Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







jueves, 24 de diciembre de 2015

CLAUDIA PAVLOVICH CON LA TRIBU YAQUI: EL MEJOR PRESENTE

Resultado de imagen para pavlovich yaquis


Se llevó a feliz término la anunciada reunión de la mandataria sonorense, Claudia Pavlovich Arellano, con las comunidades yaquis.
Cumple, así, la titular del Ejecutivo estatal su palabra, en vísperas de la elección de autoridades, considerada como suceso que habrá de marcar precedentes históricos en los destinos de la congregación aborigen.
Los pueblos autóctonos del sur de Sonora, a su vez, refrendan su determinación de  reconocer la legitimidad y la certidumbre en las decisiones que les atañen muy de cerca y son coherentes en los términos  de sus usos y costumbres.
A medio año de haberse firmado los Acuerdos de Vícam la reunión confirma que está suficientemente abonado el terreno para logar el anhelado entendimiento entre la Tribu y el gobierno recién inaugurado. El Otro Sonora despunta ya y todos los indicios llevan a la consideración de que comienza una era de paz social y de armonía entre los sectores sociales, productivos y políticos de la Entidad.    
Este suceso es mucho más que ocasional. Marca, a nuestro modo de ver, derroteros en una etapa crucial para las poblaciones aborígenes como también para su futuro inmediato.
Es decir, mientras en Sonora la reconciliación tiene que ver con la postura  racional a la luz del Estado de Derecho, en Michoacán y Jalisco se acosa, persigue y encarcela a líderes de la etnia nahua bajo la consigna de rebelarse contra la autoridad por actos que van del despojo a la  depredación de empresas mineras, asentadas con la venia de autoridades federales y locales.
Los yaquis representan a la luz de la historia nacional una de las más férreas, inflexibles y perdurables corrientes opositoras a la tendencia voraz de connacionales y extranjeros con el fin de enajenar, y de ser posible suplantar sus derechos y garantías inscritos en letras de la Ley.
Anabayuleti, Cajeme y Tetabiate son nombres que iluminan el desolado horizonte de la Tribu Yaqui, a los que se suman entre los más conocidos a últimas fechas los de Tomás Rojo, Mario Luna, Fernando Jiménez y Miguel Ángel Cota Tórtola.
Son líderes en el más amplio sentido de la expresión. Han sufrido en sus personas acoso, encarcelamiento, amenazas veladas y manifiestas contra ellos y  la integridad de sus seres queridos. En uso de la palabra, el último de ellos, Cota Tórtola, expresó el sentir de los pueblos indígenas acerca de lo que, a la fecha, ronda en el ambiente de las relaciones públicas por parte de la administración entrante.
Puso en alto el concepto de unidad como gozne que une los intereses de la Tribu con las directrices planificadoras del gobierno del Estado. Advirtió, no obstante, lo que es un hecho de suyo evidente: “Aquí, aseveró el dirigente, se tendrá que comenzar desde cero en todos los sectores”.
A decir verdad, detrás de este primer acercamiento, en el fondo de esta anhelada reunión, hay la necesidad de perfilar y delimitar los intereses entre las diversas  vertientes que confluyen en la propuesta por el lado del Estado y los  legítimos intereses de los sectores pesquero, de inversionistas productores y agricultores involucrados en la guerra por el agua y sus derivaciones en el tema del Acueducto Independencia.
En consecuencia, una vez iniciada la etapa de la tregua y habiendo dado comienzo el periodo para llevar a efecto los acuerdos, el mejor presente navideño, el de más consistencia por el valor de la justicia que implica, será el formular las delimitaciones, precisar objetivos y definir propósitos de los diversos sectores. Y hacerlos confluir.

La finalidad es evidente: no tratar de sacar el mejor provecho de manera unilateral sino colocar en el debate todas y cada una de las demandas y encontrar un camino certero a fin de transitar juntos, mancomunadamente, en el logro de lo mejor para todos.