Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







jueves, 11 de junio de 2015

JOSÉ MARÍA DE LOS REYES Y EL TECNOLÓGICO DE SONORA

(A Sarita María de los Reyes)



Seis décadas tiene de haberse fundado el Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON) sobre las bases de su inmediato predecesor, el Instituto Tecnológico del Noroeste (ITNO). Este último, descendiente, por cierto, del que fuera simiente originaria: el Instituto de Estudios Superiores “Justo Sierra”, cuya efímera existencia va  de julio de 1955 al mes de abril de 1956.
De muchos conocido es la biografía del primer director del ITNO, del doctor Julio Ibarra Urrea, ex rector de la Universidad de Sinaloa (UAS) La UAS fue condecorada por el rector José Narro Robles en la ceremonia del pasado 2 de este mes, conmemorativa del centenario del nacimiento del ex rector Javier Barros Sierra.
Poco se sabe, en cambio, del licenciado José María de los Reyes, (“Chema”) para los universitarios, baluarte de la Autonomía Universitaria en 1929 durante el rectorado de Manuel Gómez Morín. Fue director primigenio de la hoy festejada institución, “Alma Mater” en el Sur de Sonora.
José María de los Reyes fue destacado participante en la gesta inicial de la Autonomía: lideró el Consejo de Huelga y formó parte, muchos años, del Consejo    
Universitario de la máxima casa de estudios.
En 1926, fundó la Escuela Nacional Preparatoria Nocturna para Trabajadores, la cual dirigió durante 30 años. Fundó en 1926 la Escuela Secundaria Nocturna, y en 1936 la primera Escuela Secundaria Nocturna para Señoritas. Coadyuvó, con el carácter de miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía, a su consolidación; fue creador del Seminario Nacional de Geografía, foro de análisis y generador de estudios científicos especializados.   
Pertenece, así, a la generación de los padres cofundadores de la Universidad actual, cimentada en normas con rango constitucional, de vocación nacionalista y, al propio tiempo, con proyección universal.
El Instituto Tecnológico de Sonora tiene ancestral deuda con el universitario De los Reyes. En su calidad de directivo del Instituto Justo Sierra, antecesor repetimos del ITNO y del ITSON, en el poco tiempo de ejercer el cargo a distancia, dadas sus tareas de legislador en el Congreso federal, asesoró, recomendó y orientó a los promotores del Club de Leones creadores del plantel aludido, a su presidente don Moisés Vázquez Gudiño, persuadiendo a que el primer paso fuera la formulación de un proyecto de Estatuto con el propósito de que normara las relaciones administrativas y académicas de la naciente institución.
A mediados del siglo pasado, era todavía un instrumento novedoso, casi desconocido y aún en proceso de institucionalización, la Ley Orgánica de 1945 cuyo autor, don Alfonso Caso, llevaría las ideas de su hermano, el filósofo Antonio Caso, a la escena jurídica de la fundación jurídico-académica.
Con la edad dorada de poco más de cincuenta años, De los Reyes encontraría la ocasión de extender generosamente a la provincia, al Sur de Sonora,  las  buenas nuevas de una legislación académica, la Ley Orgánica aludida, que delimitara puntualmente lo político de lo docente, como más tarde ocurriría con la Reforma Universitaria de 1980, según la cual se definiría rigurosamente lo laboral y lo académico.
El maestro De los Reyes propondría, desde el DF, la conveniencia de establecer cláusulas que funcionaran como base para la creación de órganos como la Junta de Gobierno, el Consejo Técnico y el Patronato. Sin duda, se  inspiraba su propuesta, con dicho efecto, en el conocimiento. de primera mano, con el cual contaba acerca de la Ley Orgánica de 1945.

Una última acotación: bien estaría que se diera el nombre de José María de los Reyes a una beca que instituyese la rectoría del ITSON en memoria del ilustre benefactor, hoy injustamente olvidado.