Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







domingo, 28 de septiembre de 2014

JOSÉ FRANCISCO RUIZ MASSIEU: CRIMEN SIN CASTIGO



En víspera del 46 aniversario de la noche fatal de Tlatelolco, el país viste luto nuevamente. Decenas de personas resultan sacrificadas por militares y policías, Cruentos escenario son Chihuahua, Guerrero y Edomex.
Este 2014 es un año de dramáticas evocaciones. En marzo de aquel año, el asesinato de Luis Donaldo Colosio marcó el principio de la era de la criminalidad como forma política para acabar con los adversarios.
El 28 de septiembre de 1994 fue asesinado el guerrerense José Francisco Ruiz Massieu, secretario entonces del CEN del PRI. Al igual que el crimen de quien sería sucesor de Salinas de Gortari, el proditorio atentado en la persona del historiador y abogado permanece envuelto en el misterio.
Colosio Murrieta hubiese sido el Mandatario innovador de la década finisecular y, de acuerdo con los pronósticos de entonces, Ruiz Massieu el pulso culminante de la transformación en el México de este siglo.
Las manos arteras movidas por mentalidades emponzoñadas y enfermas de ambición, impidieron aquel apetecible curso de los acontecimientos. El macabro golpe de timón impuso el orden de cosas que todos conocemos. La generación del cambio a la modernidad, se transmutó en la generación del retroceso hacia la época del nefasto conservadurismo reaccionario.
Y en lugar de dar entrada a la táctica de encumbrar a los mejores, hizo irrupción la técnica de buscar y encontrar a los peores, entendiendo por esto último el propiciar el triunfo de la medianía política, por no decir, sin rodeos, de la mediocridad en el desempeño de las funciones administrativas y políticas.
Ruiz Massieu, ex gobernador de Guerrero, fue maestro, funcionario de la entonces SSA, hombre de ideas y de hechos, proyectista de un México genuinamente federalista y ecuménico; es decir, cosmopolita.
Como académico, actuó al lado de su ilustre coterráneo, el Rector Magnífico (timbre éste que los españoles dan a sus rectores connotados); investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, ahí participó en la pléyade de eruditos y estudiosos de la talla de Diego Valadés, Sergio García Ramírez e Ignacio Carrillo Prieto.
Maestro por vocación, dejó huellas en la historia de Guerrero en calidad de promotor de la cultura superior. Fundó la Universidad Americana de Acapulco de la cual han sido rectores, sucesivamente, el C.P. Israel Soberanis Nogueda y el doctor Mario Melgar Adalid.  Fue progenitor de la Universidad Loyola, hermanadas ambas instituciones por el ideal de una educación al servicio de la ilustración humanística y científica, con oportunidades para todos los aspirantes al servicio, de la superación personal y social. Organizó y dio apoyos materiales a tecnológicos en regiones marginadas.
En su visión de futuro, el historiador fue motivado siempre a ponderar los tiempos con la concepción que Karl. R. Popper llamaba planeación organizada, en periodos de corto y mediano plazos con arreglo a la ingeniería social en donde los sucesos pueden ser modulados según objetivos definidos dentro de amplios márgenes de libertad.
Trazó perfiles entre el dirigente y el líder lo que conduce a la distinción entre el político y el estadista. Así, mientras el dirigente actúa con base en parámetros consabidos y según prácticas comunes, el líder es innovador y renovador de usos y costumbres. El político, por otra parte, procede sólo para el presente y con arreglo a formatos que son útiles para realizar acciones del momento; el estadista, en cambio, tiende puentes hacia el futuro. Es creativo, reformador y sobre todo de ánimo constructivo y modernizador.

Colosio y Ruiz Massieu fueron víctimas de la reacción organizada. Y con ello, México fue subsidiario del retorno al conservadurismo que aún tiende a inmovilizar.

