Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







domingo, 30 de abril de 2017

A CIEN DÍAS EN LA CASA BLANCA: EL TLC EN LA MIRA

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Se dice pronto. Pero más de tres meses en la Casa Blanca no ha sido fácil, como un día de paseo, al frente de la Presidencia en los Estados Unidos.
No ha sido nada parecido a una temporada en las playas de Miami o en los parajes edénicos de California. Mucho menos han sido la plena comodidad para el nuevo huésped, el supermillonario Donald Trump, acostumbrado a la obediencia inmediata de sus auxiliares y consejeros. Es decir, todo ha sido para el acaudalado empresario una cuesta arriba difícil de escalar. El método, para llamarlo de algún modo, de las amenazas, de las bravuconadas, no lleva a ningún lado desde lo alto de la primera magistratura de una democracia al estilo de la estadunidense, como no sea al ridículo o al desencanto de unos cuantos, incluido el titular.
Por cierto, todo el Continente, y el mundo, han mirado, entre el azoro y la estupefacción, al no saber qué hacer ante los desplantes del mandatario de la nación más poderosa.
Unas veces ha sido a causa del asunto migratorio en donde los disgustos del Presidente Trump, sus temores y resquemores, lo llevaron a desafiar a los poderes supremos de la Nación.
Otras veces ha sido el tema de los aranceles y los desafíos pro empresariales que dan a entender que los Estados Unidos había llegado al extremo de haberse convertido en un islote en medio del mar de países limítrofes y allende sus fronteras, en una etapa en la que el caso de la madre patria, Inglaterra, tomaba el camino de abandonar la UE, haciendo del afamado “Brexit” una forma de evadir y de no afrontar los retos de la convivencia internacional.
El tema del TLC, en estos días, golpea en donde más duele a la mayoría de los estadunidenses, habituados a ser la central de abastos más poderosa del mundo. Dueña de empresas altamente competitivas, lo primero que se ocurre ante naciones asimismo fuertes, desde el punto económica y con gran capacidad productiva, es que los Estados Unidos se quedarían solos, con sus imponentes bodegas repletas de mercancías. Y sin saber cómo actuar para no ir a la bancarrota.
Se olvidó, y Donald Trump también incurrió en ello, la historia misma del país en lo que se refiere a que la Presidencia, en cuanto tal, es una hechura de sus ciudadanos, una creación original y originaria, con todos sus asegunes. Ahí, la Presidencia no es el trono sustituto de reyes y tiranos, encabezada por seres caídos de las alturas, cuyas órdenes han de ser cumplidas al margen del Parlamento o de otras instancias encargadas de ejercer el poder, coparticipando en decisiones que afectan o tienen que ver con las mayorías.
Los reveses que ha sufrido Donald Trump en estos cien días de su gobierno son una clara enseñanza en cuanto a que tendrá que asumir lo más rápido que pueda a fin de ejercer el poder, el cual no es ni remotamente similar al funcionamiento de un “trust” o de una empresa.
Viene ahora la prueba de las pruebas: la renegociación del TLC.
Por lo que puede verse, no será una experiencia placentera, un Día de Campo.. No lo será, igualmente, para los países suscriptores: Canadá y México.

De imponderable ayuda será, en estos momentos, la lectura del libro “El arte y la ciencia de la negociación”, escrito por Howard Raiffa (FCE, 1991, 368 p.).

