Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







viernes, 8 de julio de 2016

JORGE E. ROTHSCHUH: DE METAPA A CHONTALES

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Rubén Darío, conocido así por su célebre seudónimo, es ponderado como el patriarca de los poetas en Nicaragua. Y en el mundo de las letras españolas.
“Mutatis mutandis”, en la literatura nicaragüense la familia Rothschuh es ampliamente mencionada como núcleo de escritores y celebrados poetas.
Para muestra, lo siguiente. Don Guillermo, padre de los Rothschuh Villanueva, profesor universitario jubilado y autor de numerosas obras, goza del orgullo de contar entre sus  descendientes consagrados al cultivo de las musas: a Guillermo, que lleva el nombre y el talento de su progenitor,  ex catedrático en la Universidad Centro Americana (UCA) por años decano de las Ciencias de la Comunicación, Jorge y Vladimir radicados desde hace más de 30 años en México. Así, como a la bella Luzanita, quien es inseparable compañía al lado de su octogenario padre y escritor en activo.
De Jorge, el segundo de la nueva dinastía de poetas chontaleños, radicado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, vale decir que prosigue la inspiración educativa de los autores de sus días, de don Guillermo y doña  María Elba, portadores de magnífica pluma y de sabias enseñanzas.
Poeta reconocido y asiduo sacerdote de Erato y Calíope, Jorge Eliécer tiene en su haber prolífico numerosas obras, entre  otras “Somos habitantes de un mismo sueño”, ”Cantar Mexica”, “Otras después de Eva”, etcétera.
Recientemente, hace apenas tres meses, se imprimió con sello de Coneculta Chiapas “Bocetos para otra noche”, selección de poemas que hacen honor al título de la publicación, dedicada a exaltar los relámpagos de la ensoñación y las pulsaciones de la pasión erótica envueltas en la vestimenta de la metáfora.
Pablo Antonio Cuadra, asimismo su coterráneo, había subrayado los éxitos literarios de Jorge con términos laudatorios, en 1983, como éstos: “Tras la huella de Darío, el poema en prosa –el prosema- no fue cesado de abrirse paso en la literatura nicaragüense en un relevo de buenos oficiantes que por gracia de vigilantes Musas, no se trasmiten la misma antorcha sino un fuego nuevo de mano en mano y en cada mano que escribe la encendida.”
Prosigue el poeta Cuadra: “Tú eres el más joven prosificador  de poesía en esa tradición, breve pero rica, que ya nos ha dado las “Glosas” de Pallais, los prosemas de Mejía Sánchez y los de Francisco Valle.”
Concluye así: ”Tu libro es distinto e, incluso, diferente  de tu obra anterior.”
Leyendo el atinente comentario de Pablo Antonio Cuadra, nos hace evocar, por una parte, la presencia en nuestro país de los hermanos De la Selva, allá por los tiempos de los ex mandatarios Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdés.
Salomón, al lado de su hermano Rogerio, cercano e influyente consejero de Alemán, fue  notable bardo fallecido en la ilustre Ciudad de París (1959). A don Miguel Alemán, por cierto, la República debe no sólo la colosal y esplendente Ciudad Universitaria, sino las autopistas que unen lo que hoy en día, los empecinados demoledores, sin duda con recursos extranjeros, usan para impedir avances reformadores que reafirmen la grandeza del País.
Por cierto, Jorge al igual que Vladimir, forjaron en México su segunda y amada Patria. Allá el poeta, en Chiapas; aquí en la Ciudad capital, el tenaz y temerario periodista. Ambos han forjado sus hogares con hijas que, sin duda, gozan de los paisajes culturales que sus progenitores les hacen disfrutar.

Saludamos efusivamente el libro de Jorge Eliécer a quien los reconocimientos avalan por su lucidez y originalidad: Premio Único del Certamen Regional de Poesía Dr. Rodulfo Figueroa, 1991; Premio Nacional de Poesía Balún Canán, 1992; Premio Nacional de Poesía Ramón Iván Suárez Caamal, 1995.