viernes, 26 de septiembre de 2014

LOS RETOS HISTÓRICOS DEL CONGRESO DE LA UNIÓN

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Senadores y diputados exhortan a las autoridades con el fin de intervenir, con arreglo a las funciones de su competencia, en la resolución de problemas que hacen del federalismo una rémora en vez de ser vía para unir, vincular e identificar entre sí a los mexicanos.
 Exigen sanciones ejemplares a quienes resulten responsables de cometer daños al patrimonio y a la salud de la población.
En Reforma, senadores de todos los partidos, con excepción del cuestionado PAN, aprueban un punto de acuerdo: instar al mandatario de Sonora para que detenga la escalada represiva, por cierto cada vez mayor, contra líderes de la Tribu Yaqui. Asumen la iniciativa senadores del PRI (Claudia Pavlovich, Ernesto Gándara), lo mismo del PRD: Dolores Padierna y Alejandro Encinas, entre otros
En San Lázaro, a su vez, la Comisión Especial integrada por representantes populares exigen que el Grupo México sea colocado en la silla de los sentenciados y se le apliquen los castigos a que haya lugar. Demandan, en principio, el retiro de la concesión a la Minera de Cananea, no sin dejar de lado la expropiación como medida de fondo, radical.
Faustino Félix Chávez, diputado cajemense,  respalda los acuerdos pactados: poner término al acoso de dirigentes de la Etnia Yaqui, investigar  el origen de  recursos  para la construcción de la presa en el rancho “Pozo Nuevo”, propiedad del mandatario estatal; examinar la legitimidad de protocolos y permisos.
Sobre este  particular y acerca de otros más, no hay duda  de que viene el caso el dicho: el buen juez por su casa empieza,
¿Tiene consigo el  Gobernador de Sonora los permisos y autorizaciones pertinentes? ¿Puede comprobar que ha cumplido con los términos del Manifiesto de Impacto Ambiental, condición de posibilidad que respaldaría el correcto uso y usufructo de la “Presa Padrés”? O bien es un atropello más a la legalidad y al Estado de Derecho en la Entidad por parte del Ejecutivo?
En efecto, ¿puede algún funcionario público, incumplidor de la ley, afirmar que una empresa, en el caso la del “Grupo Minera México”, actúa fuera de la ley o que no acata las disposiciones vigentes en materia ambiental, de índole laboral, y en todo lo que tiene que ver con la salud y la seguridad social?
¿Cómo esperar que una autoridad bajo sospecha exija conformidad con la legalidad en cuestiones de consulta sobre Impacto Ambiental y pretenda, además, convencer de su legítima actuación si antes no ha predicado con ejemplaridad y transparencia? ¿Cómo festinar honestidad en lo que concierne a lo que se dice, voz en cuello, acerca de la ilegalidad en la operación del Acueducto Independencia?
Por añadidura, ¿de dónde puede sacar aquello de que cumple lo que se dispone sobre la consulta a la Tribu Yaqui en relación con el susodicho Acueducto, si en vez de interrogar a sus “líderes naturales”, los persigue, acosa y encarcela?
Habrá que estar de acuerdo con el diputado Félix Chávez en su afirmación de que  la Presa “Titanic”  es “la hija menor” del Acueducto Independencia.
Y no cabe duda: El buen juez por su casa empieza.
Por lo demás, es alentadora la noticia acerca de la participación del Dr. Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995, especialistas de la UNAM e investigadores distinguidos como el doctor Rodrigo González Enríquez, del ITSON, lo mismo expertos de la UNISON,  en el proceso de evaluación sobre los efectos inmediatos y a futuro derivados del siniestro en los ríos Sonora y Bacanochi. Y, asimismo, en todo lo referente al Acueducto Independencia.
Igualmente, es de celebrar que en el H. Congreso de la Unión, representantes  decididos, asuman el reto histórico de ejercer la defensa de los sonorenses: productores, ejidatarios y ejemplares luchadores de la Tribu Yaqui, en lacerante acoso y amenaza de extinción.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

MÉXICO EN LA ONU: EL PREMIO CIUDADANO GLOBAL


De viejo abolengo es la vocación cosmopolita de México.  Se remonta a la época presidencial de don Benito Juárez, cuyo apotegma “El respeto al derecho ajeno es la paz”, simboliza ahora la aspiración de convivencia en armonía por parte de los pueblos representados en el Parlamento mundial.
Un mexiquense, don Adolfo López Mateos, Primer Mandatario en el sexenio 1958-1964, ingresó a México en el mapa internacional, promoviendo principios de solidaridad y cooperación, de paz y de igualdad entre los individuos y las naciones.
Y otro coterráneo suyo, Enrique Peña Nieto, Presidente de la República, ha puesto a México en la mirada de jefes de Estado y de Gobierno con motivo del  Premio Ciudadano Global  que lo acaba de distinguir como estadista innovador, ecuménico, a partir de sus propuestas, proyectos y convenios favorables a la participación creativa con sentido universal.
Nobleza obliga, cabe decir a propósito del reciente galardón.
Los mexicanos tenemos un Mandatario con arrestos para alzar la voz en el foro de naciones y manifestar nuestros anhelos de universalidad relativa valores que tienen que ver con la igualdad étnica o racial, con el respeto a los derechos humanos que asisten a migrantes bajo acoso; asimismo, vinculados con el repudio unánime al terrorismo que enluta a familias y conmina a los gobiernos, orillándolos para que adopten resoluciones punitivas indiscriminadas.
Contamos los mexicanos con un Ejecutivo que convoca a la defensa de los grupos indígenas bajo amenaza de explotación y exterminio. Por su intermedio las etnias de Oaxaca, Guerrero, Sonora y Chihuahua, al lado de los aborígenes del Perú, del Uruguay, de Colombia y de toda Centroamérica, tendrían oídos y ojos para vigilar el acato a sus derechos: de la salud, el empleo y la educación, entre otros. 
Igualmente, los marginados del crecimiento y el desarrollo  tienen en el nuevo Premio Ciudadano Global al Ombudsman  en quien pueden depositar fe, confianza y solicitud con el fin de que sea portavoz de sus diversas y múltiples desventuras.
El Presidente Peña Nieto, como numerosos jefes de Estado y de Gobierno en diferentes partes del planeta, es depositario de la voluntad de poderosos y de menesterosos, de hombres sabios y de personas ignorantes; de industriales y capitalistas como también de parias y migrantes abrumados éstos por el hambre y la sed de justicia.
Nuestro Mandatario, Premio Ciudadano Global,  demuestra sensibilidad a fin de promover iniciativas de reformas y para ejecutar sus contenidos. Tiene en su haber un acervo de reformas convertidas en leyes de observancia general en los planos de la enseñanza laica, del empleo equitativamente remunerado, de participación electoral libre y responsable, de modernización sin concesiones entreguistas.
Pero  debe afronta a la criminalidad de cuello blanco, es objeto de provocación por parte de impostores bajo piel de “emprendedores”, sufre a burladores de leyes protectoras del ambiente y de la normalidad climática, quienes arremeten contra la legalidad laboral y alteran el orden social. Y todo, con el contubernio de funcionarios predispuestos a  dejarse corromper. ¿Ha de tolerar, hasta cuándo, el nepotismo, el latrocinio, el autoritarismo disfrazado y las campañas agresivas por parte de mafias y tenebrosas organizaciones?
No cesa la euforia pro reaccionaria y provocativa. Hace de las suyas, encarcelando a líderes de la Etnia Yaqui. Y en esa tesitura, en nombre del federalismo, ¿ha de tolerar a mandatarios locales enfermos de poder ilegítimo, soportar amenazas  terroristas y a los advenedizos que envenenan impunemente a la población?  