lunes, 24 de abril de 2017

KANT y KELSEN: 1724 y 1973

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Abril es mes del año para recordar a dos próceres del criticismo: a Inmanuel Kant  y a Hans Kelsen. Ambos, de lengua alemana. El primero nacido el 22 de abril de 1724 en Könisberg, el segundo, desaparecido físicamente el 18 de este mes, 1973, en Berkeley, California.
Kant es el héroe intelectual de la Ilustración. Hume, según evocación suya, lo hizo despertar del sueño dogmático. Él llamó a Rousseau el Newton de la moralidad.Por su parte, Kelsen, príncipe de los juristas, así llamado por el encumbrado lugar que escaló, con talento y esfuerzo propios, acudió a Marburgo con la finalidad de escuchar de viva voz a Hermann Cohen, continuador del legado kantiano; de quien retomó el concepto de pureza metódica, el cual predomina en libros que lo confirman con la denominación del Einstein de la moralidad.
Kant publicó, en 1788, la segunda de sus obras magistrales, la “Crítica de la Razón Práctica”, Kelsen, su obra fundamental,  los “Problemas capitales de la Teoría Jurídica del Estado” (1911), conocida con el título abreviado de “Problemas Capitales”.
Entre dichas obras hay un vínculo de sorprendente continuidad que enlaza a los autores en el campo de la moralidad, haciendo posible que el tema de la voluntad y por tanto los de la ética fuesen colocados bajo la nueva luz del entendimiento y de la experiencia.
Imposible olvidar aquí la contribución señera del fundador de la escuela neokantiana de Marburgo, H. Cohen, a través de su “Ética de la Voluntad Pura”.
La ocasión nos permite, por lo menos, citar las traducciones y los comentarios de sus intérpretes de las obras de Kant antes aludidas y de Hans Kelsen.
De la doctora Dulce Granja, maestra universitaria (UNAM-UAM), es la traducción, el estudio preliminar y el analítico de la “Crítica de la Razón Práctica” de Kant.
Del doctor Ulises Schmill son las notas, la revisión y la presentación a la  segunda edición de los “Problemas Capitales…”
Dicha edición con sello de Editorial Porrúa (mayo de 1987)  tiene estas palabras encomiásticas, cuyo valor “post mortem”, adquieren particular sentido. Dicen así: La Universidad Nacional Autónoma de México dedica la publicación de esta obra, por Hans Kelsen, al profesor Guillermo Héctor Rodríguez, expositor en México de la teoría pura del Derecho, por su brillante  labor docente por más de 30 años.
Habríamos de añadir, como alumnos y seguidores de las enseñanzas del maestro Rodríguez, que hasta donde sabemos fue él quien, al lado de don Alfonso Caso, promovió el legado kantiano y kelseniano en la UNAM del criticismo universal en la tríada filosófica: ética, lógica y estética.
Todo acto humano es un  acto jurídico fue la tesis y el pivote de la pedagogía derivada de Hans Kelsen y del precursor de la teoría científica de la filosofía propiciada por el genio de la Ilustración, de Kant y de sus inmediatos sucesores, Natorp, Cassirer y Popper, entre muchos otros. La ética de la voluntad pura. la ética de la libertad y la responsabilidad no serían, ni remotamente posible, sin las obras y el pensamiento de Kant y de Kelsen.
La crisis de nuestros días en el plano internacional implica el análisis sereno a la luz radiante de la filosofía de Kant y de las contribuciones de Kelsen, como en los tiempos del Presidente Wilson, inmediatamente previos al desenlace de la Primera Guerra Mundial.

Estamos aún a tiempo.

domingo, 16 de abril de 2017

ACOSO A PERIODISTAS: LIBERTAD BAJO CUSTODIA

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De la intimidación al acoso y de éste al crimen contra periodistas, la libertad de expresión padece la más violenta embestida por parte del terrorismo. La impunidad ha hecho su oscura labor: querer acallar a quienes consideran sus verdaderos opositores.
No parece tener fin la cadena de asesinatos de informadores en todo el territorio nacional.
Los más recientes hechos cometidos con lujo de violenta saña van del norte al sur del mapa ensangrentado por sicarios al servicio de la criminalidad. En Chihuahua, lo mismo que en Veracruz y hace unos días en Baja California Sur, las agresiones indican que tras el velo de la impunidad los testaferros del crimen están dispuestos a dar su temeraria batalla para amedrentar a los trabajadores de la comunicación, con el objeto de que enmudezcan o, al menos, incumplan con sus deberes profesionales.
El sonorense Carlos Moncada Ochoa, en su libro “Periodistas Asesinados”, da un panorama palpitante acerca de la nómina de periodistas que han caído en aras de expresar la verdad, a cuyo efecto recorrió escenarios inéditos en donde actuaron, con honor y dignidad, las mencionadas víctimas.
El español Francisco Rubiales, a su vez, produce su muy valioso ensayo con el título, de suyo elocuente, “Periodistas Sometidos. Los perros del Poder” (Almuzara, 2009), en cuyas más de 200 páginas realiza un penetrante estudio que va desde el valor de la verdad, la alianza entre periodistas y ciudadanos, hasta las resbaladizas pendientes en  las que expone ante los lectores temas a menudo soslayados: la libertad, la complicidad o contubernio; asimismo lo relacionado con los poderes económicos, sociales, económicos en los que a veces se pretende aparejar el oprobio y el honor.
Luis María Anzón, de la Real Academia Española, anticipa en el Prólogo a la precitada obra: “El autor ha colocado un espejo delante del periodismo en la democracia”.
Refiriéndose a Rubiales, autor del libro aludido, escribe: “Sus experiencias están resumidas en este libro que es un excelente ensayo sobre la libertad y el acoso a los que desde la libertad se esfuerzan por decir la verdad”.
No son ya, por cierto, los faraones egipcios, los dictadores medos y persas, los vanidosos emperadores romanos, los señores feudales; en fin, los testaferros del Kremlin o los defensores del capitalismo a ultranza.
Ahora son los emboscados del crimen organizado, con armas infiltradas y fabricadas en el exterior los que forman las hordas de la desestabilización con propósitos aviesos. Son los sicarios organizados para derruir los foros de expresión plural, arremeter sobre los que utilizan espacios públicos organizados para defender lo defendible, denunciar lo denunciable, publicitar lo publicitable. Señalar y mostrar la cara de quienes se enriquecen con los dineros de la población: los impuestos y bienes ciudadanos.
En vez de hogueras en las que se incineran manuscritos, memorias y misivas, hoy en día la cuota es la vida de los informadores; en lugar de exiliar a todos aquellos que piensan diferente cegar la vida de los que se atreven a mencionar por sus nombres y  perversas acciones a los corruptos y abusivos en funciones de poder, a los que se enriquecen sin pudor, de la noche a la mañana; a los cínicos y tránsfugas que huyen escondiéndose, cobardemente, de la justicia legal. Ejemplo: los ex gobernadores Yarrington y los Duarte, para citar a los más publicitados.

