Hay
un sinfín de razones en las afirmaciones de Fernando del Paso, escritor
laureado y sin duda baluarte del Estado de Derecho en donde la imputación se
imponga sobre la ilegalidad y la democracia resplandezca en medio de la
oscuridad que irradia del autoritarismo.
Hay
barruntos de totalitarismo en la medida que prevalece el cinismo como método de
gobierno. Existe cuando el feminicidio gana la delantera al igualitarismo y
cuando la corrupción triunfa a costas del bienestar de los ciudadanos. Y aún,
cuando la denuncia resulta ineficaz y hasta punible.
En
Sonora, de los escombros de la política depredadora abanderada por el régimen
panista anterior, emergen destellos de esperanza en pro de una progresiva y
pronta recuperación institucional que permita el retorno al bienestar, a los
principios de un federalismo tolerante, participativo; en lo interno, la vuelta
a la diferida política de puertas abiertas, de oídos prestos a escuchar y de
voluntad cívica dispuesta a la acción responsable. En suma, de manos limpias a
fin de administrar los bienes y el patrimonio propiedad de los contribuyentes y
de la población en su conjunto.
Muestra
y signo positivo de esto último es el ejercicio con el cual ha inaugurado sus
acciones el actual gobierno del Estado. Al margen de partidarismos habría que empezar
por reconocer el derribo de barreras levantadas por el encono divisionista, la
prevalencia de poderosos hacia los marginados étnica y socialmente; el
triunfalismo por parte de quienes todo lo tienen a su alcance y todo lo
acaparan en provecho personal y de grupo.
La
Oficina de Enlace y Gestión de diputados recientemente inaugurada en la
bullente cabecera municipal de Cajeme, prosigue el ejemplo de la titular del
Poder Ejecutivo estatal en sentido aludido.
El
flamante despacho, se espera, dará
presteza y prestancia a la gestión legislativa en Sonora, por medio de la
asistencia y la cercanía a las demandas ciudadanas. Pondrá oídos atentos, sin
duda, a las urgencias que apremian y será el vínculo que restablezca el flujo
entre la población y sus representantes.
Es
decir promoverá la instauración del Estado democrático, del régimen ciudadano y
su enlace con los poderes locales y federales, convirtiendo la extensión de la sede legislativa, federal y
estatal, en red dinámica por la cual circulen propuestas y reclamos,
iniciativas y resoluciones con destino social .
La
diputada sonorense huésped en San Lázaro, Sylvana Beltrones Sánchez, se
compromete a ser el hilo de Ariadna en el todavía amenazador Laberinto a fin de
conducir a una experiencia exitosa con
el propósito laudable de atender y resolver, superándolos, respaldada por
colegas de la localidad, los mil y uno asuntos postergados.
La
oficina en cuestión no tiene por qué ser, siguiendo la denuncia de los
iconoclastas de siempre, un escaparate propicio para los derroches demagógicos
y publicitarios. No hay razón a fin de que sea balcón exhibitorio con el objeto
de que se conozcan y reconozcan a quienes, por deber público, deben ser enlaces
y gestores para el planteamiento y resolución de los problemas que aquejan a la
población.
A
título de ejemplo, ahí veremos al diputado local Rafael Buelna, ex alcalde de
Tesopaco, diligente en el cumplimiento de sus funciones, proseguir la afanosa
actividad de su actual incumbencia al servicio de sus representados en asuntos
apremiantes como el de la carretera interestatal Sonora-Chihuahua.
Buelna
Clark es reconocido por su labor política-administrativa en aquella
jurisdicción en la cual prepondera la inseguridad y el acoso a causa de la criminalidad
organizada que sigue haciendo de las suyas en las estribaciones y el corazón
mismo de la prolífica y señorial región montañosa que colinda con el Estado
Grande.