Ciudad Obregón es
de corta edad si se le compara, a título de ejemplo, con urbes del abolengo de
Hermosillo, capital, de Chihuahua o de Monterrey.
Sin embargo, pasó
de la niñez a la adolescencia con paso raudo. Y no bien llegaba a la juventud
cuando tuvo la fortuna de convertirse, por obra de su talento creativo y
voluntad tenaz, en granero de México. Tenía lugar entonces el ocaso del ya
olvidado Desarrollo Estabilizador.
El genio científico
del Dr, Borlaug situó a la ciudad en posición de líder por la denominada
Revolución Verde, dando lugar al “milagro” de la multiplicación de panes y al
oportuno alivio de los efectos de la devastadora hambruna en gran parte de
África y de Asia. En el Centro de Investigaciones Agrícolas del Noroeste
(CIANO), el investigador formado en la ciencia y la filosofía del neo naturalismo
estadunidense, corroboró sus hipótesis de trabajo en el laboratorio con el
objeto de potenciar las cosechas de granos, sin sospechar que sus hallazgos le
merecerían, más tarde, el Nobel de la Paz.
Cabe decir que el
CIANO fue entonces a la demanda de alimentos lo que ahora representa otra
institución pública, el Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON) en lo que se
refiere a las contribuciones académicas, tecnológicas y de urgente aplicación
en áreas vulnerables como son el estrés hídrico, el deterioro ambiental y el
abasto de agua, para citar unos casos.
Por cierto, el Doctor
Isidro Roberto Cruz Medina, solícito organizador y diligente rector de esta
casa de estudios, matemático y educador, proviene del Centro de Investigaciones
Agrícolas en cuyos dominios habría de fraguarse la revolución que aún se evoca, con la austera
gratitud por parte de millones de ciudadanos africanos y del continente
asiático.
Huésped distinguido
del ITSON, el Dr. Thandwa Mthembu, vicecanciller y rector de la Universidad Central
de Tecnología (Sudáfrica), hace recordar lo anterior. Sin duda, Ciudad Obregón es urbe con perfil
universal, cuna de sueños y realizaciones que van desde la procreación de
satisfactores básicos que requiere el cuerpo hasta la capacidad pára proveer
los alimentos sustanciales del espíritu, a través de la ilustración y la
enseñanza.
Doctor en
matemáticas, especialista en gobernanza y desarrollo educativo, autor de
ensayos sobre la convivencia en paz productiva y acerca de la resolución de conflictos, su
presencia en el Alma Mater del sur de Sonora reafirma, por las expresiones
laudatorias al cuerpo académico, a la gestión rectoral, el papel de vanguardia
y de liderazgo tecnológico que alcanza la institución en el seno de la
comunidad.
Lleva inolvidable
memoria el Rector a su lejana Sudáfrica tras su visita al Centro para el
Desarrollo Comunitario, donde se organizan servicios para el bienestar
comunitario, lo mismo al área de Artesanías y a la Incubadora de Empresas, en
cuyos espacios se ejercitan habilidades y se fabrican objetos relacionados con
el folclor regional y con la capacitación empresarial.
En conclusión, Cajeme
municipio, Ciudad Obregón, cabecera municipal, acreditan su perfil cosmopolita.
Ayer, en calidad de palanca para remover los surcos de la madre tierra y
generar alimentos en época de atroz hambruna; hoy en día, en estos cruciales
momentos con investigaciones para desalar agua del mar, propagar conocimientos
y tecnologías pertinentes, a fin de resolver el criminal deterioro ambiental. Y
para hacer advertencias a los indolentes aprendices de políticos y enfermos de
sordera crónica: que escuchan la protesta de una sociedad enardecida, víctima
de injusticia jurídica sin término.
El ITSON no está
solo en esta cruzada. Le asisten en dicha empresa otras instituciones
beneméritas dispuestas a servir a la sociedad con la solvencia profesional de
sus educandos, profesionales y
egresados.