Con
atingencia y oportunidad, los ciudadanos del Estado de Sonora tienen ya su plan
para el crecimiento y el desarrollo ampliamente consensuado; es decir,
elaborado sobre la base de consultas previas en foros efectuados durante noviembre, región por región, municipio tras
municipio.
Después
de una larga etapa en la que menudearon acciones arbitrarias, asumidas y
ejecutadas a espaldas de la población, el Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021
(Sonora) es la propuesta legitimada por los sonorenses a través de un razonado
proceso de comunicación entre destinatarios y promotores, presuntos
beneficiarios y titulares del gabinete gubernamental.
Saber
para actuar es la premisa a partir de la cual se presenta el programa a seguir
en la vasta gama relacionada con el bienestar económico y social en todas y
cada una de sus ramificaciones. Saber las urgencias de que está apremiado el
ciudadano de los municipios de toda la Entidad. Saber intuitivamente, o sea
directamente hasta donde es posible, cuáles son las prioridades que afrontan
los habitantes del valle, la montaña y de las poblaciones intermedias en
materia de educación, salud, vivienda y recreación, para citar algunas.
Diálogo
y debate no se han eludido aquí. La consulta popular, democrática, sin
distinción de clase social o de carácter étnico, implica discusión: estar o no
de acuerdo. Requiere de la ponderación de criterios, de tomar en cuenta los
pros y los contras.
En
suma, demanda la formulación de un proyecto en el que se coloque al margen, de
manera terminante, el contubernio, las turbias alianzas y los negocios ilícitos.
El
Plan Estatal de que se trata se inscribe, desde ahora, en un estilo de gobernar
en el que los gobernados tienen la palabra, en el que no hay lugar para
convidados de piedra, sin voz ni voto. Un Plan, así, elaborado con la
participación ciudadana, investido de legitimidad por obra y gracia de la
voluntad objetiva de gobierno y gobernados, estará a las resultas del examen libre
y responsable de todos.
Se
infiere, por el dato relativo a que será exhaustivamente verificado en sus
resultados, que su curso y proceso tendrán debido seguimiento con el propósito
de que se efectúen las correcciones y enmiendas de los casos específicos. La finalidad,
salta a la reflexión, es impedir, frente a posibles barruntos de complicidad,
de que no haya malas cuentas que deplorar y despilfarros que lamentar;
desviaciones onerosas e irreparable en lo económico y lo social.
Por
la relevancia dada a lo educativo da la impresión de que el Gobierno del Estado
hará suyo el compromiso de revolucionar en firme y con determinación las
funciones pedagógicas y educativas, haciendo de la reforma un camino que si
bien comienza con la evaluación de los maestros, en modo alguno termina ahí.
Esto significaría propiciar formación de niños, adolescentes y jóvenes, con la
idea de que las nuevas generaciones prosigan de modo intermitente los ideales
de la creatividad y de los rendimientos novedosos.
Tiene
particular interés el tema de salud frente a la emergencia de endemias y pandemias;
asimismo, ante la malversación de los recursos. Y así sucesivamente. La obra
pública adquiere prioridad, con el objeto de dar seguridad y bienestar: es
capítulo prioritario a fin de revertir entuertos del inmediato pasado.
Habrá
que admitir que pocas veces en la historia reciente del país, un Plan Estatal
suscita las expectativas que el propuesto por Claudia Pavlovich Arellano, la
gobernadora sonorense de la reconstrucción, tras asumir su encargo ciudadano en
medio de la conmoción política, socioeconómica y legal. Ella afronta, con ejemplar
presteza y visión de futuro, la debacle Por
otra parte la razón es, de suyo, elemental: el Plan se inserta en una tesitura,
en donde señorea un cúmulo de rezagos e irregularidades.
A
título de ejemplo cabe mencionar un par de medidas correctivas de reciente
factura: la dotación de 10 mil becas para alumnos de primaria y secundaria; además,
la reapertura, en breve, del Parque Infantil de Hermosillo, a cargo de SEDUR,
como parte de la política de recreación en favor de la niñez.