Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







jueves, 11 de septiembre de 2014

CONSEJO CONSULTIVO: EFICACIA, CLARIDAD Y EXPEDICIÓN



Una administración pública ayuna de controles es a la organización participativa,  plural y democrática, lo mismo que una nave hecha toda de velámenes, pero carente de anclas. Una y otra navegan por impulso de los vientos, arrostran turbulencias al por mayor sin que haya de por medio garantía de seguridad y certeza en cuanto al rumbo y en lo que se refiere a entregar buenas cuentas acerca del estado de los bienes y la integridad de las personas.
Pública o privada la administración, habrá que reconocer que la óptima gestión de los asuntos a su cargo depende del manejo de los mismos, lo cual está a las resultas de los recursos humanos disponibles, de su organización y disposición según las jerarquías, las capacidades y la distribución de las funciones.          
En todo ello, tiene relevancia el conjunto o la red de controles mediante los cuales una administración que se precie de eficaz, ágil y cumplidora lleva al cabo sus acciones. Sobre todo, dependerá de la aplicación o individualización de dichos controles, entendidos como medios de supervisión y vigilancia, destinados a corregir errores y desviaciones.
Cajeme, municipio digitalizado por resolución de su autoridad representada por el alcalde Rogelio Díaz Brown, declarado asimismo municipio incluyente, ingresa a la era de la transparencia sin las consabidas falacias o componendas. Es decir, entra por el vestíbulo de la convivencia en donde no hay, no debe haber, secretos a voces, y en donde las cuentas deben ser constatables, precedidas de confiabilidad y certidumbre.
Cuenta ya Cajeme con un Consejo Consultivo de Mejora Regulatoria, proyecto que podría considerarse providencial en la medida que emerge como órgano plural, de corte colegiado, cuyos integración ocurre en una tesitura conocidas ´por todos, dentro y fuera del Estado, caracterizada por la ilegalidad, los abusos de poder desde la cúpula estatal y ante cuyas malversaciones predomina el desdén y la impunidad.
Lo de providencial a nuestro juicio, le va bien por el hecho de ser una decisión oportuna. Se hace presente en una comunidad que toma conciencia de sus potencialidades en lo educativo, en la modernización empresarial para ofrecer ocupación laboral y toma un sitio distinguido  en el desarrollo local y nacional.
Asimismo providencial por el blindaje que puede derivar en el desarrollo de esta sociedad que abre sus puertas a la cultura a través del concurso de la letra impresa y que hace de la feria del libro una palpitante aventura del espíritu y la inteligencia. Y por qué no reafirmarlo: frente al cúmulo de aberraciones, desaciertos infortunados y resoluciones que afectan la economía regional, la salud pública y la seguridad jurídica y social, todo lo cual podría evitarse a tiempo si hubiesen mediado controles eficaces a través de la vigilancia de los sectores de la sociedad, con voz y voto.  
Órgano regulatorio, este Consejo Consultivo se define por lo que tiene que ver con su estructura formal, como una entidad colegiada en la que participan los sectores social, académico y empresarial. Todos con la responsabilidad de formular propuestas sobre las acciones públicas, emitir opiniones y juicios acerca de programas, planes y proyectos que tienen que ver directamente con la sociedad en sus diversas demandas y aspiraciones.

Finalmente, merece atención el dato en el sentido de que apenas 30 de los dos mil 500 municipios en el país cuentan con un órgano colegiado como el que acaba de dar a conocer la alcaldía de Cajeme. Es una información, por otra parte, que explica la medida en que nuestra democracia es rica en expresiones y generosa en falacias.  Esclarece, además, cómo es que no existan vacunas contra la impunidad y defensas contra la corrupción y la ingobernabilidad.