Un
Informe con alas, velámenes y anclas, podría ser el Segundo Informe Presidencial,
pues desde los tiempos del insigne mexiquense, Adolfo López Mateos, no se producía
expectación similar, acerca de su contenido, por parte de los destinatarios, dentro y fuera del país.
Enrique
Peña Nieto es, no se duda, el Mandatario
reformista de principios de siglo, el
Ejecutivo mexicano con acertado sentido modernizador. Lleva al país a consumar una revolución pacífica, sin
explosivos, tanques y metralletas, echando mano, tan sólo, del consenso
ciudadano y de los principios en que se sustenta el Estado democrático de
Derecho.
Por
el número de preceptos constitucionales reformados y por su contenido, el Presidente
ha puesto en alto su alta investidura ejerciendo sus atribuciones y facultades
con pertinencia y legitimidad en lo que se refiere a las funciones representativas
y de gobierno.
Acude
al encuentro con la sociedad, a través de la representación popular (senadores
y diputados), comunicando buenas nuevas; haciendo presencia ante quienes
esperan y demandan hechos tangibles y compromisos cumplidos, más que palabras
y buenas intenciones. Llega, finalmente,
la hora de la verdad.
El
Presidente Peña Nieto es el moderno Moisés que desciende de un Sinaí en donde
los hálitos de la secrecía se han cambiado por la interlocución, y en
donde las Tablas de la Ley son obligatorias
para quien enuncia sus preceptos como para quienes son los obligados: los ciudadanos.
Las
Reformas colocan a la persona en el centro
de interés y en objetivo principal de la renovación. En su triple acepción, la seguridad
es de orden público, jurídico y social. Asimismo, la comunicación informativa da
nuevo rostro al México que abandona, por fin, la aldea global para ingresar a
la pluralidad y al compromiso, haciendo de los medios un mensaje de
corresponsabilidad y de libertad.
En
el México nuevo, los recintos escolares, los maestros, alumnos y padres de
familia son pivote del cambio, con evidente sentido social. Si educar es
enseñar a crear según los criterios de la moderna teoría pedagógica, entonces
la escuela cambia sus funciones y deberes tradicionales. Los espacios educativos
dejan de ser lo que hasta ahora han sido, por inepcia y desdén de las autoridades en la materia. No son
reducto para la competencia sindical como
tampoco las plazas laborales son foro ideológico para la lucha partidista sin
cuartel, con miras a obtener y usufructuar el poder político a título de
compensación o premio..
Seguridad
ante todo, pero apegada a las reglas de derecho; con arreglo al principio
supremo de la igualdad ante la ley; sin excepciones para los menesterosos y
marginados por razones de condición social. Seguridad para las etnias, víctimas
de explotación y saqueo sistemáticos por empresas que operan al margen de la
legalidad, amparados en la complacencia y la corrupción.
El
Informe se produce en medio de la más controvertida de todas las reformas: la
Energética. Proyectada esta reforma como el núcleo de apoyo para el desarrollo global y para el progreso de
corte modernizador, su finalidad es la de convertir el petróleo, el gas, y
todos los bienes del subsuelo, en recurso permanente para la sustentabilidad de
todos los sectores: a las etnias y a los grupos campesinos marginados.
El
Segundo Informe de Gobierno, con velámenes y anclas será, así, el Informe de la
modernización, de la renovación de un México que emerge de una larga etapa de humillante
sujeción a la voluntad de grupos que acechan, amenazan, presionan, amedrenta y
provocan con acciones criminales desde sus propias madrigueras.
Con el Segundo Informe, toca a su fin, esperamos,
el atraco de industrias que degradan la
dignidad del hombre y arremeten, impunemente, contra la salud ambiental.