, en breve, una reflexión sobre su biografía o desempeño público, a partir de su trayectoria de alcalde de Cajeme, diputado federal por el distrito en donde se gesta la principal riqueza agrícola de la Entidad, en cuya jurisdicción se ubican las empresas más jóvenes y pujantes del Estado y en donde la educación tecnológica y universitaria da amplia y eficaz cobertura en ciencias, en las técnicas que de ahí derivan y en la preparación artística, humanística en suma.
Faustino Félix Chávez simboliza no sólo en la entidad sonorense, sino en el ámbito nacional, una candidatura que da la espalda a la política entendida como publicidad frívola. O mejor, concebida como táctica retórica para atraer incautos y dejar sembrada falsas esperanzas.
Bien saben los electores que el ahora candidato a presidir los rumbos de la economía municipal, la salud de los cajemenses, sus premuras en materia de vivienda, empleo, educación; es decir, en los órdenes del bienestar, serán satisfechas en términos de oportunidad y de acuerdo con los recursos de que disponga como autoridad. En el caso, claro, de que los ciudadanos le refrenden la confianza que le han otorgado sucesivamente.
El actual munícipe, Rogelio Díaz Brown, fogueado ante cruciales desafíos, el agua para empezar, deja un espacio abonado por la honestidad, la eficacia y el apego a la legalidad. Alcalde laureado, su desempeño hace confiar que, sin duda, trascenderá como legado positivo, ejemplar a toda prueba. Que lo digan, si no, los dirigentes de la Tribu Yaqui, encarcelados contra toda normatividad y con exceso de atropellos, además que den su opinión los pueblos indígenas, quejosos en abandono abrumador por las instancias estatales y federales, denunciantes de la contaminación en su cuenca hidrológica, de posible exterminio por el desdén y pisoteo a sus usos y costumbres.

Félix Chávez sale al paso de los líderes de la guerra sucia. Refrenda su convicción en cuanto a que su legado político no es cuestión de dinastías. Esgrime el criterio de que si bien las virtudes políticas no se heredan, pues así serían genes acopiados de forma espontánea y natural.

viernes, 20 de marzo de 2015

LX ANIVERSARIO: SEMANA DE BIOTECNOLOGÍA EN EL ITSON

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Celebra en grande, académicamente hablando, el Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON), sus primeros sesenta años. Se adjunta en estas seis décadas de existencia los primeros cinco años que le precedieron bajo la denominación de Instituto Tecnológico del Noroeste (ITNO)
Es casa de la inteligencia con mayor prosapia en el Sur de Sonora. Por los años de servicio a la comunidad, por su desempeño en constante ascenso, tiene el carácter de máxima casa del saber científico, tecnológico y humanístico en la región desde la cual irradia conocimientos y saberes, sin distinción de clase social o bien de origen étnico.
En el programa de festejos, lo académico ocupa el sitio principal. Pero habría  que referirse al deporte como un factor de la educación integral que propaga desde sus instalaciones en el centro de la ciudad como en la unidad dotada  de modernos laboratorios y bien equipadas, aulas y auditorios del Náinari. Aludimos aquí a la Universiada que tiene lugar en su espléndido campus deportivo.
La III Semana de Biotecnología confirma, por si fuese necesario, su sitio de vanguardia en el desarrollo de la ciencia en sentido de faro que ilumina el horizonte en que ejerce su influencia cotidiana. El ITSON irradia el saber de sus docentes e investigadores hacia los valles de Guaymas y del Mayo en la ancestral ciudad de Navojoa.
Dice con toda razón el rector de la Universidad, Isidro Roberto Cruz Medina, que la Semana de Biotecnología abre espacios a la participación de la comunidad estudiantil, significando con ello la oportunidad que tiene la juventud universitaria del ITSON a fin de escuchar las sabias disertaciones de especialistas en el campo de la ciencia que distribuye beneficios hacia la agricultura, la medicina y el cuidado ambiental.
Reúne en la III Semana de Biotecnología a notables académicos de la UNAM, de la UNISON y de otras instituciones prestigiadas, lo cual es un motivo no sólo conmemorativo sino de palpitante actualidad en un medio social, agroindustrial y empresarial que se distingue por sus dinámica, afanes de progreso y creatividad por medio de la aplicación de las más novedosas tecnologías derivadas del conocimiento teórico contemporáneo.
Del  mensaje rectoral se desprenden diversas motivaciones dirigidas a la comunidad universitaria, entre las que habría que subrayar lo relativo al papel transformador de las técnicas en la vida económica de la región y las repercusiones en el modo de entender el entorno natural con todo y su cauda de riesgos y bondades.
Servirán estas Jornadas, incluso, para cambiar actitudes y costumbres, hábitos inveterados, por una parte. Por otra, harán ver la ocasión a fin de influir en el desarrollo de métodos para remediar el deterioro ambiental y preservar la calidad de vida en nuestro gran hábitat: el planeta Tierra.
No es, por cierto, uno solo el objetivo a que se dedica el sexagésimo aniversario. Rectoría del ITSON promueve la memoria académica de la institución mediante la reseña de su génesis, crecimiento y desarrollo académica en el seno de la comunidad que le dio origen y vigor a fin de sobrevivir ante situaciones emergentes. El doctor Cruz Medina ha mencionado fecha tentativa en que aparecería en letra impresa la biografía del ITSON, con la evocación de sus egresados más recientes y del lejano pasado.

