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Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







jueves, 13 de diciembre de 2012

LA REFORMA EDUCATIVA: A UN BUEN COMIENZO, UN MEJOR FINAL


Sobre la Secretaría de Educación Pública descansa el peso de una ingente ya la vez noble responsabilidad.Por lo demás, con palabras de su titular, el ex secretario de Gobernación, Emilio Chauyffet, la SEP da la impresión de ser un fragmentado y atemorizador archipiélago. Chuayffet Chemor,empero, surge como promisorio educador,  confiable y digno continuador de Vasconcelos y Caso; sucesor emérito del ilustre escritor y pedagogo, don Jaime Torres Bodet.
Durante su primera intervención en el cargo, Chuayffet Chemor ha dado la impresión de ser el Ulises criollo que México necesita,a fin de impulsar el proyecto de reforma integral, y lograr que la enseñanza elemental, media y media superior, sean  columnas vigorosas dela educación nacional.
De grandes dimensiones es la reforma del Presidente en ese enclave como para dejarla a la buena de Dios; es decir, en manos de manipuladores convertidos en guías y rectores de la educación en el país. Mucho es lo que está en juego como para abandonar las grandes directrices y los pormenores de la reforma en manos de líderes partidistas,seguidores y apoyadores de políticos encumbrados; sindicalistas y comerciantes de plazas laborales como para dejar que,ellos,presuman injerencia en la elaboración e implementación de planes y programas de estudios.
Al igual que el rector de la UNAM, Guillermo Soberón hace tres décadas, prodigiosa linterna que iluminó caminos a fin de que la reforma de la autonomía universitaria llegara a buen fin, así nos parece ahora Emilio Chuayffet. El titular de la SEP tiene ante sí la honrosa y ardua encomienda de conjuntar esfuerzos, energías y talentos como los que allegó, con aquel efecto, el  citado líder universitario sucesor de don Alfonso Caso, para  dar a luz la Ley Orgánica de la Universidad en 1945.
Merecen ser invocados los distinguidos universitarios DiegoValadés, Ignacio Carrillo Prieto,  colaboradores del rector; asimismo, los prestigiados académicos: José Kumate, Jaime Martusccelli, José Narro, rector de la UNAM, entre otros.
No dejó Soberón Acevedo al azar el destino de la reforma. Hizo valer lo sustancial de las funciones institucionales, la difusión y la extensión universitarias en su carácter de faros irradiadores para convencer de la bondad y los méritos de la reforma. No escatimó energía para poner a consideración de la opinión pública aquellos lastres y ataduras  que padecía la comunidad y frenaban los quehaceres educativos de la UNAM. Para decirlo con pocas palabras, denunció abierta y valerosamente el viciado sindicalismo que anteponía sus intereses a los fines académicos: la enseñanza y la investigación, así como la comunicación cultural intra y extramuros.
Ahora, en el equipo del secretario de la SEP hay funcionarios con acreditada trayectoria ejecutiva, la cual hace esperar óptimos resultados. Por caso, Fernando Serrano Migallón y César Bécker Cuéllar en labores clave (educación media superior y en el frente jurídico), donde confluirán situaciones frente a las que, a la experiencia y la preparación profesional, deberán sumarse vocación persuasiva y capacidad de diálogo e interlocución, así como destreza y eficacia en el planteamiento y la resolución de los problemas inmediatos.
Educar es enseñar a crear. Sin embargo, será larga y escabrosa la jornada que espera al secretario Chuayffet y a todos los funcionarios y colaboradores próximos del nuevo líder de la educación nacional. Por fortuna, hay consenso favorable en torno a la reforma dentro de las filas del claustro magisterial; asimismo hay mesurado optimismo entre padres de familia y alumnos; entre asistentes, funcionarios y colaboradores del equipo impulsor de la modernidad educativa en el México del siglo XXI. ¡A un buen comienzo, un mejor final!