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Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







domingo, 28 de septiembre de 2014

JOSÉ FRANCISCO RUIZ MASSIEU: CRIMEN SIN CASTIGO



En víspera del 46 aniversario de la noche fatal de Tlatelolco, el país viste luto nuevamente. Decenas de personas resultan sacrificadas por militares y policías, Cruentos escenario son Chihuahua, Guerrero y Edomex.
Este 2014 es un año de dramáticas evocaciones. En marzo de aquel año, el asesinato de Luis Donaldo Colosio marcó el principio de la era de la criminalidad como forma política para acabar con los adversarios.
El 28 de septiembre de 1994 fue asesinado el guerrerense José Francisco Ruiz Massieu, secretario entonces del CEN del PRI. Al igual que el crimen de quien sería sucesor de Salinas de Gortari, el proditorio atentado en la persona del historiador y abogado permanece envuelto en el misterio.
Colosio Murrieta hubiese sido el Mandatario innovador de la década finisecular y, de acuerdo con los pronósticos de entonces, Ruiz Massieu el pulso culminante de la transformación en el México de este siglo.
Las manos arteras movidas por mentalidades emponzoñadas y enfermas de ambición, impidieron aquel apetecible curso de los acontecimientos. El macabro golpe de timón impuso el orden de cosas que todos conocemos. La generación del cambio a la modernidad, se transmutó en la generación del retroceso hacia la época del nefasto conservadurismo reaccionario.
Y en lugar de dar entrada a la táctica de encumbrar a los mejores, hizo irrupción la técnica de buscar y encontrar a los peores, entendiendo por esto último el propiciar el triunfo de la medianía política, por no decir, sin rodeos, de la mediocridad en el desempeño de las funciones administrativas y políticas.
Ruiz Massieu, ex gobernador de Guerrero, fue maestro, funcionario de la entonces SSA, hombre de ideas y de hechos, proyectista de un México genuinamente federalista y ecuménico; es decir, cosmopolita.
Como académico, actuó al lado de su ilustre coterráneo, el Rector Magnífico (timbre éste que los españoles dan a sus rectores connotados); investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, ahí participó en la pléyade de eruditos y estudiosos de la talla de Diego Valadés, Sergio García Ramírez e Ignacio Carrillo Prieto.
Maestro por vocación, dejó huellas en la historia de Guerrero en calidad de promotor de la cultura superior. Fundó la Universidad Americana de Acapulco de la cual han sido rectores, sucesivamente, el C.P. Israel Soberanis Nogueda y el doctor Mario Melgar Adalid.  Fue progenitor de la Universidad Loyola, hermanadas ambas instituciones por el ideal de una educación al servicio de la ilustración humanística y científica, con oportunidades para todos los aspirantes al servicio, de la superación personal y social. Organizó y dio apoyos materiales a tecnológicos en regiones marginadas.
En su visión de futuro, el historiador fue motivado siempre a ponderar los tiempos con la concepción que Karl. R. Popper llamaba planeación organizada, en periodos de corto y mediano plazos con arreglo a la ingeniería social en donde los sucesos pueden ser modulados según objetivos definidos dentro de amplios márgenes de libertad.
Trazó perfiles entre el dirigente y el líder lo que conduce a la distinción entre el político y el estadista. Así, mientras el dirigente actúa con base en parámetros consabidos y según prácticas comunes, el líder es innovador y renovador de usos y costumbres. El político, por otra parte, procede sólo para el presente y con arreglo a formatos que son útiles para realizar acciones del momento; el estadista, en cambio, tiende puentes hacia el futuro. Es creativo, reformador y sobre todo de ánimo constructivo y modernizador.

Colosio y Ruiz Massieu fueron víctimas de la reacción organizada. Y con ello, México fue subsidiario del retorno al conservadurismo que aún tiende a inmovilizar.