Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







sábado, 5 de septiembre de 2015

LOS MEJORES EN EL GABINETE DE CLAUDIA PAVLOVICH



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Un gabinete de excelencia será, sin duda, el próximo equipo de trabajo que acompañe a la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano. Un gabinete en el que no haya lugar, como esperan los sonorenses, para la medianía, la mediocridad o para el arribo de recomendados,  personas salidas del anonimato o iluminados, que nunca faltan.
Se infiere lo anterior, para empezar, por el solo hecho de que el ascenso de Pavlovich Arellano  a la primera magistratura del Estado, en los comicios del pasado 7 de junio, ha sido  no sólo  en pro de  la alternancia sino motivado, impulsado, por el ideal de la transición a la democracia y alimperio del Estado de Derecho.
En “La sociedad abierta y sus enemigos”, Karl R. Popper sostuvo que “el funcionamiento de las mejores instituciones…habrá de depender siempre en grado considerable de las personas involucradas por las mismas.” En seguida asienta: “Las instituciones son como las naves: deben hallarse bien ideadas y tripuladas”.
No hay, así, por qué esperar un asalto a la razón en lo que se refiere a la selección de las mejores mujeres y los mejores hombres, con la finalidad de que así ocurra; es decir, que los ciudadanos que sufragaron por el cambio, la transición a la legalidad y al régimen de instituciones, comprueben el manejo transparente y eficaz de los asuntos estatales con probidad, solvencia profesionalidad y certidumbre.
Surgen aquí y allá comentarios que hablan, con buena fe, acerca de los presuntos titulares de las dependencias gubernamentales. No escasean, tampoco, vaticinios de mala fe destinados a causar oprobio entre los virtuales colaboradores en altos cargos de la administración pública.
Se habla de cuotas políticas a cubrir a través de los nombramientos. Y eso sería, sin duda, la puerta ancha y a la vez el acceso más cómodo por donde tratarían de entrar los menos calificados, los más audaces, aunque sus hojas de servicio dejaran mucho que desear.
Se menciona la utilización del polígrafo como recurso para escoger a los mejores. ¿Se trata de contar con personal honesto, capaz, con visión de Estado, con destreza para seguir al pie de la letra las instrucciones de la máxima autoridad? ¿Se quiere incorporar mujeres y hombres con experiencia, eficaces en la toma de decisiones y, aparte, con aptitudes para sugerir, proponer opciones y destreza para hacer proyectos y planes previsores?
Nombres no faltan. A estas alturas, no son pocos quienes opinan que el gabinete de la gobernadora electa ya ha sido configurado. Los adelantos en los medios informativos son, les parece, un anticipo del equipo de trabajo con el que habrá de iniciar la administración del cambio, el gobierno de la legalidad, el mandato de la recuperación.
Cajeme se afirma, aporta prospectos  en dos de los cargos de mayor importancia, los de Tesorero y de Contralor. Los nombres mencionados son: Raúl Navarro Gallegos y Miguel Ángel Murillo Aispuro, respectivamente.
No obstante, el cargo de particular expectativa, Secretaría de Gobierno, mantiene en vigilia, con justa razón, a los cajemenses en la medida que se da como asunto ya resuelto en cuanto a titularidad, la cual según se anticipa será en favor del alcalde del Municipio, Rogelio Díaz Brown.
A nuestro modo de ver, no es cuestión de adivinar por adivinar. No se trata, además, de presunciones. Las inferencias se basan en datos fehacientes, valorados por organismos nacionales e internacionales. Cajeme fue laureado por ser un municipio modelo, digno de emularse. En efecto, Díaz Brown realizó un gobierno donde predomina la transparencia en la administración del presupuesto. Hizo de la planificación una palanca para el desarrollo social; entrega cuentas claras en todo lo referente a ingresos y egresos. Esto es sólo parte de su brillante hoja de servicios.