Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







jueves, 28 de mayo de 2015

VORACIDAD Y MUERTE: LAS MINERAS DE MÉXICO Y PERÚ



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De Arequipa y Moquegua a la sierra del norte de Sonora, el envenenamiento ambiental está en manos de las empresas mineras del Grupo México. Con voracidad hurgan en las entrañas del subsuelo, explotan propiedades de los lugareños, imponen condiciones infames de trabajo en los países que invaden con lujo de inmunidad; dejan aterradora estela de enfermedad, pobreza y daños irremediables en el entorno ecológico.
Pero no sólo Perú y México son presa de este despiadado embate. En la propia España, promotora de explotación en época de la Colonia, las empresas extranjeras siembran desolación y males crónicos entre la población trabajadora, sin que los líderes pro Derechos Humanos intervengan a fin de contrarrestar la temible plaga contra la Humanidad.
“Cananea es una ciudad inmersa en un polvo blanco corrosivo”, dice una nota informativa del diario Excélsior. La Mina Buenaventura del Cobre es emisora de aquella estela mortífera, trituradora no sólo de rocas y generadora de tolvaneras que hacen remolinos de tierra envenenada, sino de hombres, mujeres y ancianos convertidos en desechos humanos por obra y gracia de la voraz compañía.
Después del criminal derrame de tóxicos sobre los ríos Sonora y Bacanuchi ocurrido el año anterior, Minera Buenaventura ha endurecido su despotismo y crueldad, mostrando que no sólo su nombre es un grotesco eufemismo sino el de Grupo México en el que esconde, no se sabe bajo qué dioses de exterminio, su cínica actividad desnacionalizadora y de rapiña por la riqueza de la Nación.
El cierre del Hospital General “El Ronquillo” es uno más de los atropellos de la empresa en contra de los trabajadores en la Minera. Amparada ésta por la complacencia y lenidad de los autoridades de la Secretaría del Trabajo, de SEMARNAT y PROFEPA,   y protegida a causa de razones obvias por el gobierno de la Entidad, a la estela letal que se expande sobre el cielo de la región se suma la causa principal del asma, de las hemorragias nasales y de un sinfín de alergias entre la población, una de las más laceradas por la ambición y el desdén de las autoridades.
Ahí la “Muerte tiene permiso”, para invocar el título del conmovedor relato del ilustre cuentista sonorenses, don Edmundo Valadés. Tiene asimismo pasaporte la explotación laboral, el lucro ilimitado de la agrupación de vivales en complicidad con los gobiernos federal y estatal. Está más allá de las leyes nacionales en términos de soberanía y de las concesiones en materia de extracción de minerales, el multicitado Grupo México, cuya sola mención, por el nombre, repugna al menos comprometido con los ideales de autodeterminación y soberanía.  
A pesar de los densos velos de impunidad con los que se encubre la voracidad, la deshumanizada explotación en las minas de todo el país, Cananea a la cabeza, aún se considera plausible la incursión de empresas dedicadas al letal comercio, sin impedimento alguno, de los bienes que atesora el territorio nacional.
Sin controles específicos, sin una diáfana política de planeación y seguimiento de la actividad de empresas extranjeras y consorcios desnacionalizados, México puede volver hacia la época de la Colonia y regresar a los tiempos en que las compañías beneficiarias de los hidrocarburos eran dueñas del caudal de la riqueza que abunda en nuestro territorio.
En Perú, hay vidas sacrificadas en aras de la defensa de su patrimonio por parte de los obreros acosados por militares y cuerpos policiales que protegen a los invasores por órdenes de la autoridad.
En Cananea, la voracidad y el atropello a los trabajadores mineros tienen plena libertad para hacer y dejar de hacer. Ahí lo mejor es peor y lo peor es mucho mejor.

