Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







domingo, 23 de febrero de 2014

ANTE LOS RETOS DEL NUEVO MUNICIPALISMO


Todo indica que nos encontramos en el umbral de un nuevo federalismo, a partir de la actual reforma del Estado. Late el pulso de una franca  recuperación tras las dos últimas décadas en las que la República fue presa del huracán devastador: el desatado por el centralismo acaparador de soberanías y monopolizador de atribuciones.
Asoma el rostro de un mandato ágil y abierto, presto a ingresar con títulos soberanos a la sociedad internacional y a encarar los asuntos internos con determinación. La reunión trilateral en Toluca, explica el optimismo. La captura del “capo de capos”, lo define. Así, cumple con creces el Presidente de la República.
Se abren espacios para reinstaurar un federalismo que involucre al municipio, con arreglo a la letra y el espíritu de la Constitución. Un federalismo educativo, hacendario, en las ramas de los energéticos, de convivencia democrática en política y en el rubro de la competitividad, dentro y más allá de las fronteras. Un federalismo que va de la mano con la reforma del municipalismo. Y un municipalismo  capaz de reclamar, exigir y hacer válido y eficaz el Pacto federal.
En el Estado de Sonora, cuna de caudillos revolucionarios, renombrado por el anterior auge agroindustrial, la reforma del Estado da pie al surgimiento de lo que podría ser una revolución pacífica, institucional, tendente a recuperar desde sus raíces la personalidad, la identidad política y económica del Municipio. En nombre del rescate de relegadas garantías políticas y jurídicas, el Municipio de Cajeme libra frontal batalla contra la discriminación del gobierno estatal que, desde hace más del año, incumple sus deberes oficiales para dar curso a las transferencias y para ubicar los recursos económicos, suficientes y oportunos, requeridos a fin de atender las demandas urgentes de seguridad y bienestar social, incluyendo los capítulos de salud pública y educación.
Por cierto, el municipio de Cajeme obtuvo, en difícil competencia, el año de 2013, el Premio al Municipalismo, cuyo reconocimiento fue recibido a fin de año, en Boca del Río, Veracruz, por el doctor, Antonio Alvídrez, diligente chihuahuense Secretario del Ayuntamiento norteño, en representación del alcalde Rogerio Díaz Brown.
La distinción de referencia tiene clara justificación. La Alcaldía citada ha remado contra la corriente del gobernador panista, Guillermo Padrés Elías, discípulo consentido del ex mandatario Felipe Calderón y protegido por éste con todo y sus yerros y  atrocidades administrativas en Palacio de Gobierno. No obstante, la obra social brilla con luz propia, a contrapelo. Y hoy, ni más ni menos, Ciudad Obregón, cabecera municipal, es declarada “Capital de la Salud en el Estado”.
En estos días, se habla de una derrama de más de dos mil millones de pesos, gestionados por el munícipe Díaz Brown ante la Federación para resolver urgencias apremiantes en imagen urbana, servicios públicos a la comunidad y en política de empleos, haciendo la hombrada de satisfacer la creciente demanda laboral, mientras en la sede de los poderes estatales, Hermosillo, se pierden más de diez mil plazas ocupacionales.
Pero la derrota del conservadurismo, al modo del que abandera Padrés Elías, no ocurrirá por arte de magia. Los munícipes titulares tendrán que hacer valer sus derechos y atribuciones en términos perentorios y con las tablas de la Ley en la mano: demandar a los congresos locales su injerencia en favor y haciendo presencia, una y otra vez, en las puertas de la Federación. Rogelio Díaz Brown pone, con dignidad, valeroso ejemplo.

De ese modo, los triunfos del municipalismo, aunados a los de la reforma del Estado, será  experiencia renovadora en la medida que los titulares de las alcaldías no se dejen intimidar con veladas y alevosas amenazas. 

