Cuna de revolucionarios,
Sonora lo ha sido igualmente de instituciones. El general Plutarco Elías
Calles, mexicano ilustre, Presidente emérito, definió al país en términos que
no dejan lugar a duda: tras la lucha armada de 1910, seríamos una nación de
leyes; no de temperamentos. Con base en el artículo 13 constitucional, en todo
México brillaría el principio de la igualdad de las personas frente a los
dictados del Estado de Derecho.
Quedaba en pie, no
obstante, el fuero como blindaje y recurso de autoridad, interpretado por lo
mismo como garantía de exención y privilegio. Bajo su égida se pretendió
otorgar validez a leyes privativas y a la creación de tribunales especiales, puertas de acceso a la corrupción, al
voluntarismo y al chantaje político investido de autoridad.
A más de cien años,
Sonora vuelve a ser noticia. Pero es noticia en el sentido de un retorno al
autoritarismo desde el poder. Su gobernador, Guillermo Padrés Elías, símbolo de contubernio y de complicidad en los
negocios públicos emprendidos con la finalidad implícita y explícita de obtener
beneficios personales imbricados con grupos ocultos bajo los velos de la
complicidad. Fallida la culminación por resoluciones judiciales en vigor, el
proyecto del acueducto Independencia queda como testimonio de la probable malversación de los recursos
públicos y privados, cuya procedencia será punto de partida y piedra de toque a
fin de probar y comprobar la injerencia de los susodichos intereses, hasta
ahora impunes.
La “vox populi” se
convierte en protesta pública y adquiere el carácter de señalamiento y
acusación. Ayer el motivo fue el impuesto a la tenencia vehicular; hoy de nueva
cuenta lo del acueducto Independencia. Mañana, sin duda, se ventilarán los
indicios de malversación y complicidad en la administración de recursos
financieros.
El diputado federal
Faustino Félix Chávez hace ver que Padrés Elías podría colocarse a las resultas
de la ley, con arreglo a las causales jurídicas derivadas de la eliminación del
fuero en el caso de gobernadores, alcaldes y legisladores. Bajo el principio de
la igualdad, los derechos legales son entendidos como ineludibles
responsabilidades legales y no como simples relaciones de poder.
Volverá Sonora a ser
noticia nacional (lo está siendo), en la medida que las leyes estén por encima
del voluntarismo político en boga; en la medida que se restituya el principio
de la legalidad y la constitucionalidad a título de convivencia en paz social y
armonía; en la medida que las resoluciones judiciales sean puntualmente
acatadas por el Ejecutivo estatal.
Es decir, vuelve a ser
noticia como punto y piedra de toque en la nueva etapa de reingreso a la
democracia política y al federalismo entendido como pacto legal establecido en
el formato de la Carta Magna, ponderado a título de factor de cohesión entre
todos los miembros de la comunidad nacional, sin excepción alguna.
Vuelve a ser memoria vigente
la figura del estadista sonorense, el general Elías Calles, a condición de que
el Estado de Sonora, su cuna natal desde donde emergió como el estadista de la
revolución y el artífice principal de un Estado con partidos políticos, le
refrende validez y prestancia. En el México de hoy, en el que resplandece con
letras áureas la máxima en el sentido de que somos una nación de leyes (no de
temperamentos), no hay lugar para legisladores, alcaldes y gobernadores
investidos de autoritarismos deleznables, para quienes el ideal de justicia
consiste en que cada quien haga lo que a su juicio les es propio, al margen de
la Constitución y sus disposiciones reglamentarias.
En suma, Sonora vuelve a
ser noticia en la medida que en la figura de Guillermo Padrés Elías están
siendo llevados, políticos encumbrados, a la silla de los acusados. Lo demás
vendrá por añadidura.