No
olvida el Instituto Tecnológico de Sonora a sus mecenas, directivos y rectores,
así como a hombres de empresa, con motivo del sexagésimo aniversario de su fundación.
Su actual rector, el Dr. Isidro Cruz Medina, alude en declaraciones a la
dinámica marcha de la institución.
La
memoria histórica, testigo silencioso en este homenaje, pone en prominente
sitio a los ilustres patrocinadores. Hace referencia, con encomio, a la
generosidad del Club de Leones de Cd. Obregón, y trae al presente la figura de miembros
de la Junta de Gobierno y de integrantes del primer Patronato.
Obra
de singular relieve, la Memoria será parte de los festejos académicos. Permitirá
que sus lectores conozcan las peripecias y los avatares que rodearon el
natalicio del ITSON, por hoy ingente centro del saber humanístico y cuna del
conocimiento en ciencias y de modernas tecnologías al servicio de la región
En
su expresión gráfica, los textos harán más comprensible el origen, los
antecedentes y la trayectoria de la Universidad que enorgullece a su actual
administración, a su población estudiosa y a sus egresados.
Primero
Instituto “Justo Sierra”, luego Instituto Tecnológico de Sonora (ITNO) y ahora
Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON), su evolución a lo largo de seis
décadas se acompaña de sus respectivos directivos: José María de los Reyes y
Gustavo Ayala Leyva; Julio Ibarra Urrea y Alberto Delgado Pastor. Y así
sucesivamente, hasta culminar con el actual rector, innovador y alma diligente
de la casa de estudios.
Primero
en tiempo, primero en derecho, “Chema” de los Reyes fue el primer rector quien,
a distancia, la que media entre el Distrito Federal y Cd. Obregón, contribuyó decisivamente en el
venturoso parto, logrando que el naciente instituto (el denominado “Justo
Sierra”) fuese una continuación de la
máxima casa de estudios del país, la UNAM, por entonces en plena transformación
académica y administrativa, guiada por el talento del entonces rector Nabor
Carrillo y su espléndido equipo de universitarios inspirados en la Ley Orgánica
de 1945.
Activista
de buena cepa, luchador incansable desde los albores de la autonomía
universitaria, el abogado De los Reyes fue el vigoroso enlace que vincularía a
la UNAM con los responsables de la proyectada institución. Fue así como a
través de su feliz participación el aún nonato instituto fue concebido con un
formato jurídico y académico que lo pondría a flote ante todos los embates que,
por cierto, no faltaron. Los planes de estudio de las carreras iniciales, por
ejemplo, fueron oportunamente allegados por intermedio suyo.
En
el homenaje póstumo rendido al maestro De los Reyes, Pedro Ojeda Paullada dijo
de él: “Hablar del Lic. José María de los Reyes o “Chema” de los Reyes como le
llamábamos sus amigos, significa también hablar del hombre, del maestro y del
luchador social a lo largo de su fecunda vida… Fue pilar fundamental de muchas
instituciones que propiciaron avance social de nuestro país”.
Con
motivo de su muerte, escribimos en GacetaENP: Su espléndida labor fue
reconocida en vida: medallas “Ignacio Manuel Altamirano” y “Antonio Caso”, En
el cincuentenario de la autonomía universitaria Palmas Académicas del gobierno
francés; medalla de la Universidad de Nuevo León, En fin, Maestro Emérito por
parte de la SEP.
Su obra perdura,
rediviva, entre nosotros.