jueves, 20 de febrero de 2014

EN SONORA, HACIA UN NUEVO MUNICIPALISMO


Todo indica que nos encontramos en el umbral del nuevo federalismo, a partir de la actual reforma del Estado. Late el pulso de una Nación en recuperación tras las dos últimas décadas en las que la nave de la República fue presa del huracán devastador del centralismo acaparador de soberanías y monopolizador de atribuciones.
Para fortuna de los mexicanos y para la buena salud del Estado, asoma el rostro de un mandato ágil y abierto, presto a ingresar con títulos soberanos a la sociedad internacional y resuelto para encarar los asuntos internos con determinación. La seguridad pública es capítulo principal, pero no el único.
Se abren espacios para reinstaurar un federalismo que involucre al municipio con arreglo a la letra y el espíritu de la Constitución. Un federalismo educativo, hacendario, en las ramas de los energéticos, de la participación política y en el rubro de la competitividad, dentro y más allá de las fronteras.
En el Estado de Sonora, cuna de caudillos revolucionarios y de innovaciones agroindustriales, la reforma del Estado se inaugura mediante una vuelta a los orígenes, haciendo valer derechos olvidados o postergados, atribuciones que dan perfil propio, personalidad e identidad política y económica a la anquilosada figura del Municipio; en fin, garantías políticas y jurídicas para afrontar la batalla contra la desigualdad; es decir, teniendo acceso, sin condiciones partidistas o mafiosas, a los recursos económicos, suficientes y oportunos, con el objeto de atender demandas urgentes de bienestar social. 
Por cierto, el municipio de Cajeme obtuvo, en difícil competencia, el año de 2013, el Premio al Municipalismo, cuyo reconocimiento fue recibido a fin de año, en Boca del Río, Veracruz, por el doctor, Antonio Alvídrez, diligente Secretario del Ayuntamiento norteño, en representación del alcalde Rogerio Díaz Brown.
La distinción de referencia tiene su razón de ser y se justifica por representar la ardua, tensa y compleja que ha tenido que afrontar, y que aún encara el Munícipe aludido, al frente de colaboradores que lo respaldan en el desarrollo de proyectos de remodelación de prestancia en la imagen urbana, a pesar de la marginación y el desdén de que ha sido objeto, y es víctima, la administración política de referencia.
Si bien no fue gratuita la premiación mencionada, habrá que subrayar el empeño, la tenacidad y la firmeza del munícipe Díaz Brown, asistido por la lealtad de sus allegados en el gobierno de la ciudad, a fin de acopiar recursos de parte de la Federación. Y es pertinente mencionar la injerencia del legislador cajemense Faustino Félix Chávez, quien ha contribuido a fortalecer las gestiones sociales del Ayuntamiento frente a la marea política contestataria, consiguiendo recursos federales destinados a remodelar planteles escolares en la demarcación.
Ayer se mencionaba una derrama de más de dos mil millones de pesos, gestionados.
en las arcas de la Federación, y que son ya parte de los egresos de Cajeme para el año  en curso. Lo anterior demuestra que el municipalismo tiene vida, que no es un cadáver listo para ser inhumado. Se dan pautas para revitalizar la institución del federalismo como brújula y conducto para realizar apremiantes proyectos de modernización, vía la reforma constitucional. Esto da certidumbre para emprender la vuelta hacia los principios democráticos, sin violencia ni revanchismos.
La derrota del conservadurismo pasa por el ejercicio honesto, recto e inquebrantable en la ejecución de los principios del republicanismo y el cumplimiento de los deberes por encima de funestas y corruptoras alianzas.

Los triunfos del nuevo municipalismo, de mano de la reforma del Estado, será  experiencia renovada en la medida que los titulares de las alcaldías no se dejen intimidar con veladas o alevosas amenazas. 

martes, 18 de febrero de 2014

ACUEDUCTO INDEPENDENCIA: “A CADA QUIEN LO SUYO”



Después de largos, tensos e intensos ocho meses, se hace luz en el  Acueducto que estuvo a punto de fracturar a la entidad sonorense en bloques irreconciliables, por el uso y abuso en relación con el vital insumo: el agua.
Triunfa el recurso a la legalidad y se sobrepone al imperio de la arbitrariedad, el despojo y la violencia. En ciertos aspectos, la controversia recuerda el  según el cual el Rey sabio, Salomón, afrontó la crucial alternativa: proponiendo condiciones lógicas, incontrovertibles, a fin de resolver sobre la legitimidad de la progenitora en disputa.
A un excesivo costo político y administrativo, aprecio oneroso en lo mediático, que no en lo informativo, el Acueducto denominado “de la Discordia” por lo antes mencionado, se meció en regazo improvisado, recibió la bendición del ex Mandatario Felipe Calderón aun siendo nonata la obra. Y, por último, a la fecha su operación es piedra de escándalo,  dolor de cabeza, no jaqueca, para la propia Federación.
Hoy puede verse, con suma claridad, a pesar de los altibajos del conflicto, con todo y la lentitud de la administración de justicia, los acosos, amenazas y ofertas tentadoras de los amos del poder público, que siempre será preferible la fuerza de la Ley  y no  la ley del “quítate tú que me pongo yo”. Y que, al final de cuentas, resplandecerá el sol dela equidad y la justicia, despejándola oscuridad letal.
Lo expresado por el alcalde de Cajeme, Rogelio Díaz Brown, sintetiza el sentir que anima a los defensores del agua en el Valle: de líderes del Movimiento Ciudadano, de la indoblegable dirigencia de los Yaquis; en fin,de productores agrícolas de la región. Reafirma y confirma la tesis convertida en proclama: dar a cada quien lo suyo. Es decir, reivindica los títulos legítimos que corresponden a los usuarios del Valle sin detrimento de la expectativa actual de los habitantes de Hermosillo en lo que se refiere al abasto doméstico del insumo.
Pero el dar a cada quien lo suyo significa, según lo declarado por el Presidente Municipal, reconocerlo suyo de cada quien con arreglo a Derecho, conforme a las disposiciones normativas vigentes en la materia, sin torcer el contenido de los conceptos, y sin obstruir los acuerdos y convenios entre las partes, dejando a las instituciones hacer valer, y ante todo respetando, su competencia y a los órganos jurisdiccionales el dar validez y eficacia a sus resoluciones.
Honrar, honra. Cabe subrayar la recta posición asumida por el legislador sonorense Faustino Félix Chávez, y por el Ejecutivo cajemense Díaz Brown, cuya entereza y pundonor, desde principio del conflicto, lo llevó a ejercer ejemplarmente sus funciones de cumplir y hacer cumplir el Derecho hasta sus últimas consecuencias. Tomaron ambos el nada cómodo sendero de la normatividad jurídica por encima de cualquier concesión política o de interés ajeno a la realización del principio de la constitucionalidad de la legislación y de la legalidad de su ejecución, fundamento de la convivencia ciudadana al amparo del Estado de Derecho.
Quedan pendientes, sin embargo, graves y urgentes asuntos: el abasto de agua a los hermosillenses; el trasvase del líquido y,por tanto, el funcionamiento del Acueducto; la búsqueda de alternativas: construcción de plantas tratadoras que favorezcan a comunidades como Guaymas y Empalme. Y por supuesto, la administración y vigilancia en el suministro del recurso. Pero se dan, con pertinencia y determinación, pasos tendentes a superar el conflicto por el camino institucional.

