Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







lunes, 25 de junio de 2012

SE ENCIENDEN LAS LUCES DE LA ESPERANZA

En vísperas del cierre de campaña, en Sonora fue recibido con vítores y aclamaciones el candidato del PRI a la Presidencia de la República. A cinco días de los comicios más esperados y al propio tiempo delos más competidos en nuestra reciente historia, en medio del fragor de la contienda electoral se vislumbra la luz de la esperanza al final del largo túnel de ingobernabilidad. Sonora no es la única entidad federativa postrada a causa de la anarquía de Estado, el autoritarismo y la corrupción administrativa. Pero los atribulados sonorenses dan la impresión de ser quienes más padecen excesos y abusos por parte de sumandatario para quien Estado y Derecho son, por lo visto, instancias extrañas y disímbolas entre sí, susceptibles de ajustarse a su personal interés. Tierra de próceres en donde las contiendas políticas se han resuelto con arreglo a las leyes, Enrique Peña Nieto no tuvo, allá, dificultad a fin de convencer a sus adherentes sobre una cuestión fundamental, olvidada sin duda por Guillermo Padrés Elías: las instituciones, no los temperamentos, son primero. El político mexiquense llegó precedido de una luminosa tradición de líderes de su Estado, en la que destacan ilustres coterráneos suyos: Lorenzo de Zavala, Nicolás Bravo, Gustavo Baz, López Mateos, Alfredo Del Mazo y Hank González, entre otros. Regresó de su exitosa gira, en los preámbulos del cierre de campaña, persuadido de que la nación está al borde del paroxismo, a causa de ingobernabilidad. Sonora es, por hoy, el mejor ejemplo. En Veracruz puso el sello de su entereza y resolución, al clausurar ufanamente, a pesar de francotiradores, su periplo electoral. Ha llegadola hora del cambio con rumbo firme y certero, exclamó el candidato del PRI, en una de las más nutridas movilizaciones ciudadanas registradas en la fragorosa campaña presidencial. La vuelta al pasado es, por sí misma imposible. Sería como salar sobre la propia sombra. Y más que vivencia, resulta experiencia irrepetible; es un referente político con arreglo al cual habrá que reconstruir el presente y anticipar un futuro para vivir mejor. El próximo Presidente de la República asegura estar dispuesto y predispuesto a revertir desde Los Pinos, las políticas públicas que han colocado al país en la ingente e inocultable pobreza material, educativa, cultural y tecnológica, causada por las funestasadministraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón. Con el guerrerense José Francisco Ruiz Massieu, diríamos: México se encuentra atado alcabús del subdesarrollo. No obstante, el cambio está a la vista. Agobiados por las inclemencias de la naturaleza, presa de la sequía y de la eclosión telúrica, los sonorenses al igual que sus vecinos de Durango, Coahuila, Zacatecas y San Luis Potosí, para citar los más castigados, sobrellevan los rigores del centralismo depredador y la despiadada voracidad de transnacionales que siembran devastación por la tala de bosques, degradación de ríos y veneros acuíferos con tal de saquear el subsuelo en procura de metales. Cae, así, en buena tierra y en conturbados corazones del territorio nacional, la oferta política de Peña Nieto. Sonora simboliza el derrumbe del envejecido régimen de Calderón Hinojosa desde Los Pinos y de Padrés Elías desde Palacio de Gobierno en la capital sonorense. El PAN sucumbe, víctima de ancianidad precoz, de muerte en vida; es decir, de muerte prematura. Cava con antelación, su propia sepultura. Si se quiere,incurre en suicidio por anticipado, precipitando la hora anunciada y haciéndolo en su eventual beneficio. México es cuna de renovación, no ya del viejo y anquilosado PRI, sino regazo para cobijar a la organización política en ciernes, al nuevo PRI, al instituto que los mexicanos de bien anhelan, y respecto de la cual el nombre, acaso, ya no será lo de menos. Al tiempo.

