Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







lunes, 25 de abril de 2016

ANTE EL TOTALITARISMO, ESTADO BENEFACTOR

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Hay un sinfín de razones en las afirmaciones de Fernando del Paso, escritor laureado y sin duda baluarte del Estado de Derecho en donde la imputación se imponga sobre la ilegalidad y la democracia resplandezca en medio de la oscuridad que irradia del autoritarismo.
Hay barruntos de totalitarismo en la medida que prevalece el cinismo como método de gobierno. Existe cuando el feminicidio gana la delantera al igualitarismo y cuando la corrupción triunfa a costas del bienestar de los ciudadanos. Y aún, cuando la denuncia resulta ineficaz y hasta punible.
En Sonora, de los escombros de la política depredadora abanderada por el régimen panista anterior, emergen destellos de esperanza en pro de una progresiva y pronta recuperación institucional que permita el retorno al bienestar, a los principios de un federalismo tolerante, participativo; en lo interno, la vuelta a la diferida política de puertas abiertas, de oídos prestos a escuchar y de voluntad cívica dispuesta a la acción responsable. En suma, de manos limpias a fin de administrar los bienes y el patrimonio propiedad de los contribuyentes y de la población en su conjunto.
Muestra y signo positivo de esto último es el ejercicio con el cual ha inaugurado sus acciones el actual gobierno del Estado. Al margen de partidarismos habría que empezar por reconocer el derribo de barreras levantadas por el encono divisionista, la prevalencia de poderosos hacia los marginados étnica y socialmente; el triunfalismo por parte de quienes todo lo tienen a su alcance y todo lo acaparan en provecho personal y de grupo.
La Oficina de Enlace y Gestión de diputados recientemente inaugurada en la bullente cabecera municipal de Cajeme, prosigue el ejemplo de la titular del Poder Ejecutivo estatal en sentido aludido.
El flamante despacho, se espera,  dará presteza y prestancia a la gestión legislativa en Sonora, por medio de la asistencia y la cercanía a las demandas ciudadanas. Pondrá oídos atentos, sin duda, a las urgencias que apremian y será el vínculo que restablezca el flujo entre la población y sus representantes.
Es decir promoverá la instauración del Estado democrático, del régimen ciudadano y su enlace con los poderes locales y federales, convirtiendo la  extensión de la sede legislativa, federal y estatal, en red dinámica por la cual circulen propuestas y reclamos, iniciativas y resoluciones con destino social .
La diputada sonorense huésped en San Lázaro, Sylvana Beltrones Sánchez, se compromete a ser el hilo de Ariadna en el todavía amenazador Laberinto a fin de  conducir a una experiencia exitosa con el propósito laudable de atender y resolver, superándolos, respaldada por colegas de la localidad, los mil y uno asuntos postergados.
La oficina en cuestión no tiene por qué ser, siguiendo la denuncia de los iconoclastas de siempre, un escaparate propicio para los derroches demagógicos y publicitarios. No hay razón a fin de que sea balcón exhibitorio con el objeto de que se conozcan y reconozcan a quienes, por deber público, deben ser enlaces y gestores para el planteamiento y resolución de los problemas que aquejan a la población.
A título de ejemplo, ahí veremos al diputado local Rafael Buelna, ex alcalde de Tesopaco, diligente en el cumplimiento de sus funciones, proseguir la afanosa actividad de su actual incumbencia al servicio de sus representados en asuntos apremiantes como el de la carretera interestatal Sonora-Chihuahua.

Buelna Clark es reconocido por su labor política-administrativa en aquella jurisdicción en la cual prepondera la inseguridad y el acoso a causa de la criminalidad organizada que sigue haciendo de las suyas en las estribaciones y el corazón mismo de la prolífica y señorial región montañosa que colinda con el Estado Grande.