La Universiada Regional 2015 del ITSON, finalmente, pone de relieve el valor de la destreza física no como un eco elitista, el cual predominó en la educación antigua, particularmente en la Grecia arcaica (por ejemplo en Esparta). Es componente eficaz en al desenvolvimiento del carácter, de la voluntad y de la prestancia humana con la finalidad de hacer tangible el apotegma clásico: “Mens sana in corpore sano”.

miércoles, 18 de marzo de 2015

DE OVERSIGHT A BUENAVISTA: JUSTICIA POR MANO PROPIA

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A más de una centuria, casi 110 años, la Huelga de Cananea en la Mina Oversight suscita similares evocaciones: injusticia, humillación, vejaciones y altivo autoritarismo, al igual que lo ocurrido ahora en la Minera Buenavista, propiedad de Grupo México. ¡Pasta de Conchos no se olvida!
En aquel entonces, el conglomerado en protesta estaba formado por  rezagadores y carreros, barreteros y ademadores, todos ellos obreros en calidad de sobreexplotación que prorrumpían en gritos como el de “¡Cinco pesos y ocho horas de trabajo!”.
A nadie en la Entidad hacía estremecer aquella situación en donde la miseria y la explotación eran compañeras inseparables de los vilipendiados trabajadores, como ahora tampoco, incluyendo a funcionarios de la Federación, es capaz de atender los gritos de angustia como el de: “Si no hay agua para los habitantes del Río Sonora, tampoco habrá para los del Grupo México”.
La amenaza de huelga se cumplió tras el levantamiento de los mineros de Cananea. Y hoy, nadie dice lo que ocurrirá, si perdura la sordera y si el mutismo oficial continúa al paso de las horas y los días. La huelga dio paso a la encarnizada lucha contra los poderosos empresarios de la Oversight; así Cananea, a partir de la cruenta protesta, se volvió símbolo de la histórica lucha, la del débil frente al fuerte. Y, en el caso, sigue siendo punto de partida para batallas organizadas y referencia de imborrable memoria.
Llega la justicia por mano propia cuando los límites de la obediencia, el término de la prudencia y la disidencia dentro de los cauces de la legalidad, han sido violentados con lujo del desdén y la prepotencia. Surge, cuando menos se espera, y el reclamo verbal se convierte en hecho contundente. De ese modo, estalló en aquella Minera, dando pábulo a la violencia la cual de chispa distante y crepitante se haría hoguera incendiaria en todo el territorio nacional.
No se quería, mucho menos el dictador Díaz, que el torbellino se hiciese movimiento armado,. Y nadie quiere ahora, cuando todo indica que estamos en el umbral de reformas que podrían tener sentido social, que la paz y la armonía se quebrantaran por obra y gracia del abuso, los atropellos al Estado de Derecho, y por la absurda tolerancia de la autoridad frente al cinismo y el despojo en pleno día.
De John Locke a Luther King, pasando por H. D.Thoreau y Mahatma Gandhi, el derecho a la rebelión adquiere su propia versión en el sentido de práctica social, sin que por ello sea objeto de enfrentamiento propiciado por el Estado, más aún cuando el Estado se ostenta como organización respetuosa de los Derechos Humanos, garante de las libertades de libre tránsito y de libre expresión. Pertrechado, además, por ordenamientos de anticorrupción y de transparencia.
J. Rawls en su ensayo sobre Desobediencia Civil (1978) expone el tema en estos términos: “¿En qué punto deja de ser imperativo el deber de acatar las leyes promulgadas por una mayoría legislativa, en razón del derecho a defender las propias libertades y oponerse a la injusticia? Esta cuestión  entraña la de la naturaleza y los límites del régimen mayoritario”.  Prosigue: “Por este motivo, el problema de la desobediencia civil es una causa instrumental primordial para verificar cualquier teoría sobre el fundamento moral de la democracia”.
Hasta aquí la reflexión.  En el escenario de todos los días, nos percatamos que sube, cada vez más y más, el tono de las inconformidades: los derrames de tóxicos por la Minera del Grupo México suceden uno tras otro, en medio de pasmosa impunidad. Más de siete mil afectados por la contaminación siguen esperando la magra indemnización. Ni qué decir de la suerte de los presos políticos por la defensa del agua y en contra del Acueducto Independencia.