lunes, 18 de junio de 2012

RADIO UNAM VUELVE A SUS ORÍGENES EN SU LXXV ANIVERSARIO

Al cumplir dos tercios de siglo, Radio UNAM, la estación pionera de la cultura superior en el país, vuelve a sus orígenes. Fernando Chamizo, su actual director, enuncia las razones con arreglo a las cuales la radioemisora, en ejercicio de honda introspección reasume sus funciones sustanciales y se coloca a la vanguardia de la difusión y extensión del quehacer educativo de la Casa de Estudios. Marshall McLuhan, el afamado teórico de la comunicación, señala la correlación entre medio y mensaje, estableciendo la identidad relativa entre uno y otro. El medio, sugería el estudioso canadiense, acaba por imponer el mensaje.Evoluciona el medio y cambia, en consecuencia, su contenido. Forma y fondo marchan al compás de los tiempos y los espacios. Nacida en el seno de una sociedad que se debatía entre la injerencia del Estado y la libertad de enseñanza y de investigación, Radio UNAM advino en la vida universitaria como un punto de apoyo a fin de adelantarse a la puesta en vigor del principio de la autonomía que se consagraría en la Ley Orgánica de 1945. Su objetivo fue preciso: el de ser oída por la comunidad a la que pertenecía, obteniendo a pulso la credibilidad y el prestigio refrendado día adía, con el asentimiento de su auditorio, y más allá del “campus” en que circunscribe su actuación. Ha sido aliada de la libertad de palabra, a través principalmente de la programación musical, sin descontar su papel insólito de antorcha y lampo en las difíciles y oscuras horas del autoritarismo oficial. Asimismo, ha sido conducto audible de la política de puertas abiertas de la Universidad Nacional, por medio de las funciones extramuros de la extensión universitaria. Ceñida a su papel de medio para hacer circular el mensaje que transmitía, sin los recursos de la palabra escrita o del dinámico acervo de las imágenes, Radio UNAM ha sido foro para la discusión de las ideas, de los métodos del conocimiento y de la expresividad artística. Un par de ejemplos vienen a la mente: RamónXirau, el distinguido maestro de filosofía, transmitía en su programa bibliográfico para dar a conocer los títulos universitarios de interés para una comunidad ávida de noticias relevantes del momento. O bien, cuando al medio día, el maestro veracruzano,Tomás Mojarro, enteraba al auditorio sobre opiniones, acotaciones y comentarios de miembros de la comunidad, acerca de temas del momento en cuanto a política cultural, educativa y artística. “Goza de buena salud”, Radio UNAM, dice Fernando Chamizo, el director sobre quien recae la grata y grave, a la vez, misión de adecuar pasado, presente y futuro de la radiodifusión de la cultura universitaria en una etapa de conmociones en el vasto y abigarrado campo de las comunicaciones electrónicas. Qué mejor que la transformación se produzca en un organismo con pulso joven y con el flujo de ideas innovadoras en el capítulo de la difusión cultural. Es el impulso; se verán los resultados. Vale recordar que Radio UNAM meció su cuna cuando la UNAM atravesaba ingente crisis de su lucha por la autonomía y ocurría la polémica en torno a una posible reforma del artículo 3º. Constitucional. Entonces, la Preparatoria afrontaba la disyuntiva de ceder frente al acoso oficial y plegarse a los vaivenes políticos o fortalecer las bases que, a partir de la República Restaurada, la habían convertido en sostén y respaldo de las políticas académicas de la libre enseñanza y difusión de la enseñanza superior. Fue testigo elocuente de aquella mutación y de la creación de lo que hoy conocemos como Iniciación Universitaria, a cuyo espacio institucional ingresan adolescentesque, en edad temprana, comienzan su afán de saber y conocer. “Mater et Magistra” es la UNAM. Radio UNAM labora en su dignidad y prestigio.

