Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







lunes, 8 de junio de 2015

ESENCIA Y SENTIDO DE LA LIBERTAD DE PRENSA




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El 7 de junio es fecha consagrada a la Libertad de Prensa. Ayer coincidió el día con la realización de comicios constitucionales en varias Entidades del país. Esto quizá hizo palidecer la conmemoración antes mencionada. Sin embargo, se trata de alusiones y ejercicios similares. Uno es el de la voluntad de expresarse, al margen de cortapisas, sobre lo que es y lo que debiera ser; otro, el de manifestar las preferencias sobre quiénes serían los mejores en el llamado arte de mandar.
Decir lo que se quiere y querer lo que se dice es, en esencia, el cimiento de la libre expresión. De ahí dimana su ejercicio y aplicación: así, la facultad de enseñar, de investigar y publicar los hallazgos y la posibilidad de comunicar a los demás el rendimiento y los beneficios de la cultura.
Justamente el martes anterior la UNAM, a través del rector José Narro Robles,  entregó reconocimientos a distinguidos académicos que han sido y seguirán siendo paladines en la historia de la enseñanza superior en México, por la defensa de la Autonomía Universitaria.
Guillermo Soberón Acevedo, a sus 90 años de edad, fue el único ex rector con vida, asistente en la magistral ceremonia, condecorado con la presea que enaltece la vida y obra de universitarios ilustres que han defendido con su propia vida y sus ejemplares enseñanzas lo que es la libertad en una de sus principales vertientes universales. Él es uno de los más notables atalayas del régimen de libertades que impera en la UNAM y en todas y cada una de las instituciones de enseñanza profesional.
Asistimos en calidad de invitados especiales a la conmemoración con la que se honró a uno de los grandes  baluartes de la Autonomía Universitaria, al descendiente del  ilustre refundador de la Universidad,, el maestro don Justo Sierra. La celebración del centenario de Javier Barros Sierra en mucho nos atañe, a distinguidos académicos y modestos servidores del Alma Mater. Su magisterio y lúcido ejemplo nos estimula a ejercitar en los ámbitos en donde nos encontremos a poner en práctica su punual devoción y entrega a la causa de la libertad entendida como cimiento de los valores de la libertad y, por tanto, de la convivencia democrática.
Los comicios de ayer, ejemplifican la puesta en ejercicio de una de las libertades con arreglo a la cual la voluntad de elegir hace posible la promoción al poder público de representantes populares que más se aproximan al ideal de la excelencia y de confiabilidad para configurar leyes y hacer que se cumplan las existentes,. Asimismo, y sobre todo, cumplirlas con transparencia y la legalidad exigible, la que incumbe a todo funcionario, legislador o miembro del poder en el que radica la justicia jurídica.
Elegir es potestad de los ciudadanos: cumplir con los designios del querer cívico y de los principios de la legalidad y la constitucionalidad. La jornada de ayer domingo es un escalón en la infinita pendiente para convalidar el régimen de libertades y responsabilidades  que a todos nos incumbe.
La libertad de prensa nos atañe a todos los que tenemos que ver con la palabra hablada o escrita. Tenemos, por cierto, en nuestras manos el ejemplar de un soldado de la expresión, Sergio Anaya, con el título de su obra “Días de Radio en Cajeme” en el que rinde tributo a los pioneros de la actividad de comunicar, en forma cotidiana, a los radioescuchas, remontando su investigación a los tiempos heroicos de la información a distancia. Él es, en el sur de Sonora, infatigable comunicador a través de la información virtual y por medio de videodocumenentales que dan vida al pasado mediato e inmediato. Ahí, tiene su sitio un radiocomunicador diligente e inteligente, Benjamín Pérez Díaz, quien no requiere de  presentación alguna. Muy comentado en las remotidades de la sierra sonorense y chihuahuense.