Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







jueves, 18 de febrero de 2016

PLANEACIÓN UNIVERSITARIA: CONSULTA EJEMPLAR A LA COMUNIDAD

Resultado de imagen para unam

Primera en tiempo, primera en derechos y obligaciones, la UNAM enseña con el ejemplo las primicias de su experiencia como casa translúcida de la educación superior, abierta a la participación de su comunidad en la configuración del Plan Institucional de Desarrollo 2015-2019.
Proveniente el rector, él mismo, de una consulta, la primera en su género, a los universitarios, da inicio a su gestión con similar inspiración que alentó  a la H. Junta de Gobierno al culminar el proceso de selección y nombramiento en el máximo desempeño académico de la institución.
Enrique Graue, bien lo sabemos, fue designado con base en preferencias emitidas por la comunidad universitaria recabadas ene la primera consulta abierta en los anales de la UNAM, con las características ahora conocidas.
Su ascenso tiene, así, un origen que se corresponde con el espíritu de autonomía no sólo para organizar, con independencia y según la mencionada norma, su vida académica y el destino de sus recursos materiales. Ha dado, con resolución y entereza, un paso ejemplar a fin de escuchar públicamente el latido de su comunidad en cuanto a la idoneidad de la persona que dirigiría sus destinos, sentando precedente histórico que da transparencia y probidad al proceso de nominación, y garantía de validez a los actos que de ahí emanen.
Uno de ellos es el relativo al Plan de Desarrollo Integral con arreglo al cual habrá de iniciarse la travesía durante el cuatrienio que comienza.
No es, ciertamente, autogobierno el que se implica en esta experiencia que vincula al cuerpo directivo de la UNAM con su comunidad, como se quería hacer extensivo en la década de los 80 con el ensayo de paridad alumnos-autoridades según el practicado efímeramente en la Facultad de Arquitectura.
El ejercicio en cuestión tiene el carácter, ha dicho el rector Enrique Graue, de una consulta a la comunidad, de una toma del parecer de los universitarios con relación a temas que van de la organización académica en los capítulos esenciales de la enseñanza, la investigación, la difusión y extensión de la cultura.
Sobre esto último, el rubro mediante el cual la UNAM hace partícipe a la sociedad acerca de su quehacer interno y, asimismo, expande hacia su entorno, compartiendo los frutos del acervo humanístico, científico y técnico que posee, cabe recordar que la máxima casa de estudios es, por definición, el faro mayor de la enseñanza superior cuyas luces abarcan la geografía nacional y ejerce, con acciones responsables, los derechos y y obligaciones inherentes al concepto de autonomía.
Aquí, cabe mencionar aquello que hace la UNAM tocante a extender los servicios institucionales y docentes, como se constata en la acreditación de la carrera de Ciencias Ambientales n la Escuela Nacional de Estudios Superiores  (ENES) Unidad Morelia, en Michoacán.
Se trata de la primera licenciatura de las sedes foráneas en ser avalada, con base en el proceso que incluye mejora continua, planeación y revisión de indicadores, estándares de calidad, técnicas de enseñanza y servicios correspondientes a ese programa de estudios.
A la luz de estas aportaciones, cabe preguntar acerca de si no ha llegado la hora para que la UNAM despliegue una masiva difusión informativa a nivel nacional sobre el sentido, es decir, sobre el significado de las revolucionarias experiencias que está efectuando.
Así acercaría y haría comprensibles en toda su relevancia los beneficios culturales y académicos en general, en espacios de la prensa escrita, canales televisivos y en la radio de toda la provincia mexicana.
Y habría que subrayar el dato de que estos medios estarían ávidos de participar en dicha cruzada editorial al servicio de sus lectores y auditorios, en sus respectivos ámbitos.

La idea es elemental. No sólo se trataría de difundir información escueta, sino abundar en el sentido de la misma, de su trascendencia, repetimos, haciendo hincapié en el carácter de coparticipación, por la UNAM, en la enseñanza superior, la investigación pura y aplicada, así como en el uso y usufructo social de las modernas tecnologías.