Nuestro Premio Ciudadano Global no está, por lo visto, en un lecho de rosas.

lunes, 22 de septiembre de 2014

DÍAZ BROWN: ESTILO INSTITUCIONAL DE GOBERNAR



Tiempos difíciles, contrarios y contradictorios son los que soplan en nuestra agobiada geografía física, política y social. De norte a sur azotan, implacables, los vendavales de la naturaleza a los que suma su fuerza irracional la de no pocos detentadores del poder público para quienes las mentiras propagandísticas suplantan, paladinamente, la obligación de informar.
Frente a la técnica personal de mandar se impone el estilo institucional, democrático, de gobernar. Consiste el primero en actuar de acuerdo con los dictados del temperamento y no con arreglo a la voluntad social jurídicamente entendida. El segundo, en cambio, se define por el consenso ciudadano que da a las acciones del funcionario legitimidad y certidumbre.
El fin de la semana anterior, el alcalde de Cajeme, Rogelio Díaz Brown, rindió el penúltimo Informe de Gobierno Municipal.
Se trató de un Informe  de compromisos cumplidos, de principio a fin. Un Informe de realizaciones en el que las promesas revisten el ropaje de la realidad. Careció de suplantaciones.
Fue el relato de hechos basados en obras. La reseña de resultados logrados con la participación ciudadana, con el aval de la población y el visto bueno del cuerpo colegiado en torno a la autoridad municipal.
Si hubiese que calificar,  días después, durante los cuales la voz del pueblo se convierte en “Vox Dei”, puede decirse que el Informe del alcalde Díaz Brown tiene el sello de un documento en el que los cajemenses pueden verse reflejados en la medida que pueden cotejar las palabras con los hechos, la terminología con las acciones concretas,  la obra documentada con la obra tangible a la vista.
Predomina en estos días de retórica oficialista, el estilo personalista, subjetivo, emotivo y temperamental, de gobernar.  En vez del principio según el cual el Estado somos todos, se impone la pretensión egocéntrica, solipsista, en el sentido autocrático de: “El Estado soy yo”. 
Andan sueltos los demonios del personalismo autoritario, haciendo del oficio de gobernar un arte predispuesto a todo. Es decir, la técnica de mentir con lujo de cinismo, acopiar para sí los recursos del erario a su antojo y placer, enajenar con los dineros públicos bienes materiales para uso y usufructo individual.
Ante el dantesco escenario, la rendición de cuentas adquiere un significado de ejemplaridad a toda prueba.  Y la principal de éstas es el juicio popular, la voz ciudadana, la calificación de todos los sectores sin distinción social.
Díaz Brown refrenda el estilo institucional de gobernar, aludiendo a su compromiso de encabezar las causas que atañen a los marginados, entre muchas otras, la que sostienen de manera viril ejidatarios, productores y yoremes de la Tribu Yaqui, con todo y amenazas  y a pesar del acoso judicial y de la feroz persecución personificada con el arbitrario, vengativo a todas luces ijusto, encarcelamiento de Mario Luna.   
El alcalde de Cajeme coloca a toda asta la bandera del federalismo en horas por demás difíciles de ingobernabilidad alentada por el Ejecutivo estatal, cuando se acentúa la retención de recursos para la continuación de obras urbanas y suburbanas. Y da fe públicamente del acato a la legalidad y a la transparencia en la administración del erario municipal.
Da su palabra en prenda el alcalde municipal en el umbral de la renovación de poderes, cuando la selección de los mejores se convierte en la búsqueda ávida de mujeres y hombres públicos con visión de presente y de futuro.
Suena la hora de la renovación no sólo de funcionarios, sino el fortalecimiento de ideales y de esperanzas.