Y asoma, así, el monstruo de mil cabezas: el de la justicia por mano propia.

martes, 17 de marzo de 2015

NORMAN BORLAUG: CIEN AÑOS DESPUÉS

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Hace un año, por estos días, se conmemoró el centenario del natalicio de uno de los hombres con mayor celebridad en el mundo: Norman Borlaug, científico, filántropo en el más profundo significado del término, personalidad radiante de pasión por la biotecnología vegetal, benefactor número uno en un mundo de famélicos sin esperanza de vida en la remota India y en el lejano Pakistán.
Nació en una granja de los Estados Unidos de América, pero vivió largos y productivos años en Cajeme, haciendo del Valle del Yaqui su segunda patria, su hábitat propicio para su espíritu de investigador y de inventor de una realidad espléndida: la multiplicación de los panes en  una época de voraz hambruna en la patria de Gandhi y de la hoy mundialmente reconocida activista, Nobel de la Paz, 2014: Malala Youzafzai.
En la ceremonia conmemorativa del doctor Borlaug, Premio Nobel de la Paz, hace un año, el alcalde de Cajeme, Rogelio Díaz Brown, expresó: “Por nuestra vocación agrícola, los habitantes de Cajeme cuidamos, valoramos y defendemos el agua  como el recurso indispensable para la construcción de un futuro de progreso y bienestar, pues representa un elemento potencial para nuestro crecimiento económico”.
Antes, el munícipe ampliamente conocido por su lealtad en la defensa del recurso vital, el agua, para la producción de satisfactores alimentarios, había encomiado el alto nivel productivo del Valle del Yaqui y aludido al honroso título de “Granero de México”, alcanzado por disposición de sus empresarios, ejidatarios, comuneros y su población indígena.     
En la persona del Dr. Borlaug, el alcalde Díaz Brown había rendido generoso tributo a los héroes del pensamiento, a los adalides de la ciencia y la tecnología referidas a la actividad agroindustrial. Hizo notar entonces que las bondades de la Revolución Verde eran hechos documentados en las páginas de la Historia Universal. Y dio a la hazaña de la ingeniería genética su debida proporción: obra del conocimiento y de la paciente dedicación; de la experimentación planificada y de la organización al servicio de la sociedad, más allá de las barreras políticas y por encima de fronteras concebidas para ser franjas inexpugnables y no puertas y ventanas de comunicación y de intercambio de bienes para el bienestar y la paz universal.
A doce meses del centenario, el panorama sociopolítico y jurídico en Sonora es muy otro. Aunque entonces se dejaba sentir tensión y zozobra con motivo de la operación del Acueducto Independencia había, no obstante, grandes esperanzas y razonable optimismo sobre rectificación de ilegalidades. El cambio en las alturas del máximo poder político dejaba incubar confianza en torno a la rectificación de la justicia jurídica, sobre cómo restituir el deteriorado Estado democrático de Derecho. Rondaba la fe en las instituciones para resolver el diferendo en tribunales del Poder Judicial y se confiaba en la sabia interpretación de los custodios de la Constitución tocante a los derechos del agua, sobre su uso y usufructo; en torno a la consulta entre los usuarios y sus legítimos beneficiarios. En suma, crecía la certidumbre en que una consulta digna de ese nombre merecía del aval de autoridades en la materia, de científicos y expertos, planificadores y conocedores de riesgos y posibles daños, mediatos e inmediatos sobre el entorno ambiental.
Hoy las cosas han cambiado. En el banquillo están autoridades políticas y administrativas. El gobernador Padrés no está solo entre los inculpados. Ahí figuran los titulares de Semarnat, Profepa y de Conagua.
Por si esto fuera poco, se sabe de los derrames de tóxicos sobre ríos y arroyos de la Entidad. Los remedos de castigo: multas ínfimas ante  daños colosales.

