Se
dice fácil, pero no lo es. Egresar maestros imbuidos de convicción y vocación
de servir, es tarea ardua, erizada de retos
y desafíos, aunque también plena de satisfacciones.
Se
refiere de Sócrates y de Jesús Nazareno que su gran sensibilidad y aptitud para
atraer a dignos seguidores iba al par de un ejercicio magisterial que al paso
del tiempo los haría fieles y leales continuadores de sus lecciones: filosóficas
las del primero, religiosas y reformistas las del segundo.
Humanas,
demasiado humanas fueron las lecciones propagadas por el pensador y mártir de
Atenas; trascendentes, inasibles por medio de la experiencia, fueron los
saberes impartidos por el discípulo de los escenios, fundador de la religión
del amor y del perdón.
El
Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON), “Alma Mater” en el Sur de la Entidad,
pionero en Cajeme como centro propedéutico en las ciencias y las técnicas,
llega a los sesenta años en plenitud de reciedumbre académica, rebosante de
vigor por la fortaleza que le proporcionan sus investigadores y maestros.
Goza
el ITSON de una vida renovada en cada generación de egresados en las diferentes
disciplinas científicas, técnicas y humanísticas. Precisamente, su denominación
asimismo con el término de Universidad, alude a la diversidad así como a la
convergencia en una unidad pedagógica de cuyo tronco se nacen las diversas
disciplinas, las múltiples ramificaciones que van desde la formación en el
laboratorio, en la cátedra como por la información recabada en sus centros
bibliotecarios.
Este
año, a la celebración sexagenaria del ITSON se adjuntan los festejos por los treinta años de egresar educadores,
docentes que comparten el aprendizaje y hacen converger en la práctica todas
las fuentes del saber y el conocer.
Si
conocer es crear, entonces, con el ya desaparecido maestro de la filosofía
crítica, el veracruzano don Guillermo Héctor Rodríguez, habría que admitir que
educar es enseñar a crear. Este es el modo universal, moderno y progresista de
la ciencia pedagógica. Así, el arte o ciencia de ir hacia la verdad, a la justicia y a la belleza, no es
otro que el de organizar las condiciones
que permiten el cultivo de la inteligencia, de la voluntad y del sentimiento
artístico.
En
ese planteamiento, la tarea informativa
y formativa de docentes con visión transformadora, tiene ante sí la elección
entre tener o ser, según la tesis del genio del Psicoanálisis, Erich Fromm. Forma
e informa el ITSON de acuerdo con los anhelos de una sociedad que supera
atavismos, modifica conceptos de convivencia a través de la participación
ciudadana, transita de la sociedad de clases a la solidaridad, haciendo caminos
al andar.
Nuevos docentes
reclaman los cajemenses.
Nuevos
profesionales egresa la institución en cuyo “campus” van hermanadas las ciencias
y las disciplinas humanísticas, sin rupturas y fricciones.
Tiempo
atrás el ITSON formó profesionistas en disciplinas que tienen que ver con la
salud y la conducta: enfermería y psicología. En los inicios formó técnicos y
auxiliares en contabilidad que requería el sector empresarial. Hoy en día
prepara a los científicos que necesita la comunidad industrial y la población
para tutelar la integridad del entorno ambiental.
No
se descuida, así pues,la preparación de docentes con visión social, dice el
rector Isidro Cruz Medina, por hoy el líder académico idóneo que tiene no sólo
el difícil encargo de lograr que la administración y la academia marchen con
paso rítmica.
También,
y este también va cargado de la grave responsabilidad, de organizar y conducir
acertadamente los festejos del LX aniversario de la Casa de Estudios. Y ahora,
la conmemoración del XXX aniversario de la carrera que impulsa la vocación
magisterial con arreglo al nuevo concepto pedagógico, funcional y moderno en el
sentido de que “Educar es enseñar a Crear.