Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







martes, 30 de diciembre de 2014

EN 2015: SELECCIÓN Y ELECCIÓN DE LOS MEJORES



Año de elecciones será el de 2015. Año crucial en más de un sentido. Principalmente será prueba de fuego en lo que se refiere a credibilidad, eficacia y sustentabilidad  ideológica.
Mucho dependerá de la acertada selección de aspirantes a gobernadores, diputados locales y federales, así como al cargo de Presidente Municipal.
El partido en el poder, el PRI, proclama que las candidaturas estarán precedidas por una meticulosa disciplina interna con el propósito de mantener la unidad interna. Se compromete a respetar en la letra y el espíritu, los lineamientos que establece el ordenamiento electoral. Asimismo, y aquí comienzan los compromisos. efectuará un programa de consultas (encuestas) en cada Entidad donde se lleven a cabo elecciones con el objetivo, ciertamente plausible, de constatar el grado de asentimiento, popularidad y fama pública de los candidatos.
La selección de los aspirantes al igual que la consiguiente postulación  de candidatos, según el posicionamiento del PRI, habrá de ceñirse a requisitos de calidad en el sentido de tomar en cuenta la honorabilidad de los prospectos. Se atenderá, por otra parte, el resultado de las encuestas, lo cual es ya bastante decir en favor de la oferta preelectoral.
Habrá de analizarse minuciosamente, como con lupa, el currículum de los participantes, su pasado inmediato y mediato; vale decir, su modesto o encumbrado desempeño en cargos anteriores de índole administrativa o de representación popular.   
De suceder así, y no hay hasta ahora consenso unánime por parte de los ciudadanos, la competencia marcará una aurora nueva para la democracia mexicana por ahora en deplorable declive, maltrecha y víctima del golpismo por las derechas y las izquierdas, precedida de una sorda lucha por el poder bajo el primado de la violencia como arma de combate. El terrorismo es fórmula para amedrentar en vez de persuadir y la publicidad imbricada en la maledicencia y la infamación como táctica para desacreditar y envilecer a los adversarios.
No se hace, no por supuesto, el quehacer político por conducto de ángeles o seres divinos. Mujeres y hombres, con virtudes y debilidades, son quienes gobiernan en las altas esferas y en los más modestos encargos representativos. Sin caer en el extremos de hacer inferencias sacadas de las páginas de Jean Rostand, el ingenioso y talentoso biólogo con alcances de filósofo en su libro “El Hombre y la Vida” (FCE, 1994), habrá que decir que no estaría de más que en la selección de candidatos se introdujeran algo así como  un “test” para determinar: ora la integridad de los aspirantes en lo que se refiere a cómo se reacciona frente a situaciones de emergencia, ora lo que se  esperaría de la capacidad para la toma óptima de las decisiones. En fin, hacer acopio de información relativa a la conducta pasada de quienes aspiran a ejercer la muy delicada tarea de contribuir en formar la voluntad social y prever, con idea remedial, en qué medida verificará su compromiso de respetar y hacer respetar la legalidad y la constitucionalidad de sus acciones.
Además, si bien los políticos son seres mortales, humanos como nosotros, sería conveniente que los aspirantes fuesen enterados, con anticipación, acerca de que su conducta estará a la vista de todos, con el seguimiento de los ciudadanos, a fin de que, como todo mortal, estarán a las resultas de la Ley. Y, en particular, para que tomen conciencia de que el fuero no es un escudo de impunidad; amparo inviolable para ocultar acciones criminales y lesivas irremisiblemente en contra de la sociedad.

La selección y elección de los mejores en el 2015 podría ser, sin duda, el comienzo de la nueva Era política del país: el reinicio de un nuevo federalismo con la participación responsable de mayorías y minorías.