Así, el aniversario del Dr. Borlaug ocurre entre augurios sombríos y grandes desesperanzas.

jueves, 12 de marzo de 2015

PADRÉS ELÍAS EN SAN LÁZARO, ¿QUIÉNES SIGUEN?

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La Cámara de Diputados daría entrada al caso Padrés, así conocido en los medios informativos, el mismo día en que  las  Comisiones Unidas de la Cámara de Senadores aprobaron, en lo general y por unanimidad, la Ley General de Transparencia. Con anterioridad, la iniciativa anticorrupción había pasado el examen de los legisladores.
El punto de acuerdo es de suyo explícito: someter a votación el exhorto a la PGR y a la Secretaría de la Función Pública (SFP), con el propósito de que se investigue, con arreglo a sus atribuciones,  el caso de corrupción en el que aparece involucrado el titular del Ejecutivo de Sonora, Guillermo Padrés Elías.  Hasta ahí el adelanto.
De prosperar el exhorto, tras la investigación y en caso de hallarse imputable, se fincarían las responsabilidades conducentes.
Resultaría coherente y aún plausible la decisión de los representantes populares en cuanto a la moción para dar entrada y consensarse el exhorto en cuestión. Los ordenamientos que dictamina el Congreso son mucho más que palabra sin sustento obligatorio. Representan la voluntad social, el querer jurídico de los ciudadanos con carácter de inviolabilidad; es decir, con validez y eficacia, una vez decretados aquellos por el Presidente de la República.
En consecuencia, no más corrupción desde las alturas del poder; no más negocios ilícitos, inimputables, de cuello blanco, al amparo del fuero convertido en inmunidad constitucional, con “Patente de Corso”.  La ley anticorrupción significa que la impunidad deja de ser arma de dos filos: uno para ajuste de cuentas sobre el ciudadano común y otro para no hacer mella en la persona de autoridades y funcionarios, a pesar de la comisión de ostensibles delitos.
Asimismo un “¡Ya basta!” con la Ley de Transparencia, a la campaña de mentiras propagandísticas, para que no tenga lugar la práctica maquiavélica basada en el principio de que es mejor aquel que miente más.
La intencionalidad en uno y otro ordenamiento, el ya debatido y el que está en proceso de aprobación, va por el camino de hacer claridad y dar sitio a la legalidad administrativas, de tal manera que la discrecionalidad se convierta en responsabilidad republicana. De ser posible, según aquella austeridad ejemplar a que se refería el oaxaqueño Benemérito no sólo de las Américas sino de universalidad planetaria, don Benito Juárez.
Lo deplorable en todo esto (nos referimos al caso que involucra al mandatario de Sonora), es lo siguiente: ¿Fue necesario que el señalamiento en cuestión tuviese un débil eco en el órgano legislativo hasta que apareció la denuncia en el diario estadounidense  “The Wall Street Journal”? ¿No bastan los tronantes pronunciamientos de los diputados locales para que los ensordecidos oídos de las comisiones en el Congreso escuchen lo que hoy es motivo de cólera y encendida polémica en San Lázaro?                  
Por otra parte, ¿Desde cuándo la figura de Juicio Político dejó de tener vigencia, pues da la impresión de ser letra muerta en vez de principio que determine públicamente la responsabilidad de funcionarios y jefes de Estado? Por otra parte, ¿han renunciado diputados y senadores a ejercer sus más altos deberes para contener la anarquía en boga, la incontrolada codicia de quienes juraron cumplir y hacer cumplir los mandatos de la Carta Magna?