En Sonora está en el tapete de las controversias el destino de su población. Está en disputa la gobernabilidad y el Estado democrático de Derecho. La suerte y el futuro de la convivencia social en paz y armonía.

jueves, 18 de septiembre de 2014

MINEROS Y SALTEADORES EN EL MÉXICO ACTUAL


Del profesor D. A. Brading (Universidad de California), el Fondo de Cultura Económica reimprimió, en 1985, la obra traducida por Roberto Gómez Ciriza,  “Mineros y Comerciantes en el México Borbónico (1763-1810”).
Desde las primeras páginas, el crudo relato pone de relieve la manera que el sistema de las  encomiendas fue utilizado por los invasores españoles quienes fortalecieron el Imperio por medio de la explotación del subsuelo. No satisfizo a Hernán Cortes, dice Brading, la organización aborigen basada en los cultivos de maíz y de algodón. “Y así dio principio una búsqueda frenética no sólo de metales preciosos, sino de cualesquiera productos de valor comercial”.
Dicha búsqueda se hizo obsesión hasta convertirse en atroz depredación, que dura hasta nuestros días. Extranjeros, criollos y mestizos prosiguen, ahora, la inicua explotación de placeres de oro, en minas de plata, cobre, hierro y carbón.
El desastre en Pasta de Conchos, en los rincones sombríos, son vivo testimonio de lo anterior.  El saqueo en los enclaves mineros se ha institucionalizado a pesar del dicho convertido en mentira cruel, de que el subsuelo (el petróleo, el gas, el agua y los metales) son patrimonio de todos los mexicanos.
La Revolución sigue en deuda ingente al paso de los años, con los mexicanos pauperizados por obra y desgracia de los nuevos encomenderos que trafican con la vida humana, las tierras de los ejidatarios; con el trabajo forzado de los trabajadores que viven y mueren con silicosis, arrojados de sus tierras vía el envenenamiento de ríos y arroyos, sin que nadie los contenga.
El siniestro, provocado o no, en los pueblos ribereños de los ríos Sonora y Bacanuchi, es por sí mismo una impresionante denuncia, un fulminante “Yo Acuso” lanzado por las víctimas de la maldad organizada, fríamente solapada por las autoridades. Estás tienen ojos pero no ven y oídos sordos que no escuchan.
Heredero de los voraces saqueadores de la Colonia,  proceden de manera idéntica a los descendientes de la casta borbónica que sostuvo, enriqueció y dio continuidad al imperio hispano. Y dio origen a los modernos salteadores de soberanía,  a los esbirros de indígenas yaquis, mayos, guarajíos y tarahumaras y de todos los empobrecidas del país.
Y otra vez: “No hay mal que por bien no venga”.
Corta, muy corta queda, a nuestro modo de ver, la Comisión Presidencial que investiga los efectos devastadores en la Mina de Cananea. Corta, en la medida que a unas horas del desastre se pueden ver y sufrir los efectos deplorables, día a día, en los caminos vecinales de las inmediaciones de Tesopaco, escenario del saqueo que realiza la compañía extranjera usufructuaria de metal que, con lujo de impunidad, incumple las normas ambientales y laborales, al igual que en la minera del emporio México de los Larrea. Y todo, con exceso de impunidad.
Por otra parte, avala el Pleno de la Cámara de Diputados los términos de la indagación por parte de la Comisión integrada por orden presidencial. Ponen los legisladores federales en manos de la PGR la evaluación realizada y ésta da trámite al proceso para fincar los castigos a que haya lugar.
¿Estamos al principio del fin, como en tiempos de Cárdenas, para que se lleve a efecto una tercera expropiación, el cierre de compañías depredadoras, la expropiación y nacionalización de la minería que actúa a salto de mata? La Reforma Energética, ¿es un detonador de nacionalismo autónomo, soberano, sin fobias, que no teme a la modernización del Estado, al margen de ataduras y entreguismos?

La Mina de Cananea da lugar a una lucha sin cuartel en contra de los actuales salteadores. Permite revivir ancestrales y postergados ideales a la luz de los Derechos Humanos, de reivindicación laboral y de garantías de autodeterminación política, jurídica y social. 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