miércoles, 27 de mayo de 2015

ANIVERSARIO EN JESUSALÉN: EL MOMENTO OPORTUNO



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Conmemoró Israel, el 17 de este mes, un aniversario más de la reunificación de su capital histórica: Jerusalén. Al cabo de la Guerra de los Seis Días, y de la pesadilla fraguada por los émulos de Arafat, los israelíes determinaron consagrar su victoria sobre los países árabes dispuestos a “echarlos al mar”, devolviendo a Jerusalén su majestad como sede milenaria que le corresponde desde los tiempos bíblicos en que David reinó en relativa paz y concordia.
Una semana después, el 24 de este mes, se efectuó una ceremonia en la que se dio lectura a una de los libros emblemáticos de la experiencia hebrea, el libro de “Ruth”, como parte de las festividades de Peregrinaje que relata la decisión de la moabita para acompañar a su suegra, Noemí, tras su retorno de tierra de Moab y tras haber perdido a sus dos hijos, quienes perecieron después de haberse unido a dos mujeres de aquella comunidad.
La decisión de Ruth, la moabita, de acompañar a su suegra viuda a tierras de Israel en Belén, adquiere su principal sentido al subrayar su gesto con las palabras: “…A donde quiera que tú fueres, iré yo, y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios…Sólo la muerte  hará separación de nosotras dos.”
Llegadas a Belén, Noemí nunca más aceptaría que la llamaran por su nombre, sino con el nombre de Mara.
Con la historia de Ruth se evoca el valor de una decisión, la trascendencia de una elección asumida con determinación, plena libertad, responsabilidad; con fe y fidelidad, de la cual derivan sucesos y hechos singulares.
Sabido es que a raíz de este acontecimiento tendría origen la rama genealógica en donde se ubica David, la figura regia de mayor abolengo en Israel. Del hijo de Ruth y de su nuevo esposo, Booz, nacería Obed y de éste Isaí padre, nada menos, que del rey de los judíos.
Hasta ahí el relato bíblico.
Proviene de esa historia la importancia antes aludida acerca del valor de asumir, libre   
y responsablemente, una decisión. Es decir, de lo relevante que es elegir un cierto rumbo motivado por la convicción de que ello es lo mejor, lo idóneo, queriéndolo, así, subjetiva y objetivamente.
Con ese efecto, el pueblo hebreo conmemora una de las tres festividades a las que da significado político, religioso y social.  Toma  la decisión de Ruth, la moabita, como un eco de identidad que repercute en el corazón de su suegra, Noemí, y da lugar a sucesos que dan contenido a su ejemplar nacionalismo.
La filosofía clásica griega y en particular la sustentada con sentido crítico por los sofistas del siglo V de Pericles, utilizaban el término “kairós” para significar la oportunidad, la atingencia y la idoneidad de la toma de decisiones por parte del sujeto moral, por la persona éticamente considerada.
José Solana Dueso en su libro “El camino del ágora” (Prensas Universitarias de Zaragoza, 2000) afirma sobre el relativismo sustentado por el filósofo de Abdera, Protágoras, respecto del término “kairós”: “…Constituye el marco teórico y conceptual que puede acoger sin distorsiones la constelación de significados que dicho término contiene…Remite a un campo en el que se pone de relieve lo crucial y crítico, el instante oportuno, la respuesta adecuada a una situación”.
Cabría reflexionar aquí sobre un tema de suyo relegado: la desvinculación de la filosofía griega con el pensamiento hebreo, la teoría antropocéntrica de los sofistas y la experiencia cultural judaica, dado que hay, por otra parte, eruditas comparaciones y estudios profundos en donde se destacan los vínculos, por ejemplo, del pensamiento helénico con el de los persas, los hindúes, los egipcios, por citar algunos.
Sócrates y el pensamiento hindú, por un lado, y el pensamiento hebreo con el de los diálogos de Platón, resultarían así, en cierto modo, correlativos.

lunes, 25 de mayo de 2015

LA GUERRA DE LOS YAQUIS: ZAPATA A CIEN AÑOS



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Concluyó entre vítores y reconocimientos la primera parte del periplo de la Tribu Yaqui, haciéndonos evocar la heroica lucha de Zapata y de Villa por los derechos agrarios en los  prolegómenos de la Revolución. El triunfal recorrido desde Sonora hasta el Distrito Federal pasando por los estados de Chihuahua, Coahuila, y Morelos indica el sentido de la admonición de los descendientes de Cajeme y Tetabiate en el sentido de que se dicten resoluciones a sus reclamos o bien esperar las consecuencias que esto implica. Pasta de Conchos no se olvida.
Son varios los años de lucha los que sobrellevan los indígenas de  Sonora y de Chihuahua. Son ya innumerables los vejámenes que han soportado sus  líderes y dirigentes, incluyendo las organizaciones cívicas que les dan apoyo, entre otras las del Movimiento Ciudadano por el Agua y el de autoridades, por caso las de Cajeme, así como de grupos al margen de compromisos políticos o económicos.
Han enarbolado con acendrado nacionalismo los legados que hacen  de México una Nación con pasado, presente y un  futuro libre de ataduras políticas y en  plenitud autonómica fundada en sus leyes, usos y costumbres.
Sin dejar de reconocer las implicaciones ideológicas del levantamiento del EZLN, la rebelión de la Tribu Yaqui expuesta ante treinta estados de la República y con la presencia de sus representantes y líderes en setenta y cinco comunidades marginadas, lo cierto es que ningún levantamiento social hasta ahora se identifica con la gesta zapatista como la iniciada en el Sur de Sonora, apoyada por ejidatarios y productores de la Entidad con la misma pasión, patriotismo y espontaneidad como la encabezada por Zapata en Morelos y Villa en Chihuahua.
Un país “teñido de sangre” encontraron en su recorrido los disidentes de la Tribu. Un país víctima de la impunidad, de la voracidad de los pudientes y envenenadores presa de la ambición de extranjeros y facinerosos al servicio de la depredación de bienes y haberes de los mexicanos. Un país abrumado por la imposición de la reacción más violenta de cuantas han asolado y saqueado a México desde tiempos de la Reforma y del movimiento social de 1910.
Los ideales de Zapata renacen en un clima distinto al de hace más de cien años, pero se asemejan día a día a los suyos en este México abrumado por la intromisión reaccionaria de principios de siglo, montada en el crimen organizado y la devastación sistemática y criminal de los vende patrias de hoy, de los criminales de cuello blanco, más temerarios y violentos que los de la época  de Santa Anna.
Tierra y Libertad fue el lema de  Emiliano Zapata. Tierra para los desheredados por la invasión de los españoles. Tierra, aguas y derecho a la vida reclaman los de la Tribu Yaqui para quienes, siendo legítimos dueños del agua y de sus tierras, están siendo despojados de éstas por los actuales depredadores. Castigo para quienes dieron inicio a la emigración más afrentosa, que aún no se le ve fin, Lbertad para los sometidos y cárcel para hacendados y latifundistas, invasores a secas, en un México con independencia política, pero sin libertades en lo económico y en la toma de decisiones.
La chispa de la disidencia está encendida. La caravana de los indios yaquis ha cumplido su cometido dentro de los márgenes del derecho a la rebelión, tolerada ciertamente por la administración actual del Presidente Peña Nieto. Pero está en el aire el hacer la plena defensa de la reforma por medio de una movilización que concurra en la defensa de las reformas constitucionales del actual régimen. Entre tanto, se advierte con buenos ojos la guerra de los yaquis: no está a la ventura. Coincide con la visión de un México en pie de lucha: el México de la Posrevolución en vigente y responsable deuda.