 En modo alguno, la libertad de expresión se da en abstracto, como si fuese un halo sin asidero alguno. La ejercen, y la han ejercido, hombres y mujeres con nombre propio a lo largo de la historia universal.   

domingo, 9 de abril de 2017

SEGURIDAD Y ARMAMENTISMO:¿GUERRA DE EXTERMINIO?


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Todo hace pensar que pudiésemos encontrarnos en la antesala de una guerra que, acaso, fuese la tercera y última controversia mundial.
No es cuestión de anticipar sucesos. Pero los terroríficos sucesos en Rusia y Siria dan la impresión acerca de que el primitivismo bélico está a la vuelta de la esquina. Hace aparecer su rostro ancestral en un planeta intercomunicado que está al alcance de todos.
Se incendia el Medio Oriente y las flamas llegan a los confines de Asia, con la actitud agresiva y amenazante en el norte de Corea.
Estados Unidos ha procedido, de manera unilateral, al lanzar impremeditadamente más de medio centenar de misiles contra de la base militar asentada en territorio sirio. Para Rusia, declara su máximo representante, es alevosa provocación.
Se trata, se dice en Occidente, de una acción “justificada”, ante la posición extremista del régimen terrorista sirio y de una drástica advertencia al gobierno del mandatario  aliado del provocativo o supuesto agresor.
Más de medio Continente, el nuestro, avala la acción bélica del Presidente Donald Trump.
El repudiado político recupera un terreno político jamás supuesto y mucho menos el ser recibida su intervención con gestos de beneplácito como los que acaban de expresarse.
Volviendo a las presunciones de un conflicto regional y hasta planetario, los sucesos actuales nos llevan a considerar hasta qué punto las experiencias bélicas de las dos guerras mundiales pasadas han sido inadvertidas y cómo el desdén ante las circunstancias nos apremian al grado de hallarnos en los umbrales de una confrontación final, próxima al exterminio de la Humanidad.
Los extremos se tocan entre sí.
A los reclamos de seguridad, se adjuntan los visos armamentistas. Tras la conflagración que condujo a la Segunda Guerra mundial, los países que lideran el orbe promueven con sorprendente celeridad la carrera armamentismo arguyendo la seguridad de sus fronteras, la intocabilidad de sus derechos soberanos y reclamando garantías de libertad para ejercer la defensa de sus dominios ante cualquier provocación y amenaza.
No sólo el uso de misiles sino el de armas atómicas, de hidrógeno y pertrechadas con gases mortíferos deambulan por el planeta. La teoría de la “paz perpetua” de Kant, no emerge por ninguna parte. El ex presidente Wilson ha sido definitivamente olvidado. La Liga de las Naciones ginebrina ha sido derrotada, de nueva cuenta, a causa de la ineficacia provocada por la imprevisión, la estéril coacción y la fragilidad de las resoluciones emitidas por los tribunales internacionales.
La ONU está siendo rebasada en definitiva y se ostenta como una figura decorativa en medio de la agresividad, el odio y la violencia de sus integrantes con poder de veto respaldado por la belicosidad. Pocos dirigentes de Estado han leído, por lo visto, la obra de Hans Kelsen, en particular “Derecho y Paz en las Relaciones Internacionales”. Hoy como nunca su valía rebasa los ámbitos académicos  y adquiere su verdadera relevancia en el mundo de la política mundial, con un mensaje esclarecedor y pertinente.