ACUEDUCTO INDEPENDENCIA: AHORA O NUNCA


Al grito de “¡Ahora o Nunca, Señor Presidente!”,  la Tribu Yaqui acuerda este día 16 septiembre reanudar el sitio que impedirá, acaso indefinidamente, el tránsito sobre la carretera internacional en las inmediaciones de Vicam. Convocan los organizadores yoremes a la sociedad, sin distinción de clase o ideología, con el fin de sumarse al movimiento pro defensa del agua que, al parecer, llega esta vez a su fase terminal.
“Ahora o Nunca” es la voz de combate que se multiplica hasta alcanzar los más escondidos estados de conciencia de una comunidad, la comunidad sonorense, al colmo de la tolerancia, por motivo de una justicia jurídica publicitada, pero que jamás llega. “Ahora o Nunca”, es clamor que va en aumento: de las congregaciones aborígenes a todos los centros poblacionales de la región, y de ahí hasta Los Pinos pasando por el Palacio de Gobierno en la ciudad-capital.
“Ahora o Nunca”, tras lo ocurrido en las riberas de los ríos Sonora y Bacanuchi, después de conocerse los efectos de la degradación ambiental provocada por el  criminal derrame de tóxicos. “Ahora o Nunca”,  frente a la cadena de impunidades que se remonta al año de 2010 y se continúa a manos de los dueños intocables del  Grupo México, coludido y encubierto por quienes detentan el poder. .
“¡Ahora o Nunca, señor Presidente!”.
Todo indica que ha llegado la hora de refundar la gobernabilidad y el Estado democrático de Derecho: la hora de la legalidad y la constitucionalidad.
La derrota del federalismo había sido, hasta el día de hoy, el triunfo de la reacción y la victoria del conservadurismo.
A partir de estas horas de prueba y de provocación, el destino de la modernización y del progreso queda a cargo de quienes tienen la atribución de ejercer el imperio de las leyes y hacer valer la soberanía y la autodeterminación política y económica de la Nación.
Está en juego la sobrevivencia de la Tribu Yaqui,  de una comunidad tenaz, ejemplar  en la defensa histórica de sus derechos, Y está en manos del liderazgo político nacional, el destino de las reformas recientemente aprobadas en el Congreso de la Unión. Está en la balanza de lo posible, el destino de México, es decir, de millones y millones de mexicanos que volvieron a confiar en la voluntad y el patriotismo de sus mandatarios.
Está en el tapete de lo previsible, el futuro del conjunto de reformas consagradas en letra de la Ley. Para empezar, está a las resultas de lo que haga la autoridad, las reformas en materias de seguridad jurídica, de participación cívica o electoral, de educación en términos de ejemplaridad por parte de los titulares de poder. Y antes que nada, está en el escaparate de la crítica, la reforma energética por lo que tiene que ver con la salud de la población, el respeto a la integridad y normalidad de los sistemas ambientales, el cuidado puntual de las cuencas hidrológicas.
En todo esto, está a la orden del día, sin posibilidad de diferirlo, posponerle y etiquetarlo como asunto de segundo interés o sin importancia, el destino del acueducto denominado Independencia, tal vez por motivo de haberse ideado, realizado y puesto en marcha, al margen y aun en contra de la voluntad de quienes fueron y son convidados de piedra, victimados sin voz ni voto para ejercer su legítima defensa.
El reclamo es, diríase, sin lugar a discusión alguna. Se reduce a un imperativo definitivo y definitorio:
“¡Ahora o Nunca, Señor Presidente”!
Después será, no hay duda, demasiado tarde. El llamado Acueducto Independencia termina sus días, convirtiéndose en el “acueducto de la discordia”.

Sin embargo, con todo, a pesar de todo, es la hora de las grandes y responsables determinaciones: ”Ahora o Nunca”.

martes, 16 de septiembre de 2014

EN EL MES DE LA INDEPENDENCIA, LA OTRA GUERRA



En todo México, aun en los más recónditos lugares, se ha celebrado y se festeja  en estos días la gesta inolvidable de los Niños Héroes y el inicio de la Independencia. Esta, con todo y las conmemoraciones no acaba aún de consumarse, inclusive después del par de centenarios transcurridos. El término “independencia”, por cierto, da para todo.
En Sonora, a propósito, el nombre con el que fue pomposamente bautizado el acueducto, el “Acueducto Independencia”, pasará al archivo de lo que jamás habrá que olvidar y de lo que, bien entendido, será testimonio acerca de lo que habrá de impedirse por medio de la fuerza de la ley y no por la  ley del  más fuerte.
Nació mal, si así pudiera decirse, en todo sentido el acueducto. Fue mal concebido y llegó fuera de tiempo. El entonces Presidente de la República, Felipe Calderón, lo inauguró contra lo que aconsejan los usos y costumbres con ese efecto, y le dio su “bendición” en público, Así, la obra colosal advino a la luz, sin que hubiese el vital insumo, así fuese mal habido.   
Más todavía. Ante la indignación de los verdaderos titulares del agua (ejidatarios, productores y yoremes, de la Tribu Yaqui) el Ejecutivo federal entonces, declaró en servicio la obra hoy duramente controvertida por parte de los legítimos usuarios y censurada por aquellos que son víctima de engaño por los deturpadores en el poder.
No hay duda de que mal termina lo que mal comienza.
Hoy la Tribu Yaqui es objeto de inicua persecución y sus líderes (Mario Luna y Tomás Rojo) son presa de atroz cacería por parte de la injusticia punitiva ordenada con todo el odio y la insania paraoficial.
Hoy en día, en plena festividad de la Independencia, siete municipios en la ribera de los ríos Sonora  y Bacanuchi, en las proximidades del infierno desatado por el derrame de  tóxicos de la Minera de Cananea, son víctima de insalubridad letal, empobrecimiento y efectos psicológicos impredecibles.
Así, a un mal comienzo un final peor.
Sin planeación ni consulta previa a los directamente involucrados (ejidatarios, productores y yoremes), sin concesiones autorizadas ni licitaciones publicitadas con arreglo a la normatividad, el “acueducto de la discordia” es no sólo quebradero de cabeza para el Ejecutivo estatal y sus colaboradores de confianza, sino fuente de irritación ciudadana en el norte y sur de la Entidad; es origen de la discordia y hasta de posible chispa conflictiva. También señuelo para los promotores del terror y la ingobernabilidad.
Y si vale aquello de que no hay mal que por bien no venga, cabría formular reflexiones diversas que podrían ir desde lo jurídico a lo político y de aquí al ámbito de la promoción de una nueva dirigencia política, una renovada generación o liderazgo, integrada por mujeres y hombres libres de suspicacia en cuanto al manejo de los asuntos que tienen que ver directamente con  la salud, la educación, la seguridad y el bienestar social. A toda prueba.
Primero: reivindicar las funciones públicas en términos de obligatoriedad a fin de que no haya tela de duda, como en el caso de los deberes que competen a SEMARNAT, PROFECA, CONAGUA en materia de inspección, fiscalización y política informativa, con el propósito de que no prospere la impunidad, ni haya más atentados contra el Estado de Derecho.
Segundo: revisar la legislación acerca del subsuelo (minas, hidrocarburos, cuencas acuíferas, etc.), para impedir que el “concesionismo”, hoy en boga y en violenta crisis, haga de las suyas, y deje finalmente de ser privilegio y negocio de la mafia en el poder. 

