Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







jueves, 17 de diciembre de 2015

AQUÍ Y AHORA: EL PLAN ESTATAL DE DESARROLLO

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Con atingencia y oportunidad, los ciudadanos del Estado de Sonora tienen ya su plan para el crecimiento y el desarrollo ampliamente consensuado; es decir, elaborado sobre la base de consultas previas en foros efectuados durante  noviembre, región por región, municipio tras municipio.
Después de una larga etapa en la que menudearon acciones arbitrarias, asumidas y ejecutadas a espaldas de la población, el Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021 (Sonora) es la propuesta legitimada por los sonorenses a través de un razonado proceso de comunicación entre destinatarios y promotores, presuntos beneficiarios y titulares del gabinete gubernamental.
Saber para actuar es la premisa a partir de la cual se presenta el programa a seguir en la vasta gama relacionada con el bienestar económico y social en todas y cada una de sus ramificaciones. Saber las urgencias de que está apremiado el ciudadano de los municipios de toda la Entidad. Saber intuitivamente, o sea directamente hasta donde es posible, cuáles son las prioridades que afrontan los habitantes del valle, la montaña y de las poblaciones intermedias en materia de educación, salud, vivienda y recreación, para citar algunas.
Diálogo y debate no se han eludido aquí. La consulta popular, democrática, sin distinción de clase social o de carácter étnico, implica discusión: estar o no de acuerdo. Requiere de la ponderación de criterios, de tomar en cuenta los pros y los contras.
En suma, demanda la formulación de un proyecto en el que se coloque al margen, de manera terminante, el contubernio, las turbias alianzas y los negocios ilícitos.
El Plan Estatal de que se trata se inscribe, desde ahora, en un estilo de gobernar en el que los gobernados tienen la palabra, en el que no hay lugar para convidados de piedra, sin voz ni voto. Un Plan, así, elaborado con la participación ciudadana, investido de legitimidad por obra y gracia de la voluntad objetiva de gobierno y gobernados, estará a las resultas del examen libre y responsable de todos.
Se infiere, por el dato relativo a que será exhaustivamente verificado en sus resultados, que su curso y proceso tendrán debido seguimiento con el propósito de que se efectúen las correcciones y enmiendas de los casos específicos. La finalidad, salta a la reflexión, es impedir, frente a posibles barruntos de complicidad, de que no haya malas cuentas que deplorar y despilfarros que lamentar; desviaciones onerosas e irreparable en lo económico y lo social.
Por la relevancia dada a lo educativo da la impresión de que el Gobierno del Estado hará suyo el compromiso de revolucionar en firme y con determinación las funciones pedagógicas y educativas, haciendo de la reforma un camino que si bien comienza con la evaluación de los maestros, en modo alguno termina ahí. Esto significaría propiciar formación de niños, adolescentes y jóvenes, con la idea de que las nuevas generaciones prosigan de modo intermitente los ideales de la creatividad y de los rendimientos novedosos.
Tiene particular interés el tema de salud frente a la emergencia de endemias y pandemias; asimismo, ante la malversación de los recursos. Y así sucesivamente. La obra pública adquiere prioridad, con el objeto de dar seguridad y bienestar: es capítulo prioritario a fin de revertir entuertos del inmediato pasado.    
Habrá que admitir que pocas veces en la historia reciente del país, un Plan Estatal suscita las expectativas que el propuesto por Claudia Pavlovich Arellano, la gobernadora sonorense de la reconstrucción, tras asumir su encargo ciudadano en medio de la conmoción política, socioeconómica y legal. Ella afronta, con ejemplar presteza  y visión de futuro, la debacle Por otra parte la razón es, de suyo, elemental: el Plan se inserta en una tesitura, en donde señorea un cúmulo de rezagos e irregularidades.

A título de ejemplo cabe mencionar un par de medidas correctivas de reciente factura: la dotación de 10 mil becas para alumnos de primaria y secundaria; además, la reapertura, en breve, del Parque Infantil de Hermosillo, a cargo de SEDUR, como parte de la política de recreación en favor de la niñez.