Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







lunes, 25 de noviembre de 2013

VOCERO PRESIDENCIAL: INFORMAR Y OPINAR EN ÉPOCA DE CAMBIOS




El reciente anuncio de un vocero en el despacho presidencial, se explica a la luz de los cambios a través de las reformas de Estado en acelerada marcha. El Derecho de Informar tiene su correlato en las garantías de oír y ser oído con oportunidad y objetividad, de enterar y ser enterado; en ejercer la capacidad de estar o no de acuerdo. En suma, expresa la convicción de dar eficacia a la democracia con plenitud de participación, corresponsabilidad y libertad; sin cortapisas simuladas, arbitrarias y soterradas.
Una revolución, toda revolución implica que la circulación de las nuevas ideas,  propuestas y respuestas sean expeditas y audibles, al alcance de la población involucrada ante los vientos de cambios. Toda innovación, particularmente si es pacífica, institucional, de abajo hacia arriba o transversal como se gusta decir, requiere de la difusión como su principal aliada en torno al sentido y alcance de la transformación social, política y cultural. El mutismo, la pasividad receptiva y el oportunismo no van con el impulso hacia la renovación, al cambio y a la continuidad. Al progreso y apertura hacia lo mejor.
Tras la revolución en Nicaragua, Guillermo Rothschuh Villanueva publicó “Los medios: El ojo revelado”, obra en la que da cuenta y razón del impacto del movimiento armado y sus efectos en la evolución de los medios y su interacción con la sociedad en el siglo XXI. A su vez, Javier H.  Contreras Orozco, académico chihuahuense de lúcida trayectoria periodística, director de “El Heraldo” (OEM), entregó a la letra impresa “Los Informantes. Documentos confidenciales de la guerrilla en Chihuahua)”, libro de palpitante actualidad,  en el que ilustra acerca de la guerrilla en Ciudad Madera: su origen, despliegue y resonancias fuera de la Entidad, con  entrevistas directas e informes. Todo ello, fundamentado en investigación documental de valor y certidumbre indudables.
El Fondo de Cultura Económica, entre otras prestigiadas casas editoras como Siglo XXI, Porrúa, Juan Pablos, sin olvidar a la UNAM, faro luminoso y esclarecedor en todas las ramas del conocimiento, cuenta en su catálogo de obras “Sociología de la comunicación” (2003), en cuyas páginas el lector toma aliento intelectual para internarse en escritos sobre temas clásicos como el asumido por Michel Foucault:“Discurso y verdad en la antigua Grecia” o en el ensayo del francés  J.F. Revel “El conocimiento inútil”, Premio Chateaubriand 1988.
Por cierto, el FCE tiene al frente como su director general al dinámico, versátil y experimentado hombre de ideas y de letras, al sonorense José Carreño Carlón, licenciado en Derecho, cuya trayectoria en la trinchera de la información se remonta a los tiempos de Ramírez y Ramírez en el periódico “El Día”. Muy conocida es su labor de académico de la Universidad Iberoamericana (UI), con maestría y doctorado en  comunicación, en universidades europeas. Vocero del expresidente Salinas de Gortari, Pepe Carreño es diligente comunicador desde la letra impresa así en popular canal televisivo, por lo que se espera de él una fructífera labor comunicativa y de difusión en el FCE.
El dato noticioso sobre el nuevo vocero presidencial expresa que estamos, es de esperar, en los umbrales de una etapa inédita en la democracia nuestra a juzgar por el contenido de las iniciadas reformas de Estado. Se abre un capítulo en donde el Derecho a la Información adquiriría congruencia con el derecho de opinar, a fin de que no devenga todo en cambios para ocultar, mutilar o deformar las ideas, juicios y visiones de lo cotidiano con dimensiones de perdurabilidad.

Que el vocero no se convierta, así, en festiva figura como la del comunicador  de Vicente Fox, quien para confundir la opinión ciudadana repetía: “Lo que el Presidente quiso decir…”