Tercero: indagar en los “curricula” de precandidatos a cargos de representación cívica, su pasado y su presente para evitar casos bochornosos y costosos para la sociedad. Esto es urgente y factible. Y hay, por lo visto, buena tela donde cortar.

viernes, 12 de septiembre de 2014

EL SEGUNDO INFORME MUNICIPAL



El Segundo Informe del alcalde de Cajeme,  bien podría llevar el subtítulo: “De la gobernabilidad y del Estado de Derecho”. La administración municipal presidida por Rogelio Díaz Brown entrega cuentas a los ciudadanos, cuentas claras y objetivas, sobre el estado que guardan las finanzas y el cumplimiento  en  los temas de Seguridad, Educación, Cultura Popular; de Salud y Promoción del Empleo.
El Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF) ha otorgado calificación de excelencia a la gestión pública del Alcalde, al colocar al Municipio de Cajeme como ejemplo a seguir y como prototipo de eficacia y transparencia.
Establecen la medida de gobernabilidad los sectores sociales a cuyos integrantes dedica su tiempo y capacidades el munícipe cajemense, en términos de credibilidad y certidumbre. Son los propios ciudadanos quienes ponderan el grado de legalidad y constitucionalidad para definir las acciones con arreglo a los cuales se establece la legitimidad del gobernante en su carácter de hombre de Estado.
La ejemplaridad de Cajeme, por otra parte, y la del equipo que encabeza Díaz Brown, va más allá  de lo meramente administrativo, lo que ya es decir mucho dado los abusos en el manejo de los haberes públicos, el contubernio y la corrupción tocante a licitaciones que favorecen el bolsillo de los delincuentes de “cuello blanco” y  conciencia oscura.
Trascienden usos y costumbres burocráticos las gestiones a cargo de la Alcaldía y dan  sentido social al ejercicio del poder político, acatando la voluntad ciudadana en vez de la muy personal de los funcionarios. Desde este punto de vista, asimismo, se vuelve ejemplar la actividad pública de esta gestión municipal que, durante los años recientes, ha logrado sortear múltiples dificultades burocráticas y políticas, venciendo la inercia y la inepcia de la cúpula estatal y allanando los efectos, de suyo deplorables, causados por la retención de recursos previamente  autorizados.
La alcaldía da ejemplo, sin alardes publicitarios, al presentar una faceta poco conocida del federalismo, vía la intermediación directa, ciertamente exitosa, ante los órganos y los organismos facultados para atender las demandas, 
Por encima del desdén propiciado por el titular del Ejecutivo del Estado, Cajeme ocupa el sitio ganado a pulso por obra de sus líderes sociales y empresariales, por sus directivos académicos y sus defensores en favor de los más pobres entre los necesitados y de los más desprotegidos ante el desamparo de la justicia jurídica y frente a la ineficacia punitiva y antisocial.
Cajeme y su cabecera Ciudad Obregón son, hoy en día, objeto de admiración dentro y fuera del país por el pundonor y la puntualidad en sus propuestas y esfuerzos, con el propósito de cumplir los programas de modernidad urbana y para hacer valer la prioridad en educación para todos, la recreación por medio del deporte y la seguridad en lo público, lo jurídico y lo social.
En la rendición de cuentas, se aguarda un informe comprobable y contrastable. Y se espera, con la inquietud que se palpa en una urbe en pleno crecimiento y entera madurez, un informe en donde los tiempos políticos se conjugan de tal manera que el presente se vincula con el porvenir, asegurando que lo hecho hasta ahora es indicador de lo que se puede esperar y de todo aquello que tendrá que resarcirse con el consenso y la participación ciudadana, libre y responsable.

Cabe preguntarse hasta qué punto el político es, a la vez, un educador. Hasta qué punto el hombre público es un maestro que predica con el ejemplo y con su investidura de autoridad. Asimismo, interrogarse de qué manera los ciudadanos, en situación de educandos, están en condiciones de lograr que sus gobernantes sean conforme a su imagen y semejanza. No ajenos y aun advenedizos. 