miércoles, 13 de junio de 2012

UN SÓCRATES PARA NUESTRO TIEMPO

Desde las entrañas de la vieja y siempre viva Atenas, la de eterna juventud, ha emergido la inmortal figura de aquel que el genio caricaturesco de Platón lo convirtió en vocero de sus ideas filosóficas, el “ánguelos” o mensajero de su pensamiento, la conciencia de la Ciudad según él, y a quien llamó torpedo marino, flagelo hiriente dotado de capacidad para atolondrar, confundir y dejar sin defensa a sus adversarios. ¿Qué es la justicia? ¿Qué la virtud y la sabiduría? ¿Qué son la templanza, la tolerancia y la equidad? En fin, las incisivas preguntas iban de menos a más: qué son las técnicas y el saber práctico, qué la ciencia suprema del Bien, ese sol que irradia sobre todas las ideas y las cosas. En suma, qué es la Verdad (así, con mayúscula) frente al saber relativo de la percepción y los sentidos, engendrado con los recursos y los supuestos o hipótesis de la lógica recién inaugurada por los Sofistas, inventores de los mal entendidos discursos dobles, creadores del método de la pregunta y la respuesta, del “sí y del no”, de los “dissoi logoi” de Protágoras, el filósofo de Abdera. Según la versión platónica, el Sócrates de su invención, héroe de mil peripecias en el bullente mundo de Pericles y Anaxágoras; de Aspasia y Eurípides; de Fidias y Polignoto, no cesaba de acosar y asediar con sus incómodas interpelaciones a expertos en su respectivo quehacer: constructores y conductores de navíos; aurigas y estrategas, así como enterados en la técnica de conducir y gobernar hombres y ciudades; sabios en el dominio de la “tecné basiliké”. No escaparon, según se desprende de los “diálogos” de Platón, personajes como Arístides y Temístocles; Calicles y Adimanto; Gorgias y Trasímaco, para citar unos cuantos entre los hombres públicos y conocidos ideólogos del momento. Así, no tuvo descanso el ateniense platónico para exhibir la ignorancia de los oyentes y poderosos, de los petulantes y mentirosos que se hacían pasar por salvaguardas de la ciudad, impostores todos que denostaban a los orfebres de la grandeza de Atenas, a los intolerantes y fanáticos que perseguían y trataban de expulsar a los librepensadores y retóricos de la filosofía de la primera Ilustración universal. Proponiéndoselo o no, Gabriel Quadri se hizo ver como un Sócrates para nuestro tiempo. Un Sócrates por lo menos al modo de Platón el joven, en cierto modo iluminado por los efluvios del oráculo que lo consagraba como el más sabio entre todos los sabios de Atenas. Así, el del Partido de la Nueva Alianza. Quadri de la Torre, se invistió con el espíritu que hizo del maestro de Atenas, una especie de torpedo marino que agita conciencias, que interpela sin reservas y con espontaneidad, sin distingos partidaristas y al margen de rangos y jerarquías para examinar el fundamento y la validez del discurso de los contrincantes. Al fragor de la polémica, en este segundo debate, en ciertos momentos de su participación, se le vio actuar como si tuviese el propósito de poner en evidencia a los fanfarrones de moda, a los impostores. Es decir, preguntaba y preguntaba, inquiría sin tener respuestas explícitas, al margen de su interés personal para atraer adherentes y obtener consenso y respetabilidad. Con inusitada ironía, sostuvo que de lograr persuadir a los oyentes sobre la bondad de sus propuestas él asumiría la voluntad de sus bienquerientes: como el Sócrates platónico aceptaría tener un lugar en el Pritaneo (léase Los Pinos), en donde tienen cabida supuestamente sólo los mejores.

sábado, 9 de junio de 2012

LLEGA, AL FIN, LA HORA DE LA VERDAD

A sólo dos semanas de las elecciones, el país da la impresión de aproximarse a una fuerte conmoción cívica que, tal vez, lo haga despertar de su largo ensueño. Tapizadas de propaganda, hasta no más decir, calles y fachadas, sin descontar la presencia de apabullantes espectaculares, el carnaval político, estridente y turbador, llega a su fin para dar paso a la verdad. Los debates y la guerra de dimes y diretes están a la orden del día. La pasión ideológica hace explosión y ya invade todo espacio, habido y por haber, sin respetar privacidad alguna o de orden público. La retórica de los contendientes no persuade y suscita más dudas, recelos y rechazo en las conciencias que lo que, ilusamente, se proponen sus actores. La polémica es “de nomine”, pues no hay propuestas dignas de esa denominación. A cambio, hay desahogo visceral, inculpaciones al por mayor; en fin, argumentaciones “ad hominem”, contra la persona, como táctica para golpear al adversario. Se ocurre pensar que los organizadores son gente con una enorme capacidad histriónica para divertir y distraer a los sufridos y hasta resignados oyentes. Sin haber entrenado a sus púgiles y aprendices de gladiadores, los han lanzado a la arena con el malévolo propósito de que gane el menos malo, pero no el mejor, ya que no habría, al final de cuentas, a quien apostarle con afán de salir bien librado al término de la pelea. Buenos retóricos, merecedores de ese nombre serían, frente a frente de los retos que abruman al país, aquellos que saliéndose de peteneras, de las ataduras que les imponen sus promotores y nos dijeran qué harían, en el remoto caso de llegar a Los Pinos, para resolver urgencias que apremian que nos han situado en el cabús del subdesarrollo. ¿Qué propone la representante del PAN ante el derrumbe del federalismo político y económico propiciado por Calderón Hinojosa? ¿Qué promete el priista, vencedor a priori en las encuestas, para corregir la acción de sus correligionarios, antecesores entreguistas (léase Salinas de Gortari y Zedillo Ponce de León), que desmantelaron el ejido y los ferrocarriles, heredaron pobreza, desempleo y endeudamiento? ¿Cómo piensa restituir entre la población seguridad jurídica y seguridad pública el líder del izquierdismo, si en su discurso predomina la desconfianza a las instituciones, y envía fogoso mensaje de justicia por mano propia a espaldas del Derecho, en el caso de fraude electoral? A semejanza de hace cien años, hay efervescencia en las calles, los recintos de estudio y reflexión, en las espacios mediáticos; en los templos y en los zócalos de ciudades importantes. En los últimos días, el fervor de alumnos inscritos en centros, públicos y privados, se contagia entre hombres y mujeres de edad madura, avanzada y de la tercera edad, para expresar con mayor o menor ímpetu, sus puntos de vista, opiniones y esperanzas. Decir lo que se quiera, menos razonar es el lema. Pero a diferencia de lo que ocurría en los estertores de la dictadura del político oaxaqueño, la violencia, no la paz porfiriana, impera en los poblados marginados, las ciudades intermedias y las urbes otrora progresistas. La nación en disputa, es decir, la nación en pelea por obtener el poder se sigue deshaciendo en manos del partido en la Presidencia. Muere toda esperanza y mueren los indígenas e indigentes en las zonas marginadas del país. Mientras tanto, se refrenda con lujo de procacidad el veto presidencial que niega auxilio en las zonas devastadas de Chihuahua, Durango, San Luis, Guerrero y muchas otras entidades más. El anarquismo de Estado, a la cabeza el gobernador Padrés de Sonora, prosigue incólume, haciendo de las suyas. La paz no está ni en las calles ni en los corazones, con la admonición de don Francisco Bulnes.

