Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







lunes, 27 de abril de 2015

GRUPO MÉXICO: LA CAJA DE PANDORA

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El derrame irresponsable de ácidos tóxicos convertido en acción criminal  sobre los ríos Sonora y Bacanuchi es el detonante que pone al descubierto, por si fuese necesario, la actividad solapada de empresas mineras en el país, por obra y gracia del contubernio que ejercen los gobiernos de uno y otro signo ideológico en alianza con los que, por hoy, son los enemigos principales de México.
La denuncia  colectiva contra la compañía minera de Cananea, es decir, contra la familia Larrea, pone una vez más a la resultas de la “justicia” nacional el mar de fondo que subyace, como en tiempos del Presidente Lázaro Cárdenas, en donde se da el peor de los saqueos de la riqueza patria por parte de mexicanos desnacionalizados y extranjeros ávidos de  los ajeno.
Admitida la acción colectiva por la juez federal Emma Gaspar Santana, hay motivo de esperanza si se adiciona la moción de referencia a la protesta enarbolada por los líderes del Movimiento Ciudadano por el Agua, con sede en Ciudad Obregón.
Adalberto Rosas López, ex presidente municipal de Cajeme, seguido por dirigentes cuyos nombres y gestiones son ampliamente conocidos, y reconocidas aquéllas, por los productores agrícolas de la región, los grupos desposeídos (ejidatarios, poblaciones indígenas, etc.), y hacen la patriótica defensa de un  bien que les corresponde.
Un bien que la avaricia, conjuntada con el contubernio y el cinismo encubierto en la política de campanario y en la rapiña tolerada por los organismos federales (al frente CONAGUA, SEMARNAT y PROFEPA) se arropan medio del beneplácito de autoridades locales, como en el escandaloso caso del gobernador Padrés Elías en el Estado de Sonora.
Por encima de ideologías, del PRD, del PRI o del PAN, el Movimiento Ciudadano despliega su lucha contra todos los salteadores que hacen de la suya, en nombre de intereses soterrados unos y provocadores y altivos otros, contribuyendo  a que se abra la caja de Pandora y sea el detonante de una protesta organizada con todas las de la ley, bajo el principal objetivo de obligar a los empobrecedores del Valle del Yaqui a que devuelvan lo hurtado.
Asimismo para contener a los aliancistas con el poder mal habido y para exhibirlos públicamente, con sus nombres y apellidos, con señas y sobrenombres, como lo que han sido y son: los causantes número uno de las mayores desgracias en materia de salud, de pobreza, de orfandad y de la recurrente migración allende la frontera.
Hoy la coalición civil es la que formula esta denuncia contra el Grupo México; ayer y ahora el Movimiento Ciudadano por el Agua, las agrupaciones que hacen causa común en contra de los saqueadores de la riqueza han sido el frente de lucha que hace historia documentada en archivos y acopio de testimonios jurídicos cuidadosa y objetivamente conservados.
Los pueblos indígenas mantienen su perenne batalla por sobrevivir ante los embates, acosos y encarcelamiento de los esbirros organizados tras el poder. El propósito de su lucha no es otro que el salvaguardar lo que es propio, y que siéndolo representa el factor de desarrollo, de progreso y de paz social.
Bien se sabe cómo desde Salinas de Gortari y Zedillo, desde Fox y Calderón, el subsuelo mexicano ha sido enajenado en condiciones más denigrantes que en la época de las transnacionales que actuaban como propietarias del mal llamado “oro negro”. Actualmente, se apoderan de los mantos hídricos lo mismo que de las vetas de cobre, de oro, plata y demás metales que requieren sus industrias maquiladoras y sus negocios asociados, muchas veces, con los cárteles de la criminalidad.

Bien por asociaciones civiles como la aludida antes y bien por el Movimiento Ciudadano por el Agua en esta guerra, próxima a ganarse, por uno de los bienes que en la época arcaica fue origen de civilidad y  convivencia.