Maestra
de Grecia llamó Pericles a la ciudad de Atenas en su discurso en honor de los
caídos durante la guerra. En ciudad abierta la convirtieron sofistas de la
talla de Protágoras y Gorgias, por su estilo
de educar sin distinción de clase, origen étnico o posición económica.
Fueron
estos últimos, educadores itinerantes, oriundos de Abdera y Sicilia, quienes
impartieron su saber en sitios públicos, por medio de preguntas y respuestas, y
a través de la polémica.
A
ellos se da el mérito de haber colocado la primera piedra de la escuela
popular, de la Escuela para Todos. Tienen la honra de haber fundado el plantel
educativo que no limita el ingreso por cuestiones de salud física, como tampoco
lo restringe por causa mental o psicológica.
En
la escuela libre de cerraduras, sin ataduras, la escuela laica es sitio idóneo
en el que se procrean raíces de la sociedad abierta y en cuyo seno prosperan
todas las teorías científicas sobre la naturaleza, la sociedad y el arte. En esos
espacios caben, sin cortapisas, niños, adolescentes, jóvenes y aun adultos de
la tercera edad.
La
Escuela para Todos es corolario de un movimiento con sentido social que implica
que no hay condiciones limitativas de ninguna especie, a no ser las conocidas
por renuencia propia o impuesta, o por la aviesa voluntad que excluye,
obstrucciona o discrimina.
En
sentido opuesto, la escuela dentro de la sociedad cerrada tiende a ser
exclusivista; por tanto elitista. Promueve condiciones y requisitos que van
desde el origen clasista hasta el nivel socioeconómico, sin descontar el grado
de discapacidad o los impedimentos físicos y mentales que hacen merma en el
aprendizaje y en el dominio de habilidades.
Sede
del congreso educativo mundial en el próximo otoño, con reconocimiento universal a Cajeme en su calidad de municipio
incluyente, la educación adquiere ahí el valor de palanca que remueve ancestrales
usos y costumbres. Educadores, directivos y docentes, con apoyos del
Ayuntamiento y por decisión autónoma de las autoridades locales, hacen valer y
llevan a los hechos la propuesta pedagógica inspirada en la idea de que la Escuela
para Todos es centro irradiador de cultura popular al alcance de grupos
sociales marginados y con desventajas o discapacidades de diversa índole.
A
título de ejemplo, el plantel CBTIS, número 37, fue declarado “pionero”, motivo
de orgullo dentro del esquema de educar sin exclusividades, impartir
conocimientos y habilidades sin preferencias o hacerlo según presunciones del
saber excepcional.
Rogelio
Díaz Brown, alcalde municipal, promueve y respalda con hechos, la propuesta
incluyente en todos los órdenes de la convivencia. Califica de pionero al
plantel mencionado y como “orgullo de Cajeme”, basado en la calidad educativa,
excelencia en el desempeño docente y por los encomiables resultados de los educandos, así como por la acertada conducción
administrativa.
Y
al llamar “Pionero”, “Orgullo de Cajeme”
al CBTIS 37, alude a que el plantel es
un espacio educativo de vanguardia, incluyente, el cual atiende a personas con
“necesidades especiales”, sin discriminación ni soslayos. Asimismo, confirma
que hay francas perspectivas de ingreso y egreso, facilidades
de participación productiva en tareas
formativas e informativas. Todo ello en beneficio del sector demográfico hasta
ahora en franca discriminación y desamparo.
CBTIS
37 pasará a la historia no sólo en Sonora como plantel piloto de enseñanza pública con puertas
abiertas, espacios y medios para personas necesitadas de educación especial. Califica
como pionero ante todo por garantizar respeto a la dignidad de las personas y
como modelo con capacidad de dar posibilidades para el goce de bienes y
oportunidades propios de la sociedad abierta.