jueves, 21 de mayo de 2015

ANTE LA DESERCIÓN ESCOLAR: OFERTA EDUCATIVA



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Excelente ejemplo da el Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON), el plantel ponderado como el más brillante logro educativo en el Sur de Sonora efectuado hace sesenta años. Mientras la reforma educativa del actual sexenio toma vuelo y se dan los primeros pasos a fin de convertirla en realidad tangible, la institución hace lo propio y pone al alcance su campus de puertas abiertas para todo aquel que aspira a  proseguir estudios de excelencia y calidad.
Evitar la deserción escolar es el objetivo principal del ITSON. Frente a la aterradora explosión demográfica y ante la desmesurada demanda de lugares en las universidades y tecnológicos públicos, la oferta de la institución es una respuesta idónea y factible en una de las regiones del país en donde comienza por ganar la carrera de plazas laborales altamente cotizadas respecto del número de egresados de profesionales y técnicos calificados.
El fenómeno del abandono de las aulas, la prematura búsqueda de ocupación a fin de resolver asuntos de sobrevivencia extrema es eso: asunto de precariedad económica más que ausencia de aptitudes. Hay deserción de educandos en edad de continuar la información académica de su preferencia, cuando se reduce y nulifica la posibilidad de referencia por las razones aludidas, combinándose la endeble salud financiera de los planteles educativos con la apatía, la obtusa visión de los políticos en el poder, para quienes el crecimiento económico nada tiene que ver con el desarrollo del talento,  la creatividad y las invenciones. A su juicio, esto no se produciría en el taller escolar, la cátedra y el laboratorio.
Volviendo al ejemplo del ITSON, es oportuno citar los conceptos de su Rector, el doctor Isidro Roberto Cruz Medina, en relación a la convocatoria  de puertas abiertas a la población estudiantil de Navojoa y de Guaymas en donde el plantel tiene sedes alternas y a las que se invita a los egresados de educación media a formar parte de la población de alumnos que honran a la institución por sus capacidades y habilidades personales.
Para el Tecnológico de Sonora, de acuerdo con las declaraciones de su máxima autoridad académica, el ingreso al plantel no es, como en el caso de la educación de élite, por tener oro en el alma. Es decir, no se trata en primera y última instancia de  tener consigo “oro en el alma”.
El nacimiento, el origen social o la condición económica, no son patente a fin de tener derecho a la formación profesional. Deja, así, tener relevancia o significado el mérito proveniente de la riqueza, como si la aptitud y la inteligencia fuesen asunto de herencia, cuestión dinástica o herencia natural.
Tampoco, por otra parte, la pobreza es obstáculo para ingresar a la enseñanza superior, a la competitividad máxima que permite luchar en buena lid, sin golpeteos y maniobras engañosas. Demócrito, el célebre pensador de Abdera, prestigiado por su audacia al proponer que la naturaleza está hecha de átomos, sentenció: “La pobreza en la democracia es preferible a la riqueza en la esclavitud”.
El ITSON hace de la oferta educativa por méritos de los aspirantes, un antídoto contra el monstruo de la deserción, el cual recorre el interior de las instituciones de enseñanza como si fuese aterradora hidra.
Impedir en tiempo y forma que cunda y haga el papel de crisol en los umbrales de los centros de enseñanza universitaria y tecnológica, es tarea complementaria en el proceso a fin de instituir la reforma educativa como eje de todas las reformas de Estado, en vías de realización.
Bienvenidos, por tanto, los esfuerzos convertidos en acciones ejemplares para impedir que la deserción escolar sea el enemigo triunfante en la revolución copernicana en donde los cuerpos académicos, los empleados administrativos y los alumnos son el activo con mayor vigor y prestancia.