jueves, 11 de septiembre de 2014

CONSEJO CONSULTIVO: EFICACIA, CLARIDAD Y EXPEDICIÓN



Una administración pública ayuna de controles es a la organización participativa,  plural y democrática, lo mismo que una nave hecha toda de velámenes, pero carente de anclas. Una y otra navegan por impulso de los vientos, arrostran turbulencias al por mayor sin que haya de por medio garantía de seguridad y certeza en cuanto al rumbo y en lo que se refiere a entregar buenas cuentas acerca del estado de los bienes y la integridad de las personas.
Pública o privada la administración, habrá que reconocer que la óptima gestión de los asuntos a su cargo depende del manejo de los mismos, lo cual está a las resultas de los recursos humanos disponibles, de su organización y disposición según las jerarquías, las capacidades y la distribución de las funciones.          
En todo ello, tiene relevancia el conjunto o la red de controles mediante los cuales una administración que se precie de eficaz, ágil y cumplidora lleva al cabo sus acciones. Sobre todo, dependerá de la aplicación o individualización de dichos controles, entendidos como medios de supervisión y vigilancia, destinados a corregir errores y desviaciones.
Cajeme, municipio digitalizado por resolución de su autoridad representada por el alcalde Rogelio Díaz Brown, declarado asimismo municipio incluyente, ingresa a la era de la transparencia sin las consabidas falacias o componendas. Es decir, entra por el vestíbulo de la convivencia en donde no hay, no debe haber, secretos a voces, y en donde las cuentas deben ser constatables, precedidas de confiabilidad y certidumbre.
Cuenta ya Cajeme con un Consejo Consultivo de Mejora Regulatoria, proyecto que podría considerarse providencial en la medida que emerge como órgano plural, de corte colegiado, cuyos integración ocurre en una tesitura conocidas ´por todos, dentro y fuera del Estado, caracterizada por la ilegalidad, los abusos de poder desde la cúpula estatal y ante cuyas malversaciones predomina el desdén y la impunidad.
Lo de providencial a nuestro juicio, le va bien por el hecho de ser una decisión oportuna. Se hace presente en una comunidad que toma conciencia de sus potencialidades en lo educativo, en la modernización empresarial para ofrecer ocupación laboral y toma un sitio distinguido  en el desarrollo local y nacional.
Asimismo providencial por el blindaje que puede derivar en el desarrollo de esta sociedad que abre sus puertas a la cultura a través del concurso de la letra impresa y que hace de la feria del libro una palpitante aventura del espíritu y la inteligencia. Y por qué no reafirmarlo: frente al cúmulo de aberraciones, desaciertos infortunados y resoluciones que afectan la economía regional, la salud pública y la seguridad jurídica y social, todo lo cual podría evitarse a tiempo si hubiesen mediado controles eficaces a través de la vigilancia de los sectores de la sociedad, con voz y voto.  
Órgano regulatorio, este Consejo Consultivo se define por lo que tiene que ver con su estructura formal, como una entidad colegiada en la que participan los sectores social, académico y empresarial. Todos con la responsabilidad de formular propuestas sobre las acciones públicas, emitir opiniones y juicios acerca de programas, planes y proyectos que tienen que ver directamente con la sociedad en sus diversas demandas y aspiraciones.

Finalmente, merece atención el dato en el sentido de que apenas 30 de los dos mil 500 municipios en el país cuentan con un órgano colegiado como el que acaba de dar a conocer la alcaldía de Cajeme. Es una información, por otra parte, que explica la medida en que nuestra democracia es rica en expresiones y generosa en falacias.  Esclarece, además, cómo es que no existan vacunas contra la impunidad y defensas contra la corrupción y la ingobernabilidad.

lunes, 8 de septiembre de 2014

CERTEZA Y CREDIBILIDAD EN LA RENDICIÓN DE CUENTAS




El Segundo Informe del diputado Faustino Félix Chávez, miembro de la LXII Legislatura Federal, ocurre en tiempos difíciles en el Estado. Al conflicto derivado de la operación ilegal del Acueducto Independencia, se suma el  derrame de sustancias tóxicas en el cauce del río Sonora.
Es tiempo de sumar, sentenció el representante ciudadano en San Lázaro durante la ceremonia en la que rindió cuentas de su trabajo legislativo en la Cámara. Es tiempo de rehacer el Estado de Derecho y de reconstruir el maltrecho federalismo político, jurídico y social bajo los embates del divisionismo político y el descrédito en la toma de decisiones al frente del Ejecutivo estatal.
La lucha por el agua, la apología de la constitucionalidad y la legalidad; el acato a las resoluciones del Supremo Tribunal del País, fueron entre otros los rubros generales en el documento del legislador, cuyo contenido particular deja constancia de una vital actividad en favor de sus coterráneos:  gestión de recursos  para fortalecer la infraestructura del Municipio de Cajeme, así como intermediación para atender demandas en materia de servicios de salud, educación y seguridad pública y jurídica, sin soslayar el reclamo social de empleo y de justicia social.  
Los tiempos de sumar se refieren al tema de la transparencia, con arreglo a la cual los titulares de los poderes públicos son ponderados y calificados por el desempeño de sus deberes y atribuciones. Hacer con la mano derecha lo que invalida la mano izquierda resta confianza y mina el espíritu de participación cívica por parte de los ciudadanos.
El diputado Félix Chávez ejemplificó en el Teatro del ITSON, con lenguaje claro y asequible, el estilo de hacer política mediante hechos constatables y el modo de cumplir los compromisos adquiridos con experiencias cuantificadas y cualificadas. Si la política es el arte de lo posible y es la práctica  de la persuasión fundamentada en acciones y sucesos constatables, la rendición de cuentas en el mencionado Segundo Informe es testimonio de una política democrática inspirada en la coordinación entre los poderes públicos. En modo alguno se guía por la división o separación de poderes. Y menos, mucho menos, se conduce por el destructivo enfrentamiento y por la devastadora confrontación.         
Comunicar, no hay duda, va de la mano con el acto de informar. En la democracia, a diferencia de lo que sucede en la organización autoritaria, la información se hace a imagen y semejanza de la sociedad. No a contrapelo. La acción de comunicar se compagina, en aquel caso, con el principio de la certeza informativa y es condición de credibilidad. La persuasión le es, así, complementaria; vale decir, resulta su  consecuencia lógica.
La rendición de cuentas tiene el aval de la objetividad y la certeza. Comunica logros y realizaciones. Reseña acuerdos y negociaciones en firme ante las instancias y despachos federales para obtener apoyos diferidos, retenidos o escamoteados por motivos ajenos a las abnegadas comunidades de la jurisdicción.

