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Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







miércoles, 1 de mayo de 2013

EL II INFORME DEL GOBERNADOR AGURRE RIVERO


Polémico, persuasivo y contumaz, ha sido el documento dado a conocer por el gobernador Ángel  Aguirre Rivero a los guerrerenses, el pasado martes. Es persuasivo en estos tiempos políticos en los cuales imperan los adjetivos en vez de la argumentación y contumaz cuando la cortesía política ocupa el lugar que corresponde a la denuncia por encima de cualquier arreglo o negociación.
En los medios políticos y de opinión, dentro y fuera del Estado de Guerrero, el mensaje del Mandatario ha caído como lluvia en tierra sedienta, justo ahora cuando la razón de la fuerza se sobrepone a la fuera de la razón y cuando la pasión ideológica trata de ocupar el imperio de las leyes.
El gobernador Aguirre llamó a los golpistas escudados en las siglas del CETEG por su nombre propio. Los calificó de “delincuentes” y de “vándalos”.  Eludió los términos de docentes y educadores para aquellos que se han colocado a la resulta de la imputación penal, soslayando el eufemismo como recurso para condescender y actuar en complicidad con los salteadores de la legalidad.
En su investidura de Ejecutivo de la entidad más castigada por la anarquía, la violencia y las agresiones en la propia sede gubernamental, su mensaje es advertencia con el fin de  contener a través del principio de si es A debe ser B, la avalancha provocadora en todo el país. Mientras  la prudencia se malentiende, a propósito del secuestro en la UNAM, en el Estado sureño se hace oír la voz en términos una denuncia y acusación en firme, contundente, que no admite vacilación por temor a lo que podrá suceder si se hace valer el mandato de la legalidad.
Se dirá que los árboles no dejan ver el bosque, en el Informe del Gobernador. Pero hay datos y referencias ahí, información constatable por parte de los ciudadanos quienes tienen la última palabra con ese efecto: en la costa y la Montaña, en las poblaciones de valles y en las urbes intermedias..
El mandatario expuso su política en materia de seguridad, cuyos referentes son las acciones protectoras y preventivas, por ejemplo, en Acapulco, perla del turismo nacional e internacional, convaleciente aún después de la pasada crisis económica y social. Subrayó los programas en materia de recursos humanos en una etapa plagada de provocaciones y disturbios. Y mencionó las obras hidráulicas en marcha,que se relacionan con la actividad rural e industrial.
Con todo, los reflectores mediáticos, nacionales y locales, han estado atentos a la posición del mandatario frente al acoso de los últimos tiempos en que se ha visto envuelto el  gobierno de la entidad, esta vez por parte de vándalos y representantes de la anarquía delincuencial.
Aguirre Rivero, mandatario polémico, vapuleado políticamente por una de las alas de la izquierda beligerante, y por las derechas, sin faltar el castigo de grupos del centro partidista nacional, ocupa a partir del martes anterior, con honor el sitial de firme aliado de la Reforma Educativa consagrada en la Constitución. Es su adalid y más resuelto defensor entre mandatarios que sufren similar provocación. Al margen de banderías ideológicas y políticas, merece un voto de confianza por parte de sus gobernados. Amerita su actuación, asimismo, el reconocimiento, por lo demás entre ellos también, egoísta y mezquino, de sus pares, en tanto escudo de la legalidad y la constitucionalidad dentro de su jurisdicción. Y no es poco decir.