De manteles
largos, la Escuela Nacional Preparatoria festeja el inicio del sesquicentenario
de su fundación.
En
el Antiguo Colegio de San Ildefonso dio comienzo la celebración jubilosa.
Luce
la Preparatoria juvenil, lozana, a decir verdad espléndida. Nació en los estertores del conservadurismo
mexicano y en las exequias del fallido imperialismo de ultramar, liderado por el infortunado Maximiliano.
1867
es año de la restauración política y educativa en el país, con arreglo a una
visión ilustrada, con inspiración en las más recientes ideas pedagógicas y
filosóficas provenientes de Europa, asimismo, en plena renovación.
El rector de la
UNAM, Enrique Graue, enalteció a la más que centenaria institución por todo lo
que tiene de valía, de excelencia y por el destacado sitio de vanguardia que la
sitúa como avanzada en el mapa educativo del México actual.
La
directora general de la ENP, Silvia E. Jurado Cuéllar, hizo la descripción de los momentos estelares
de la Nacional Preparatoria: su gestación y puesta en marcha en los remotos
años de l867y 1868, su papel protagónico en los albores de la refundada
Universidad Nacional en 1910,
Por su parte, el
rector Graue reseñaría el legado histórico, ínsito en la trayectoria de la
benemérita escuela: por ejemplo, la huelga generalizada de 1929 y como
corolario la autonomía universitaria de ese año.
La
maestra Jurado Cuéllar, a su vez, haría énfasis en los ilustres egresados, de
la talla de Sierra, Vasconcelos, los hermanos Caso.Aludiría al Ateneo de la Juventud; por tanto, evocaría a
Reyes, Torri, Henríquez Ureña entre los descollantes miembros.
En letras de oro, para ser llevadas en
la memoria de los preparatorianos alonsiacos de hoy, el elogio del señor
Rector: “”Ustedes son, jóvenes, los que nos rejuvenecen; son ustedes un
semillero de sueños y un tesoro de talento que el país tanto necesita”.
Así, el Rector y la Directora General de
la ENP unieron sus voces en conceptos no sólo laudatorios. Asimismo definieron la gran responsabilidad de
ser miembros de la comunidad que ha sabido vincular dos lemas trascendentales:
“Amor, Orden y Progreso” a fin de que “Por mi Raza hable el Espíritu”.
Siete ex directores generales de la ENP asistieron al
solemne acto, para empezar el maestro Hurtado González (1970-1974 y al terminar
la maestra Sánchez Obregón (2006-2010)
Destaca la contribución del maestro y
licenciado en Derecho, Enrique Espinosa Súñer, quien al frente de la
Preparatoria en tiempos del rectorado del doctor Guillermo Soberón fue
coparticipe del proyecto del que emanó la Autonomía Universitaria en 1980.
Autor
de “El Bachillerato en México (1982, 220 p.) está entre los forjadores de la institución.
Nombres como el de Parra, de los hermanos Caso, Larroyo y Héctor Rodríguez se asocian a los del
Presidente Juárez y del doctor Barreda.
Notables
educadores han egresado y egresan de las aulas que configuran la luminosa estela de ex alumnos de esta
longeva institución.
Líderes
políticos son deudores a la enseñanza laica, a la formación humanística y a la
propensión a entender la misión
profesional como responsabilidad pública en el cultivo de las ciencias, de la
voluntad jurídica y el guasto artístico con la finalidad de gozar una
convivencia óptima en paz y armonía.
Son
actuales las eruditas lecciones que acopiadas en las casi mil páginas, de “La Escuela Nacional Preparatoria.
Los Afanes y los Días, 1867 a 1910”, de
Clementina Díaz y de Ovando y de
Elisa García Barragán
También se revive el ensayo del educador Arturo
Sotomayor
“El Antiguo
Colegio de San Ildefonso”, por las motivadoras remembranzas y por evocadoras imágenes que
dan permanencia al histórico inmueble en
el preámbulo del Sesquicentenario.