Y queda para el mediato e inmediato futuro, el no desestimar las peripecias ocurridas con el afamado Acueducto. La memoria histórica es, como en casos similares, el mejor antídoto para evitar conflictos, afrontándolos en tiempo y forma.


viernes, 14 de febrero de 2014

EL AMOR Y LA AMISTAD A LA LUZ DEL IDEALISMO



(A Dulce María Granja, diligente académica kantiana)

A los 80 años, el 12 de febrero de 1804, expiró Manuel Kant, héroe de la Ilustración y fundador del idealismo crítico. Murió físicamente, pues su enseñanza, su idea del hombre, su concepto de educación y de la historia  en sentido universal, cosmopolita, perduran y vivirán  mientras haya una mente que piense, una voluntad que quiera y un modo de sentir con base en la idea protagórica del ser humano,“medida de todas las cosas”.
Fecundó la semilla del pensador de Abdera hasta convertirla en frondoso árbol genealógico del conocimiento. Llevó hasta sus últimas consecuencias la doctrina de Sócrates expresada en el aforismo “Conócete a ti mismo”. Iluminó con su vida y muerte la prédica judeo-cristiana sobre el amor y la amistad, llevándola hasta la experiencia social, y convirtiéndola en discurso racional, propuesta encaminada a dilucidar la finalidad de la existencia, los enigmas de la finitud y la trascendencia de acuerdo con ideas regulativas  de perfectibilidad humana.
Si las tres Críticas (de la Razón Pura, de la Razón Práctica y del Juicio) integran la teoría filosófica sobre el sujeto-hombre de la experiencia, sobre su capacidad creadora y sus acotaciones dentro dela experiencia, sus escritos relacionados con la religión según los principios de la razón, y de la paz con arreglo a la legalidad regida por la noción de pacto y del cosmopolitismo, representan éstos el esfuerzo kantiano en búsqueda de la trascendencia y la continuidad de lo humano por encima de lo transitorio y contingente. Es decir, en estos ensayos vibra el afán del filósofo en genial búsqueda hacia lo eterno-humano, hacia la infinitud, abriéndose paso en tenaz y vigoroso voluntarismo, anticipando tesis de Schopenhauer en “El mundo como Voluntad y Representación”.
Desde las breves páginas (más o menos veinte en total) de la “Idea de una historia universal desde el punto de vista cosmopolita”, Kant perfila el itinerario desde el cual la noción de lo humano transita hacia la totalidad de la cultura por medio de la ilustración educativa, a través de principios, acuerdos, relaciones pactuales y tratados concurrentes en el seno de la sociedad internacional.
Por esa vía, el espíritu cosmopolita, el universalismo en despliegue, trasciende el concepto de hombre en estado de naturaleza, y reafirma en la idea desinteresada del amor a lo humano por lo humano mismo, superándose, así, los riesgos del erotismo, del solipsismo egoísta y las tendencias autodestructivas y destructivas que hay en el trasfondo de la subjetividad.
“La Paz Perpetua” es corolario que subsume sentimientos éticos hacia la convivencia y la solidaridad en donde el amor al prójimo, al forastero. ya la amistad por la amistad, adquieren el sentido laico, de tolerancia, motivados por el altruismo como fermento de trascendencia y universalidad. Ahí anida el ideal de Humanidad al margen de sujeciones dominadoras y denigrantes.
En su “Respuesta a ¿Qué es la ilustración?” el lector se encuentra  frente a ideas de tolerancia religiosa, ante el reto de ser uno mismo y  de cara al impulso  a ser audaz frente a las ataduras del dogma y la autoridad, mal entendida ésta por supuesto. El principio de autarquía, de responsabilidad y de estar a las resultas del cumplimiento del deber por el deber mismo, resplandece con luz propia, irradiando hacia el interior del hombre y en sus vínculos con los demás.