Una vez destapada la Caja de Pandora aquende y allende las fronteras, habrá que esperar, con la mejor esperanza, a que  salga a flote la urdimbre de complicidades, la cadena de latrocinios arropados en el manto de la impunidad y se castigue con meridiana ejemplaridad el uso y abuso de la política como vía de enriquecimiento y alianza con la criminalidad.

miércoles, 11 de marzo de 2015

CLAUDIA PAVLOVICH: ACIERTO Y COMPROMISO DE CAMPAÑA

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Comienza bien Claudia Pavlovich su campaña política. Diríase: “empieza con el pie derecho”. Deja ver con hechos más que con palabras el propósito de restablecer en Sonora el Estado democrático de Derecho a la fecha en deplorable crisis, violentado hasta más no poder.
La intención, por cierto fallida, de visitar al reo político y dirigente de la Tribu Yaqui, Mario Luna, pone en alto su propósito y su firme compromiso de  procurar justicia a través de los órganos  conducentes en el caso, como todo parece que así será, de obtener el aval ciudadano en los comicios de junio próximo, y ser titular del Poder Ejecutivo en la Entidad.
Se le impidió el acceso al reclusorio hermosillense, con argumentos verosímiles, pero con la artera intención, sesgada sin duda, de negarle el derecho  de dialogar con el recluso, encarcelado por ejercer la garantía de disentir y presidir las protestas de los pueblos indígenas por la operación ilegal del Acueducto Independencia.
Si cupiese la duda acerca del posicionamiento de Pavlovich en el controvertido asunto, su denuncia y enfática demanda  de que se libere a Mario Luna y obtenga la libertad conculcada por arbitrio infundado del régimen en el poder, despejan toda incertidumbre. La abanderada priista pone a consideración de la ciudadanía su convicción en el sentido de que se está cometiendo una injusticia jurídica, moral y étnica con la privación de la libertad de un dirigente leal, respetuoso de la ley, comenzando por la legalidad establecida en el sistema de la Etnia, de sus usos y costumbres.
Claudia Pavlovich refrenda y dignifica, con lo anterior, no sólo la convicción personal, la de su investidura política y por supuesto la de su Partido, en una lucha histórica cuyas consecuencias no se ponderan aún del todo: la batalla por los derechos a la convivencia y a la sobrevivencia; los derechos a la propiedad de quienes hacen de las labores del campo una forma de vida, una actividad productiva en menor o mayor escala para el sustento familiar y para el bienestar social.
Define y redefine principios ideológicos, partidistas  y de índole progresista en medio de horas penumbrosas y oscuras incluso en las que parecen naufragar los valores que han hecho ejemplar y luminosa la historia de Sonora. Pone en el tapete de la lucha política por el poder, por encima de pretensiones de clase, de supremacía social o económica, los principios del igualitarismo, de la libertad y la responsabilidad, así como la prevalencia de la tolerancia y el respeto hacia los demás.
Hablar por los pobres no es halar contra los ricos, parecería argumentar Claudia Pavlovich, evocando a Victor Hugo cuando el inmenso poeta francés arengaba, así, a sus compatriotas: “No hay pasiones políticas en presencia de los que sufren y no hay sentimiento más profundo en el fondo de uno mismo que un corazón que sufre con ellos y un alma que ruega por ellos”.
Y su voz contestataria iba de los diarios a los libros y de ahí a la tribuna: “Denuncio la miseria, que es la epidemia para una clase y el peligro para todas. “Denuncio la miseria, tronaba el autor de “Los Miserables”, que no sólo es  el sufrimiento del individuo sino también la ruina de la sociedad. Yo denuncio la miseria, esa larga agonía del pobre que concluye con la muerte del rico”.
Hoy es la apología y resonante defensa de uno de los líderes de la atribulada Etnia. Mañana serán los obreros y jornaleros empleados y desempleados. Más tarde las mujeres acosadas y vejadas. Luego los miles y miles de niños, adolescentes y jóvenes sin oportunidad de asistir a escuelas y centros de enseñanza técnica y profesional.
De ahí el comentario en el sentido de que tiene impacto positivo el comienzo de campaña, por parte de Claudia Pavlovich.

