Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







martes, 2 de febrero de 2016

LA UNAM Y EL ITSON: LA EXTENSIÓN UNIVERSITARIA

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La UNAM y el ITSON, distantes en el tiempo y en el espacio, cinco veces centenaria la primera, sexagenario el segundo, cumplen sus funciones de enseñanza, investigación y de servicio, con suma pertinencia, ejemplificando así su carácter de instituciones públicas provenientes de la sociedad. Y sostenidas por ella.
En la entraña social nacieron y a ella devuelven los beneficios, con creces, los recursos humanos que les son confiados.
En ellas se percibe su papel de casas de estudios, atentas a los latidos de su entorno comunitario. Su importancia y valía no están sólo en lo que dentro llevan a cabo.
Su trascender y permanencia, aparte de sus valores intrínsecos, de la actividad que pocas veces sale a colación, con todo y el peso específico que representa: la extensión universitaria.
Si difundir cultura es forma idónea para hacerse patente y  darse a conocer a través del teatro, la música, los museos; talleres y conferencias, al extender sus servicios a la comunidad realiza funciones que confirman su esencia de faro que ilumina por medio del saber y el conocer. Por ese medio garantiza su papel de copartícipe en los afanes y demandas de la sociedad.
Al respecto, hará un par de días, el rector de la UNAM, doctor Enrique Graue, presentó el portal sobre la genética de la diabetes, por cierto de acceso gratuito para investigadores y público en general, con información y datos que contribuirán al estudio de la aterradora enfermedad.
La diabetes, con palabra del rector Graue, es el “quinto jinete del Apocalipsis: monta un  caballo obeso, es ciego, está amputado y tiene insuficiencia renal”.
El siniestro jinete cabalgando encima del no menos infausto cuadrúpedo, es causante de la muerte de uno de cada 14 decesos en personas  de 45 y 65 años;  En poco más de cincuenta años, se ha incrementado su pavorosa actividad más de quince veces. Tan sólo en la última década los índices señalan un aumento del 62 por ciento.
Las cifras dadas a conocer por el Rector dejan de ser impresionantes. Aluden a la severidad del mal y sus perniciosos efectos en la salud humana, así como en la repercusión de los costos para contenerla: en 2008, la “catástrofe económica” significó la merma de 42 mil millones de pesos. ¡El 13 por ciento del gasto total en el rubro sanitario!
Pero a la pérdida de vidas humanas, se adiciona la afectación en talentos y capacidades, lo cual da a entender el valor de la participación de la máxima casa de estudios, el mérito que acompaña al nuevo jefe nato de la UNAM y el carácter de gratuidad con el cual desarrolla la institución su función de promotora de bienestar social y la contribución para configurar una sociedad sana, cuyos integrantes aspiran a la igualdad de oportunidades y a la equidad en el uso y usufructo de los beneficios de la educación especializada.
El ITSON, por su parte, a sus 60 años de existencia, hace lo propio en el rubro de la extensión de beneficios a la sociedad de que forma parte en el Sur del Estado de Sonora.
Invita al público de la tercera edad a fin de que se inscriban en cursos de alfabetización tecnológica, asimismo gratuitos y en horarios y días programados, tomando en cuenta a los destinatarios.
El lema es “No importa la edad”, lo cual equivale a un beneficio por lo general desdeñado o considerado inútil por parte de los centros digitales que pululan en urbes prósperas y poblados de elevado y mediano desarrollo comercial e industrial.
Este aprendizaje, por lo general vedado a mujeres y varones de la tercera edad, sin duda revertirá en resultados positivos no sólo en manejo  de internet, hacer envíos de correos, uso de Power Point y para configurar el propio Facebook.

Hará posible, como si lo anterior fuese poco, el cuidado de adolescentes, por ejemplo, a fin de alertarlos en el uso adecuado de las “redes sociales”. ¡Una feliz expectativa!