Marcelo Ebrard
ha sido llevado ante la justicia electoral y acordada la revocación de su
candidatura a diputado federal por el partido Movimiento Ciudadano.
La
infracción por la cual se le penaliza es por haberse registrado en las
planillas de dos partidos, acción que el organismo electoral pondera como
condición de la sanción que se le imputa.
El
ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, por su parte, anuncia que impugnará
la decisión que lo coloca como responsable de un delito que, a su juicio, no
cometió, presunción que tratará de hacer válida.
En
Sonora, la situación jurídica que rodea la candidatura del representante del
PAN para competir en los comicios de junio venidero adquiere cada vez mayor perplejidad
en cuanto a procedencia, de acuerdo con las imputaciones de corrupción
administrativa y contubernio con el
titular del Poder Ejecutivo en la Entidad.
Arrecian
las denuncias contra Javier Gándara, el candidato indiciado a medida que se
adicionan, como en una interminable cadena, los cargos contra Guillermo Padrés
Elías, el aún titular del gobierno en aquella jurisdicción.
El
delito de superchería, suplantación o en su caso de engañifa no se considera,
electoralmente hablando, menor que el de suplantar, en beneficio propio, los deberes
o responsabilidades, medrando de paso con los privilegios inherentes a la
investidura oficial.
Pesa
sobre Ebrard, ex titular del gobierno del D.F., el señalamiento de arrogarse
una doble identidad, implicando en su personalidad una y la misma ideología de
izquierda en dos organizaciones partidistas, cometiendo con ello la infracción
que se le imputa y exponiendo su candidatura, en forma ingenua, a la pena de la
inhabilitación por parte del órgano electoral.
En
cuanto a Javier Gándara, ex presidente municipal de Hermosillo, es objeto de penalidad
por encubrimiento fiscal. En otras palabras, se le acusa por haber reducido el
monto en el pago de impuestos a la Federación, valiéndose al efecto de la
protección del gobernador Padrés Elías y por simular paladinamente el
cumplimiento de las obligaciones tributarias. Hacienda ahora ya no la de la
época de Vicente Fox cuando solapaba
delitos como los cometidos por la familia Sahagún
Los
dueños de 41 empresas habrían dejado de pagar tres cuartos del millón de pesos
al fisco, fraude solapado por el jefe del Ejecutivo estatal y el ex alcalde
hermosillense.
No
se lleva a término el proceso
administrativo con implicaciones penales en el que se vinculan a las persones
mencionadas. La ciudadanía se pregunta: ¿Y hasta cuándo? Es decir, si lo de la
candidatura de Gándara tiene que ver con la traída y llevada “veda electoral”
que sirve para todo y es como la “cama de Procusto” propia a fin de hacerla a
la medida de las circunstancias. O bien, si se trata de un truco o trampa
electorera para “dejar hacer, dejar pasar” y allanar el camino con el fin de
que prosiga el PAN en el poder, sin importar que la impunidad haga de las suyas.
Nadie lo sabe.
En
Sonora, ocurre lo nunca visto. Desacato es uno de los términos más socorridos
en el vocabulario de informadores y comentaristas mediáticos. Desacato a la
voluntad ciudadana en el caso del Acueducto Independencia, desacato a las
opiniones de expertos en ciencias y tecnologías acerca de los efectos de la
contaminación por parte del Grupo México con motivo del derrame criminal de
tóxicos; desacato del gobierno estatal a la máxima autoridad jurisdiccional. la
Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En
la sede del organismo electoral hay silencio y complicidad de los consejeros en
este asunto que bien podría contaminar el clima electoral y poselectoral hasta
llegar al extremo de nulificar elecciones como parecería ser en el caso de
Guerrero en donde la violencia sienta sus reales ante la impasividad y
estudiada tolerancia del gobierno federal.