Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







lunes, 24 de marzo de 2014

CHIHUAHUA ES LÍDER EN COMBATE A LA DELINCUENCIA


En los últimos años, Chihuahua ha enfrenado con denuedo al embate del crimen organizado: atentado magnicida de principios de siglo, prácticas de extorsión,   crímenes de mujeres; en fin, asesinatos masivos de personas en centros de diversión y universidades.
Hoy, el gobierno del Estado anuncia buenos resultados en la guerra contra el secuestro, la suplantación de identidades y la letal disolución de la vida familiar. Tan sólo se registra un solo secuestro en lo que va del año.
No da tregua la actual administración en los frentes mencionados; menos claudicación. La entidad que gobierna César Duarte ocupa liderazgos como el conocido por la instauración de juicios orales, modelo innovador seguido por otras administraciones públicas, la de  Morelos entre otras. Es precursora de reformas propuestas por el Ejecutivo federal en materia de seguridad pública, incorporadas ya en la iniciativa del Código Federal Único
El mandatario manifiesta que la lucha proseguirá hasta que los cárteles  de la criminalidad sean barridos uno por uno. Mientras tanto, cumple la letra y el espíritu de la ley punitiva y lleva a los hechos acuerdos concertados en el reciente cónclave de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) efectuado en Puebla.
Ahí se resolvió implantar la figura denominada “reclusión especial”  Y en menos de un mes, Chihuahua declara misión cumplida. El susodicho resolutivo se destina a contener a los secuestradores, grupo de malhechores que, detrás de las rejas, continuaban su nefanda actividad a través de redes “invisibles”.
Primeramente, se confinó a los secuestradores en un solo penal como parte de la estrategia, a fin de ejercer permanente vigilia a quienes han sido sentenciados por su ilícita actividad, En seguida, se procedió a instalar el sistema “corta-señales” o inhibidores de señal que inhabilita, precisa Duarte Jáquez, “el uso de bandas anchas, internet o cualquier otro tipo de telecomunicaciones”.
En Chihuahua, afirma enfáticamente el Gobernador: “No soportamos a la delincuencia organizada ni siquiera en los Cerezos. Hasta aquí tienen orden”.
Doble candado se pone, de este modo, a los delincuentes. Confinados en reclusorios especiales, vigilados noche y día, por celadores y custodios incorruptibles, sin contar ya con el auxilio de las nuevas técnicas de intercomunicación, los secuestradores (en breve los extorsionadores), son  reos de peligrosidad cero, criminales visibles bajo la mirada fulminante de los vigías, rodeados en soledad por la incomunicación.
Así, puede ufanarse el gobernador Duarte al decir: “Chihuahua es la primera entidad del país que claramente cumple con el régimen de internamiento diferenciado de la sanción impuesta a los secuestradores”, acordada en la anterior reunión de CONAGO. Y anuncia: seguirá el turno para los extorsionadores.
Renato Sales, coordinador de la Estrategia Nacional Antisecuestro, respalda el liderazgo chihuahuense.
Se le aplaude merecidamente cuando expresa “Hoy podemos patentar la seguridad como el valor  colectivo más importante de la sociedad, porque sin paz y tranquilidad no hay actividad que florezca, incluida la económica”.
Ahora bien, una administración que procede con expedición y prontitud frente a la criminalidad, que se organiza y actúa con apego a la constitucionalidad, adquiere por esa razón la jerarquía de modelo a seguir, espejo en el que se valida el Estado de Derecho en virtud de su eficiencia y eficacia.

En lugar de dar tregua a los criminales, hace lo que las leyes le mandan. Es cumplidora de acuerdos y convenios. Da libertad de actuación a los buenos funcionarios y elimina a los indolentes. Pone frenos a la impunidad y en jaque a los salteadores y facinerosos: secuestradores y extorsionadores; feminicidas y salteadores en despoblado. Todo ello, poniendo por delante las leyes. Sin incurrir en arbitrariedades y autoritarismos.