En el Día del Amor y la Amistad, Kant y después Herman Cohen (“La Religión de la Razón desde las fuentes del judaísmo”) nos hacen el gran beneficio de poder reflexionar sobre estas virtudes constitutivas del hombre en sociedad, del ser humano como proyecto  en aras de trascender la finitud de la existencia.

martes, 11 de febrero de 2014

EL NUEVO MICHOACÁN: PARA NO OLVIDAR




Entidad de raíces ancestrales, perla brillante cultural y social del centro del país, Michoacán fue escogida por el crimen institucionalizado como centro experimental   desde cuyas trincheras se impusieron tácticas terroristas que incluyen extorsión, secuestros y muerte, protegidas por la impunidad y el contubernio.
Es, por hoy, ejemplo a no seguir, testimonio de ineficacia gubernamental,  complicidad y de inepcia en su más grotesca expresión.  Dos décadas atrás era región caracterizada por su laboriosidad, tenacidad, organización agroindustrial. Modelo exportador de productos agrarios, la tentación totalitaria, de liderazgos maltrechos se convirtió, al paso del tiempo, en tumba de los ideales de progreso, ilustración educativa y creatividad, desdeñando así sus orígenes, sus tradiciones y su emergencia en los nuevos tiempos de la política modernizadora.
El viejo federalismo, con todo y su carga de lastres de carácter administrativo, víctima del abandono hacendario y llevado a extremos de malentendida autonomía, independencia política y soberanía jurídica es, a la fecha, paradigma de abulia, de pandemia anarquizante, cuya recuperación es principal reto, desgastante y desafiante, que afronta la Federación.
El síndrome de la anarquía, por cierto, alcanza a zonas limítrofes en las cuales la criminalidad organizada impera sobre los gobiernos de leyes. Guerrero y Nuevo León enseguida, Oaxaca y Veracruz después, todo indica que las tareas de limpieza emprendidas desde la Presidencia con la participación de los tres órdenes de gobierno conllevan la determinación de erradicar las causas y no sólo remediar los efectos, el curar las heridas en vez de ir ala etiología de la enfermedad.
La crisis del federalismo y el tránsito hacia el nuevo pacto federal con base en las reformas actuales, tiene en Michoacán un vasto espejo en el que podemos ver nuestras flaquezas y debilidades, omisiones generadoras de vacíos de poder que, con lujo de impunidad, permiten proliferación de mandatos “de facto” y gobiernos “de nomine”, originados en la política de“usos y costumbres”.
Justamente, el abandono de los principios del republicanismo, de la democracia federativa, de la descentralización política y administrativa y de la consiguiente desconcentración de funciones, dio alas al propósito devastador de convivencia plural, de relativismo del poder entendido como corresponsabilidad, propiciado por las tentaciones autoritarias y opresoras.
Nuevo Michoacán da a entender el giro hacia senderos de la legalidad en contra de las pretensiones usurpadores del poder del derecho y las acechanzas del supuesto poder de la fuerza, la violencia y la impunidad. Un nuevo Michoacán es mucho más que metáfora política y reviste la determinación de dar un cambio radical para dar eficacia, rumbo y sentido a la idea federativa al amparo de estos tiempos de universalidad de la economía de mercado, pero regulada por firmes controles normativos y administrativos, inspiradores de valores de honestidad, patriotismo y prevalencia de un espíritu de servicio público entendido como responsabilidad, apego al deber por el deber, al Estado de leyes.Un nuevo Michoacán guiado por ejemplar conducta cívica de funcionarios, jueces y legisladores investidos por el ropaje de la lealtad a las instituciones, la consagración a las tareas de su incumbencia, y sin otra inclinación o disposición motivada por intereses gremiales o de agrupación ideológica.
Un nuevo Michoacán es la estrella renaciente capaz de alumbrar los rincones más apartados y recónditos: el amanecer de un federalismo nuevo, progresista, legalista y constructivista de pactos en verdad institucionales. No un federalismo de apariencia mediática al servicio de la demagogia, báculo y sostén  de la criminalidad organizada.