Los cajemenses escucharon, así pues, un informe que comunica actos de voluntad política,  convenios y gestiones investidas de eficacia y de palpable realidad, el cual ocurre en horas de frustración y desesperanza, cuando  la sociedad sonorense padece hambre y sed de justicia. Sin embargo, rescata credibilidad y certeza en el Pacto Federal, cuya efectividad radica en el esquema de la  Federación entendida como cerebro organizativo y por el conjunto de sus miembros, Estados y Municipios, conceptuados como el corazón que alienta vitalidad al organismo entero. El rendimiento de cuentas, en suma, contribuye a fortalecer la idea federalista en su dimensión propia: vínculo y eficaz intermediación a fin de resolver demandas apremiantes en todos  los órdenes del bienestar.

sábado, 6 de septiembre de 2014

EL LIBRO: FESTIVIDADES, AUTORES Y LECTORES


Las ferias del libro son fiestas del espíritu. Son más que plazas de exhibición y venta de objetos o cosas para el eventual consumo. Representan sitios de encuentro y de reencuentro: de vuelta al pasado para dialogar con quienes no han muerto del todo, de acuerdo con la premisa: “No todos los hombres son mortales”.
Si las ferias del libro son además internacionales entonces, a la fascinación que de por sí suscitan se suma la curiosidad por lo inédito y lo novedoso, así como lo expectativo por el hecho de tener comunicación a distancia con autores que, en el caso de las letras, hacen posible  los “best- seller”.
En el Distrito Federal, desde el pasado jueves, está de plácemes la editorial patrocinada por el Gobierno de la República, el Fondo de Cultura Económica. De igual forma, participa de ello su director general, José Carreño Carlón, sonorense distinguido, abogado y maestro, académico, periodista y comunicador, afamado por su ingenio y festiva ironía, muy conocido en medios electrónicos de esta Capital.
En Sonora, en el municipio de Cajeme, Ciudad Obregón se viste de gala a fin de celebrar, por primera vez, su Feria Internacional del Libro, con invitados especiales: la hermana República de Cuba, entidad editora y escritores laureados de la talla de Elena Poniatwoska.
Aquí, una mención con dedicatoria especial y particular reconocimiento al escritor y periodista, maestro del cuento, la crónica y del ensayo histórico: Carlos Moncada Ochoa.
De casa, es decir, de Cajeme, escenario de la I Feria Internacional del Libro, el autor de “Años de Violencia en Sonora”, “Oficio de Muerte”, “Cincuenta Años en Esto”. Y un número elevado de obras, leídas y releídas por sus coterráneos y lectores fuera de la Entidad, Moncada Ochoa recibe el homenaje que le tributa el Municipio, su Municipio, en honor a los más de 60 años consagrados en labores periodísticas, aunado su quehacer al oficio de docente en educación media y superior, y a su incesante tarea de escritor de obras literarios y crítica política.
En el FCE, Carreño Carlón, su directivo y actual modernizador de la empresa,  cosmopolita por vocación, hace ondear la enseña de la cultura patria y universal  en el aniversario número 80 de la casa editora, evocando con ánimo y disposición juvenil datos cuantitativos que, en modo alguno, demeritan la trayectoria biográfica de la institución. Al contrario, por el número y la calidad del contenido informativo de sus catálogos participa, en generosa competencia con la editorial universitaria de la máxima casa de estudios del país, la UNAM, asimismo, de señorial abolengo en la historia del libro en México.
Por cierto, en la mesa de los festejos, el FCE da a conocer cómo a su ya larga existencia se apareja un registro en el que la productividad significa, al propio tiempo un esfuerzo cualitativo avalado en datos como los siguientes: diez mil títulos editados y repartidos en cien colecciones. Dicho acervo se distribuye a través de veinticinco librerías ubicadas en suelo patrio y en el extranjero.
Volviendo a la I Feria Internacional del Libro en la sede municipal de Cajeme, Sonora, habría que mencionar el acierto de sus organizadores. Lo decimos sin dudarlo, tomando en cuenta que se trata no de una experiencia que se produce de manera tentativa y fuera de contexto. Al contrario, si hubiese que hacer un pronóstico en el corto plazo nos pronunciaríamos en favor del mejor de sus buenos éxitos, sin olvidar que se trata de una apreciación posible y con márgenes ínfimos de error.

Cabe reafirmar: no todo en el Estado de Sonora es motivo de consternación. La festividad de la cultura es preanuncio de que se avecina la aurora de la reivindicación y de la recuperación de tiempos perdidos.