Y a un buen principio, sin duda, un final mejor.

lunes, 9 de marzo de 2015

IMPUNIDAD Y CORRUPCIÓN: MANDATARIOS EN LA MIRA

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Tardíamente pero llega, al fin, la Ley Anticorrupción. Y quitando el eufemismo por lo de su tardanza, cabe añadir que si esto sigue por buen camino, más pronto de lo que se piensa llegará a su término la cauda de robos en despoblado y la cadena de enriquecimientos ilícitos por parte de funcionarios públicos en el país: menores, medianos y de la clase alta.
Al destaparse el mar de fondo de la corrupción en la burocracia nacional, mandatarios de todos los colores y de ideologías importadas, habidas y por haber, no ha quedado partido político libre de toda sospecha, suspicacia e incluso de propagandismo electorero. PRD, PAN Y PRI han sido los primeros en haber sido colocados en la mira de los “dimes” y “diretes”, con motivo de señalamientos provenientes de personas, grupos, asociaciones y líderes partidistas ansiosos de dejar mal parados a presuntos y reales malhechores, ante potenciales electores.
En Guerrero, el partido que va en el cabús de la carrera por el poder político fue primero en haber sido llevado al banquillo de los acusados. Cayó, así, el gobernador Aguirre y familia consanguínea, además de correligionarios implicados con los cárteles de la droga.
En Sonora,  el jefe del Ejecutivo, sucesor panista en el gobierno estatal y beneficiario político del expresidente Felipe Calderón, está siendo sometido a indagatorias, una tras otra, cuyo final agónico da la impresión de ser un tormentoso y rudo castigo político del que poco o nada quedará del PAN como no sea la imagen vilipendiada de Partido de la alternancia, aunque no de la transición a la democracia.
En Chihuahua, la candente oratoria del senador  Javier Corral  deja en el tribunal de la maledicencia al gobernador César Duarte Jáquez, con la acusación de inversionista y empresario con los dineros del erario público, sin que hasta ahora el señalamiento adquiera visos de veracidad mediante pruebas contundentes. Así, la ofensa está en el aire, y el daño en suspenso, con el avieso propósito de ser convertido en señuelo durante los próximos comicios.
Volviendo a lo de Sonora, la defensa verbal del dirigentes panista, Gustavo Madero a su pupilo el aún jefe del Ejecutivo estatal, Guillermo Padrés Elías, hace recordar el dicho de “No me defiendas compadre.” Esto, en la medida que Madero  pone  de antemano a Padrés contra la pared y en manos de sus contrincantes, de sus mismos correligionarios y de la masa electoral que ve en él al Hermes de la derrota anticipada del panismo calderonista y hace del otrora victorioso héroe de la alternancia un mártir de la presunta democracia en la Entidad.
“Cosas veredes”, diríase con la expresión atribuida al Quijote.
Al político sonorense en la mira por lo del rancho  de su copropiedad, le ha llovido en grande: lo del hermano incómodo rebasa todo lo imaginable; la contaminación en los ríos Bacanuchi y Sonora por la “Minera de “Grupo México”, lo asocia a la irresponsabilidad de organismos federales (Conagua, entre otros), con dura insistencia; ni qué se diga lo del Acueducto Independencia en cuyo vértice confluyen corrupción, delitos de cuello blanco, violaciones al Estado de Derecho; en suma, previsibles daños a la salud y a la economía, a la seguridad, a la salud y a la vivienda.
Bienvenida, así pues, la multicitada Ley Anticorrupción. Mal se haría si se le considera como un mero añadido al conjunto de reformas constitucionales decretadas por el Presidente de la República Enrique Peña Nieto. Tiene el carácter lógico-jurídico de ser propedéutica en el sentido de introducción, pilar y base de todo el edificio que renueva a la pre moderna fachada institucional.