domingo, 3 de junio de 2012

IZQUIERDAS Y DERECHAS EN PROCAZ ALIANZA

Nada tienen que perder las izquierdas y las derechas, con las movilizaciones para denostar al candidato del centro, en un sorpresivo giro destinado a imponer su proyecto aliancista en la antesala de los comicios de julio. La representante del PAN ya daba por perdida la ilusión de ocupar la silla que ostenta el sucesor de Fox, mientras el reincidente aspirante a la Presidencia toma su segundo y último respiro para refrendar las esperanzas de sus seguidores. Las marchas juveniles le han venido a poner color y sabor a la competencia electoral. Las proclamas recuerdan, aunque al revés, las demandas del movimiento estudiantil de 1968. Este emergió de las dos casas de enseñanza superior con más abolengo y prestancia: el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Provenía el susodicho estallido de avezados jóvenes no sólo de las aulas más críticas de México. Su discurso estremecía las cuerdas más sensibles de las clases marginadas y alcanzaba a motivar la mente de los ciudadanos abanderados del progreso cultural, socioeconómico y político. La movilización de los últimos días, a contrapelo, se gestó, organizó y salió a las calles (se jura y perjura), desde los espacios de dos instituciones privadas, una (La Ibero) mecida en la cuna de los jesuitas; la otra, emergida del ITAM, prestigiado plantel del que egresan recursos humanos para la administración pública y privada. Nada tiene de malo el hecho de que su alumnado elitista vibre de emoción patriótica por el cambio, pues es conocido el dato de que Engels apoyó económicamente a Carlos Marx con el fin de que publicara su magistral obra, como también es del dominio general que en el seno de la aristócrata familia Kennedy se procrearía el liderazgo renovador, con amplia visión democrática, del extinto hombre de Estado. En 1968, el discurso demoledor se encaminaba a derruir las bases del autoritarismo, interpretando con ese objetivo el clamor de la clase obrera y campesina que aún resonaba desde los rincones serranos de Madera, en Chihuahua. Cierto es que, al paso de los días, la fogosa retórica se transmutó en ofensiva andanada de dicterios interpretada como amenazas y provocación. El discurso actual de “ibéricos” e “itamitas”, con la participación de alumnos de escuelas públicas, sin faltar politécnicos y jóvenes de la UNAM, basa su conformación en interés de persuadir y convencer acerca de sucesos, por sí mismos, ayunos de mérito. Así, por ejemplo, la exigencia de “democratizar” la función de los medios electrónicos, en particular, y el señuelo de convertir en objeto de escarnio y rechazo al candidato a vencer, atribuyéndole todas las desventuras del país. Lo primero, no es sino comedia en la cual los aguerridos impugnadores y los solícitos impugnados (los empresarios de la comunicación) estarían previamente confabulados; lo segundo, va de los buenos o malos deseos a la comisión de actos que no están bajo su alcance. Nos referimos al propósito para defenestrar al mexiquense. Anticipan los movilizadores y movilizados que su lucha no acabará el día de las elecciones. A menos que ganen, los de la Alianza PAN-PRD, como por un ensalmo de los que por cierto no se dan en política. Inclusive difícilmente ocurren ahí en donde los manipuladores de siempre, tratan de hacer de las suyas. Entre líneas habría que suponer que si no gana uno de los suyos, estarían prestos a recrudecer sus movilizaciones con proclamas que pondrían de rodillas a los del IFE y a los del TRIFE, al igual que en el umbroso final de los ochenta. Sin embargo, no hay indicios que explotará, con furia destructiva, el volcán envuelto en humo y cenizas. Esperemos eso.