Lo mismo el filósofo de Könisberg con su doctrina pacifista. Kant alza su voz audible para señalar, a través de sus propuestas, los caminos que bien podrían conducir al entendimiento  y a los tratados, fundados en el método normativo, el acuerdo y la negociación.

domingo, 2 de abril de 2017

EDUCAR, ENSEÑAR A CREAR: EL MODELO EDUCATIVO

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Primero, los sofistas con Protágoras y Gorgias al frente, durante el siglo de Pericles. Luego Bacon y a continuación los empiristas ingleses, sin olvidar a Hume, Rousseau y Voltaire. Y en esa generación a Erasmo, así como a Leibniz y Copérnico. A todos ellos junto con otros pensadores más hasta llegar a Kant, cuando el hombre fue convertido en el pivote de la cultura universal.
Con los maestros itinerantes en Grecia clásica, el sujeto de la educación y de la historia fue lo que serían más tarde la experiencia y el sujeto de conocimiento, estableciendo las bases del modelo según el cual enseñar no es memorizar y repetir lo aprendido.
Si conocer no es reproducir los objetos por medio de los sentidos o a través de la razón, entonces la actividad de la enseñanza es mucho más que la transmisión del saber, algo muy distinto a sembrar en la mente de los demás la semilla de las diversas disciplinas.
El “magister dixit” que durante siglos fue  divisa de la enseñanza y principio absoluto de la educación en todos sus niveles, ha sido la piedra de toque para distinguir entre la escuela dogmática y la pedagogía crítica, a fin de establecer la diferencia entre el conocimiento a través del sentimiento, la fe y las tesis indiscutibles y el saber relativo, abierto a las novedades y dispuesto a la réplica y a la duda metódica.
Lo anterior está en el trasfondo de la actual reforma educativa, en la base misma del proyecto más ambicioso y promisorio de la reconstrucción socioeconómica por la que atravesamos. Y de la valoración “a priori” por parte de los responsables de su formulación y puesta en práctica en cuanto a su continuidad y a los plazos, riesgos y posibles frustraciones.
Un cambio de mentalidad en los usos y las costumbres, así como en los métodos pedagógicos sobre los que se erigiría el nuevo edificio educativo, son condiciones previas con la finalidad de efectuar la convergencia con arreglo a una reforma sustancial que vaya de lo laboral y la utilización de los recursos materiales a la injerencia de los haberes humanos, el magisterio, con que cuenta la dependencia autorizada para llevar a buen término la susodicha reforma.
Enseñanza, sí, lo mismo aprendizaje. Sin embargo, el nuevo ideal educativo implica el rechazo del conocimiento como si fuese un conjunto de verdades hechas de manera definitiva y para siempre. Maestros sabios en su disciplina, sí, pero alumnos u oyentes predispuestos asimismo al dialogo.
Es decir, en el entendido de que la enseñanza-aprendizaje es un proceso vivo, dinámico, de ida y vuelta. Un proceso en cual el profesor se convierta en voz y todos oídos a fin de escuchar las interpelaciones, en tanto el nervio mismo de una convivencia para hacer de los conocimientos una meta por alcanzar y no algo ya hecho de antemano, concluso de una vez por todas.
Así, en vez de verdades conclusas, hipótesis como el inicio de la enseñanza-aprendizaje. En lugar de respuestas, en el sentido de conocimientos ya establecidos, preguntas e interrogaciones a título de comienzo de una investigación en la que la palabra es vía comunicación y en modo alguno cadena que ata y lazo que oprime y sujeta, sin otra forma de recibir los mensajes,
De otro modo, los alumnos dejarán de ser tan sólo mesabancos, estáticos  y mudos.

Educar, en el nuevo modelo, habrá de ser: enseñar a crear.