Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







lunes, 9 de marzo de 2015

IMPUNIDAD Y CORRUPCIÓN: MANDATARIOS EN LA MIRA

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Tardíamente pero llega, al fin, la Ley Anticorrupción. Y quitando el eufemismo por lo de su tardanza, cabe añadir que si esto sigue por buen camino, más pronto de lo que se piensa llegará a su término la cauda de robos en despoblado y la cadena de enriquecimientos ilícitos por parte de funcionarios públicos en el país: menores, medianos y de la clase alta.
Al destaparse el mar de fondo de la corrupción en la burocracia nacional, mandatarios de todos los colores y de ideologías importadas, habidas y por haber, no ha quedado partido político libre de toda sospecha, suspicacia e incluso de propagandismo electorero. PRD, PAN Y PRI han sido los primeros en haber sido colocados en la mira de los “dimes” y “diretes”, con motivo de señalamientos provenientes de personas, grupos, asociaciones y líderes partidistas ansiosos de dejar mal parados a presuntos y reales malhechores, ante potenciales electores.
En Guerrero, el partido que va en el cabús de la carrera por el poder político fue primero en haber sido llevado al banquillo de los acusados. Cayó, así, el gobernador Aguirre y familia consanguínea, además de correligionarios implicados con los cárteles de la droga.
En Sonora,  el jefe del Ejecutivo, sucesor panista en el gobierno estatal y beneficiario político del expresidente Felipe Calderón, está siendo sometido a indagatorias, una tras otra, cuyo final agónico da la impresión de ser un tormentoso y rudo castigo político del que poco o nada quedará del PAN como no sea la imagen vilipendiada de Partido de la alternancia, aunque no de la transición a la democracia.
En Chihuahua, la candente oratoria del senador  Javier Corral  deja en el tribunal de la maledicencia al gobernador César Duarte Jáquez, con la acusación de inversionista y empresario con los dineros del erario público, sin que hasta ahora el señalamiento adquiera visos de veracidad mediante pruebas contundentes. Así, la ofensa está en el aire, y el daño en suspenso, con el avieso propósito de ser convertido en señuelo durante los próximos comicios.
Volviendo a lo de Sonora, la defensa verbal del dirigentes panista, Gustavo Madero a su pupilo el aún jefe del Ejecutivo estatal, Guillermo Padrés Elías, hace recordar el dicho de “No me defiendas compadre.” Esto, en la medida que Madero  pone  de antemano a Padrés contra la pared y en manos de sus contrincantes, de sus mismos correligionarios y de la masa electoral que ve en él al Hermes de la derrota anticipada del panismo calderonista y hace del otrora victorioso héroe de la alternancia un mártir de la presunta democracia en la Entidad.
“Cosas veredes”, diríase con la expresión atribuida al Quijote.
Al político sonorense en la mira por lo del rancho  de su copropiedad, le ha llovido en grande: lo del hermano incómodo rebasa todo lo imaginable; la contaminación en los ríos Bacanuchi y Sonora por la “Minera de “Grupo México”, lo asocia a la irresponsabilidad de organismos federales (Conagua, entre otros), con dura insistencia; ni qué se diga lo del Acueducto Independencia en cuyo vértice confluyen corrupción, delitos de cuello blanco, violaciones al Estado de Derecho; en suma, previsibles daños a la salud y a la economía, a la seguridad, a la salud y a la vivienda.
Bienvenida, así pues, la multicitada Ley Anticorrupción. Mal se haría si se le considera como un mero añadido al conjunto de reformas constitucionales decretadas por el Presidente de la República Enrique Peña Nieto. Tiene el carácter lógico-jurídico de ser propedéutica en el sentido de introducción, pilar y base de todo el edificio que renueva a la pre moderna fachada institucional.

Así en lo interno como en las relaciones de México con la sociedad internacional.