Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







martes, 18 de junio de 2013

EL TURISMO NACIONAL EN LA MIRA



La industria sin chimeneas ha sido puesta en la mira. La nueva Presidencia le ha devuelto el rango que alcanzó en mejores tiempos. Hace 50 ocupaba el honroso cuarto lugar en la escala internacional, pues sus playas y escenarios arqueológicos eran ponderados entre los más impresionantes, seguros y acogedores del planeta.
El clima geográfico, social y cultural, hacían del Pacífico y el Golfo paraísos de la recreación, del reposo y el goce de connacionales y visitantes del extranjero.
Hoy, de nueva cuenta, el turismo es capítulo principal en la agenda del desarrollo y el crecimiento dentro del plan sexenal de la presente administración pública. En la cruzada internacional emprendida por el Ejecutivo federal con el fin de promover el nuevo rostro de México en foros internacionales y a título bilateral, el turismo asoma como invitado discreto aunque diligente, austero y a la vez promisorio. Es carta bajo la manga dispuesta a ser colocada en el tapete de las negociaciones intergubernamentales. Consiste en recurso pleno de expectativas socioeconómicas, de singular trascendencia humana por la calidez que comporta. Y es vehículo de interlocución educativa, cultural y de solidaridad cosmopolita.
Divisas, empleo desarrollo económico y crecimiento son improntas que  acompañan a la renovada industria sin chimeneas, abanderada en la era del internet y la revolución digital de nuestros días.
Mientras eso sucede, la diplomacia actual, dotada de sangre nueva, investida de renovada vocación tiene voz que convoca a valorar nuestro país como anfitrión confiable y dispuesto a compartir el disfrute de sus bienes naturales, la riqueza de sus valores históricos, todo ello en términos de hospitalidad y seguridad. Hay testimonio de que se reordena la casa, se ponen las cosas en su sitio debido y se engalanan los compartimentos de que se integra; se hacen los arreglos que le darán fachada atractiva y radiante, se dice, a los contornos que le han otorgado renombre.
Está el ramo turístico en manos industriosas, al cuidado de mentes diligentes y constructivas. Claudia Ruiz Massieu cuenta en su haber experiencia y aptitudes administrativas a fin de dar el impulso requerido a la actividad que, por hoy, se perfila como brazo estratégico y vigoroso en la reconstrucción de la nación en todas sus aristas.
Al efecto, tiene interés e importancia la mención relacionada con la configuración del equipo de trabajo del cual depende que el vuelo tome su curso, que los destinos sean cubiertos con eficiencia y eficacia, que los viajes sean realizados en los términos anunciados y cumplidos dentro de los parámetros que fija la normatividad internacional y los protocolos que reafirmarán la buena fama de México más allá de nuestra frontera.   
En el caso de Fonatur, palanca de la inversión y apoyo de la promoción,  un conocedor de la industria en cuestión, el contador público Israel Soberanis Nogueda ejemplifica lo mencionado líneas arriba. Político formado y forjado al lado del extinto guerrerense, educador y reformador, José Francisco Ruiz Massieu, ex diputado local y federal, ex presidente municipal de Acapulco y ex rector de la Universidad Americana en el puerto guerrerense, integra el grupo de funcionarios de primer plano en Sectur donde las ideas, las propuestas y los proyectos concurren a dar forma y contenido a los programas de trabajo de la dependencia que hoy figura en la mira de los planificadores de la Presidencia, así copartícipes del Plan Sexenal en marcha.

De ahí que los confabulados con salteadores al servicio de la desestabilización, bien podrían ya recoger sus bártulos y poner pies en polvorosa en compañía de  provocadores de oficio en los dominios de la cultura superior y de la educación pública, identificados en las tareas de la actual Reforma.