Son
de suyo desaconsejables las comparaciones. Pocas veces dan en el blanco.
Después de Plutarco, autor de “Vidas Paralelas” rara vez el método de las
analogías rinde los frutos apetecidos. No obstante, la tendencia a equiparar
con el fin de obtener enseñanzas o conclusiones valederas, sigue en pie. Motiva,
a pesar de todo.
Lo
anterior viene al comentario, con motivo de la transferencia de poderes en la
cúpula de política en Sonora y en los municipios. En Hermosillo, la transmisión
del mando ha dejado y dejará mucho qué decir. El Estado que ha recibido la
gobernadora Claudia Pavlovich Arellano da la impresión de que era un navío próximo
a naufragar. Velámenes y máquinas funcionan a pesar de todo, en la medida que
se trata de una estructura que depende de otras, la incólume representada por
el pacto federal.
En
plena bancarrota recibe la economía estatal, la flamante mandataria. En
evidente postración, el Estado de Derecho. En vísperas a la desunión política y
jurídica uno de más prósperos y diligentes miembros de la Federación.
A
contrapelo, el cambio de estafeta en Cajeme se lleva a cabo sin sobresaltos ni
zozobras. Después de tres años, la nave municipal llega a puerto seguro sin que
haya quebrantos que lamentar. Tripulación y mando entregan una bitácora de
viaje digna de emular y exhibir como ejemplo a seguir. El municipio que entrega
Rogelio Díaz Brown está en condiciones de reanudar a travesía. Máquinas,
compartimentos y equipo de navegación dan la impresión, prueba en
contrario, de encontrarse en excelentes
condiciones. La tripulación que ha colaborado eficazmente al lado del capitán,
pasa idóneamente las pruebas de la disciplina, la lealtad, la honestidad y la
destreza profesional.
La
contabilidad está a la orden del día. Los haberes han pasado el crisol de la transparencia y la
comprobación. No hay pendientes que requieran indagación pericial o judicial.
Por
parte del nuevo conductor de la nave municipal, el alcalde sucesor, el ex
diputado federal Faustino Félix Chávez, asume el mando junto con una
tripulación que ha sido previamente evaluada con el objeto de reemprender el
viaje cuyo término, al igual que el anterior, será de un trienio. No hay
previsión, ciertamente, de tormentas y ciclones. Todo indica que la inmediata
travesía será la mejor de que se tenga memoria, a juzgar por las condiciones de
la nave institucional, de los inmediatos asistentes, experimentados tripulantes.
Una
rápida ojeada a los programas que ha delineado el nuevo munícipe cuentan con
precedente: los avances son de carácter asistencial, de apoyo y de carácter
sustantivo. Hombre forjado en tareas de carácter legislativo, llega con la
disposición de construir desde los cimientos una estrategia basada en
disposiciones legales y administrativas, propicias para el crecimiento
progresivo y el desarrollo eficaz de la comunidad.
Félix
Chávez proviene de una generación promotora de reformas al más alto nivel.
Formó parte de la idea de que la ciudadanía es fuerza que hace llevar a buen
éxito el proyecto modernizador del Primer Mandatario. Domina el secreto de
negociar y superar las contradicciones ideológicas y la guerra de los opuestos.
Según
todos los indicios, el nuevo alcalde cajemense se ha entrenado en forma
suficiente para desempeñar la encomienda que le han delegado sus coterráneos.
Es hombre con visión de Estado, no dinasta que reciba dones extraordinarios
para cumplir las metas que ha concertado, en paz y concordia, con sus
gobernados. Refrenda su determinación de realizar un gobierno translúcido, de
puertas abiertas a la confrontación de ideas con la disidencia y con la
oposición organizada.
Sabe
bien que el ser administrador de la voluntad ciudadana significa hacer de cada
acto de gobierno un ejemplo de responsabilidad y honestidad. Hombre de leyes
es, asimismo, un funcionario de palabra confiable y certera. Los cajemenses
hacen de la continuidad un ejemplo viviente, asimismo, que garantiza el
desarrollo con progreso y crecimiento
con justicia y equidad.