Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







viernes, 8 de mayo de 2015

DEL PACTO DEL RÍO YAQUI A LOS ACUERDOS DE VÍCAM

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A cinco años de haberse firmado el Pacto del Río Yaqui en el poblado de Bácum (5 de mayo, 2010) la Etnia yaqui se propone refrendar el histórico acuerdo con la sociedad civil, los productores rurales y los sectores productivos del Sur de Sonora, mediante los Acuerdos de Vícam. Ambos pactos, procuran el objetivo común de hacer la defensa de la tierra y del agua, derechos de suyo indeclinables.
El Pacto del Río Yaqui tuvo origen por la amenaza latente, vuelta real, con motivo del Acueducto Independencia convertido en  dramática pesadilla, letal herencia del sexenio calderonista y de la administración Padrés.
El Pacto ha sido, a la fecha, una especie de dique para contener el embate del gobierno estatal contra la indefensa Etnia y contra los hombres del campo en la región, otrora granero de México. Invariable ha sido el amplio respaldo a los reclamos jurídicos de la Tribu por parte del Movimiento Ciudadano por el Agua, organismo cívico de resistencia  y escudo frente a los atropellos del  gobierno de la Entidad.
A lo largo de este quinquenio, agricultores y yoremes no han estado solos. Y todo indica que no quedarán a la ventura, tras la contienda electoral del 7 de junio. Por el contrario.
Rogelio Díaz Brown, Presidente Municipal de Cajeme, y el diputado federal con licencia, Faustino Félix Chávez, candidato ahora a la Alcaldía, han sido y siguen siendo pieza clave en lo que se puede anticipar como un triunfo, en el corto plazo, de la legalidad, del Estado de Derecho y de la reunificación de los sonorenses; unidad ciudadana perversamente quebrantada por la irresponsable y corrupta administración política en el poder. 
Adalberto Rosas López, dirigente del Movimiento Ciudadano por el Agua, acompañado de Alberto Vizcarra y líderes sumados a esta crucial confrontación, reasumen con determinación, entereza y dignidad los anteriores compromisos del Pacto de 2010 y dan su aval a los Acuerdos de Vícam en una demostración de fidelidad a los principios de justicia jurídica, de acato a las resoluciones de los tribunales y de identificación con quienes son pilares de la autosuficiencia alimentaria del país y sostenes de la batalla por la equidad y la igualdad entre los sonorenses.
Rosas López y Vizcarra estiman el gran impacto económico y social que hubiese tenido el Plan Hidráulico del Noroeste (PLHINO). Ponderan las grandes esperanzas que suscitó en la ya distante década de los sesenta y cómo volvió a motivar proyectos  hace por lo menos ocho años entre legisladores federales, inversionistas y productores de la inmensa y acaudalada región del Noroeste.
Pero hoy las luces vuelven a prenderse con los Acuerdos de Vícam, entre los que destaca la defensa del agua y de la tierra en términos de legalidad y justicia; es decir, de constitucionalidad y eficacia del Estado democrático de Derecho. Hoy, nuevamente, se convalida el pacto de la convivialidad y la armonía de todos los ciudadanos y se compromete la voluntad cívica de ejercer todos los recursos legales al alcance con el fin de impulsar la libertad de Mario Luna y Fernando Jiménez, encarcelados con lujo de arbitrariedad. Así como para impedir que se haga a Tomás Rojo, una víctima más de la inmoralidad oficial.
Con arreglo a los Acuerdos de Vícam, se vuelve  hacia el  expediente del PLHINO y a las ventajas de las plantas desaladoras sugeridas por funcionarios públicos, Roglio Díaz Brown destacadamente, y retomados los susodichos acuerdos por quien hoy abandera la candidatura del PRI al Gobierno de Sonora y que, mañana, podría estar despachando en Palacio de Gobierno de la capital hermosillense.
Todo es posible en la paz.

Sonora tiene todo para restituir, la legalidad, los derechos de propiedad y la justicia jurídica en condiciones de igualdad. Cosas veremos.