Así en lo interno como en las relaciones de México con la sociedad internacional.

jueves, 5 de marzo de 2015

YAQUIS Y MAYOS: VIL ACOSO Y DESERCIÓN ESCOLAR

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No cabe la menor duda. Las etnias del sur de Sonora son blanco infame destinado a ser extinguidos por despojo, invasión de sus bienes y pertenencias, así como a través de la contaminación de ríos, arroyos y acuíferos de su propiedad.
A lo anterior habría que añadir el cobarde y solapado asalto a derechos conculcados con lujo de cinismo y soberbia: de la educación, por parte de quien es responsable de tutelarlos; asimismo, la autoridad bajo entredicho procede negando la entrega de becas a más de tres mil niños y jóvenes indígenas, quienes han ganado dichos apoyos en legítima y pública competencia.
Desde tiempos de la invasión y el saqueo por parte de los “yoris” de ultramar, pasando por la convulsiva y tormentosa época de la Reforma, el Imperio y la Revolución hasta llegar al mandato de Lázaro Cárdenas, el General, los indígenas han sido objeto de rapiña lo mismo por caciques criollos de Chihuahua como por turbas saqueadoras llegadas del país del Norte, en Sonora, sedientas de placeres ocultos en sus feraces valles y prodigiosas montañas.
El expresidente les otorgó tierras y agua, refrendándoles títulos legítimos a los descendientes de Anabayulety, Cajeme y Tetabiate. Los hizo poseedores con plenitud de garantías, según el propósito de poner término al afrentoso capítulo de ignominias cuya finalidad consistía en justificar el latrocinio y legitimar la política de extermino  cuando no la malévola intensión de marcar a cada etnia como fierecillas salvajes capaces de matar por matar y de sobrevivir a expensas de los bienes y las riquezas de los “yoris”  mexicanos.
De indios “patarrajadas” no dejan de ser llamados los “naturales” de los pueblos   autóctonos, como si el uso de tehuas y huaraches fuera distintivo denigrante y sello identificador de seres infrahumanos. Indolentes, ineptos y hombres-zánganos son llamados hombres y mujeres que en su mismo territorio, heredad de sus mayores, son considerados apátridas por extraños y connacionales.
Pero el afán de exterminio en contra de yaquis y mayos va más allá del afán de exterminio por la vía física, el robo de agua, por caso, un bien que les fue otorgado según Decreto Presidencial en la administración política del Mandatario Cárdenas.  La Ley de Aguas Nacionales no dejaría mentir al respecto. Es el ordenamiento que invocan los defensores de yaquis y mayos, el alcalde Rogelio Díaz Brown y el diputado con licencia Faustino Félix Chávez, en defensa de las etnias asentadas en los valles del Yaqui y del Mayo de cuya desafortunada controversia, se habla como de un final feliz, pero no se concreta aún en palabras de la Ley.
El autor actual de los ilícitos considerados acoso y despojo en propiedad ajena  no sólo goza de palmaria impunidad, sino, además, es coautor de burlas a la justicia, ostentándose como émulo del Rey francés para quien el Estado, Francia, encarnaba en su persona. Por lo tanto hace y deshace sin que ninguna autoridad limite la suya.
Mucho más grave o, al menos, tan grave como la extinción humana por el método de la inanición, lo es esta amenaza y su cumplimiento por la vía del atentado contra la integridad del espíritu. La educación, la enseñanza y el cultivo de la mente son derechos inalienables en todo Estado democrático de Derecho. Limitarlo, cercenarlo y violentarlo sólo cabe en espíritus enfermos de poder, en políticos venidos a menos por razón de la avaricia y el egoísmo mal entendido y peor ejecutado. Esta actitud provoca criminal deserción escolar.
No hay duda que la amarga experiencia que padecen niños, adolescentes y jóvenes aborígenes es transitoria. Pero algo habrá que hacer mientras tanto, además de proclamar denuncias por los atropellos.  
El peso de la arbitrariedad es mayor, mucho mayor, de lo soportable. Y no habrá que dejar al tiempo lo que hoy amerita intervención urgente y perentoria.