Este año, 2016,
será el año de la reconstrucción en Sonora. Habrá mucho lastre que remover,
obstáculos que ir haciendo a un lado, estorbos que poner en su lugar.
Ante
el Presidente Enrique Peña Nieto, la mandataria estatal puso de manifiesto, por
si hubiesen oídos sordos al respecto, su determinación de hacer un gobierno de
normas en donde no haya lugar para los improvisados de toda clase que se
agazapan por todos lados.
Refrendó
su apego al federalismo impulsado por el Ejecutivo federal: un federalismo
moderno que va del municipio a la cúspide federal, pasando por el crisol de los
estados.
Con
este efecto, Claudia Pavlovich Arellano toma posición al lado del Primer
Mandatario con el objeto de fortalecer en su jurisdicción las reformas
presidenciales, comenzando con la prioritaria en materia de educación, sin
soslayar las innovaciones en materia de bienestar y desarrollo social: salud,
vivienda y ocupación.
Las
instrucciones en este sentido son precisas: honestidad, eficacia, compromiso
institucional y creatividad en el cumplimiento de las funciones públicas.
Restablecer
la cohesión ciudadana es, por tanto, promesa gubernamental que atañe a la
administración estatal, lo mismo que a los ayuntamientos y comisarías de la
Entidad.
Motivar el
civismo de la población con el fin de que participen todos y cada uno de los
sonorenses es objetivo y meta de las políticas en pleno vuelo, pactadas
asimismo con el gobierno federal.
Los
primeros pasos han sido dados con aval mayoritario, diríase generalizado de
todos los sectores, sin discriminación étnica, económica y condición social.
El
bienestar social opera como eje principal del desarrollo económico, cultural y en
materia de salud. Un desarrollo, sostiene la gobernadora del Estado, con
equidad, justicia y en términos de libertad responsable.
Hará
un par de días, el alcalde de Cajeme, Faustino Félix Chávez, expuso su Plan
Municipal de Desarrollo para el trienio de su ejercicio administrativo. Ahí
destacan los rubros de orden y limpieza; competitividad y prosperidad;
participación y paz.
Se
implica el propósito de que la sociedad, señala el alcalde, tome parte en la
toma de decisiones. La meta, en consecuencia, es lograr un desarrollo
sostenido, a cuyo efecto la administración municipal a su cargo ofrece cercanía
a los requerimientos de la población.
Por
lo que se refiere al programa que impulsa la titular del Ejecutivo en Sonora,
hay continuidad y desempeño prolijo en las tareas de enlace, comunicación y
consulta ciudadana, por parte del área que conduce Rogelio Díaz Brown, quien va
de alcaldía en alcaldía, con la encomienda de atender las voces ciudadanas y la
finalidad de poner en marcha el Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021,
itinerario y guía de su Mandato.
La
reunión de trabajo regional, efectuada en Etchojoa, con Ayuntamientos del Sur
del Estado, responde así al compromiso de la gobernadora Pavlovich Arellano,
ratificado con motivo de la visita presidencial.
En
la susodicha zona de la Entidad, los efectos adversos en el capítulo de la
salud se multiplican. Al desabasto de fármacos se añade la demeritada atención
a los pacientes. Las endemias se diseminan hasta amenazar con volverse
pandemias. Las plagas en los cultivos hacen daños irreparables a productores de
todos los niveles.
A
lo anterior, centros poblaciones como Navojoa, Huatabampo y otros colindantes,
padecen los efectos de infraestructura deficiente en agua potable, calles
transitables, alumbrado eléctrico, etcétera.
Centros
de enseñanza media superior y superior sufren las consecuencias de la retención
de recursos estatales y federales suspendidos durante el anterior gobierno de
la Entidad.
Así,
la reconstrucción en este año de 2016 se ha emprendido desde la base, desde la
denominada célula institucional: el municipio, entendido como punto de partida
para efectuar la gran cruzada consistente en colocar al Estado en el sitio que
amerita.
Sonora
es un inmenso reto para la modernización que tiene ante sí la administración
que lidera Claudia Pavlovich, al lado su gabinete, cuyos integrantes acreditan
la vocación de servir a sus congéneres, con verdadero espíritu republicano.