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Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







lunes, 14 de mayo de 2012

HONOR A QUIEN HONOR MERECE

(En el Día del Maestro) En el verano de 2010, Dulce María Granja, doctora en Filosofía, directora desde hace décadas del Centro de Documentación Kantiana (UAM), se dio tiempo para traducir en la colección Pequeños Grandes Ensayos de la UNAM, el opúsculo “¿Qué es la ilustración?” de Emmanuel Kant. Antes había traducido y prologado de Kant: “Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime (2004), “Crítica de la razón práctica” (2005). En 2008 contribuyó, con el académico Óscar Palomares, en la elaboración de la Tabla de correspondencias de traducción de términos, que complementa la edición de “Los Progresos de la Metafísica”, vertida al español por Mario Caimi. Cabe mencionar el dato bibliográfico de que similar tarea, minuciosa y erudita, llevó a cabo con motivo de la edición cumbre de la “Crítica de la razón pura”, traducción del propio doctor Caimi. Las ediciones figuran en el catálogo del Fondo de Cultura Económica (FCE). Estas obras, es importante mencionarlo, están al alcance en español como un capítulo sobresaliente en el panorama editorial y académico, son parte de la colección Biblioteca Immanuel Kant, iniciativa de la Universidad Metropolitana, la Universidad Nacional Autónoma de México y el FCE. Con la expresión “se dio tiempo”, utilizada líneas arriba, expresamos la admiración y el tributo que se debe, en lo académico y en lo filosófico, a la Dra. Granja, catedrática muy reconocida, traductora infatigable y expositora especializada en el pensamiento de Kant. Esto hace que su actividad sume centenares y centenares de sabias páginas en editoriales de México y de España. No ha sido socorrido o privilegiado Kant en cuanto a traducción en nuestro idioma. (No se olvida a Perojo, García Morente y Ribas) Asimismo, por lo que se refiere a la interpretación crítica y a la correlativa difusión con finalidad objetiva y científica. En este sentido, la dedicación profesional, esmerada y ejemplar de la doctora Granja es, por esto y tantas razones más, encomiable y muy digna de unánime atención. Sus “Lecciones de Kant para hoy” (Anthropos, UAM, 2010 ), son magnífico testimonio. En “Qué es la Ilustración”, o bien como ella traduce “¿Qué es ser ilustrado”, siguiendo el sentido que Kant da en su “pequeño gran ensayo”, está la clave de su inspirada dedicación, el “eros” filosófico que inunda su diaria ocupación, la cual va de la cátedra sosegada pero llena de saber, un saber fuera de lo común, al trabajo exhaustivo en la soledad del gabinete. Y entretanto, el ir y venir para dejar en limpio la tarea de traslación, con la finalidad de ser fiel a la letra y consecuente con los contenidos de pensamiento; con las tesis filosóficas, novedosas, del maestro de la Ilustración. Bien sabe la maestra Granja que el problema que conlleva la obra de Kant, por una parte, está en la resolución intelectual, la disposición volitiva a leerla, sin prejuicio alguno, con verdadero desinterés ideológico y con desprendido ahínco. Él mismo dijo que el asunto era no tanto el no ser leído, sino el no ser comprendido. Y esto vale en nuestros días tanto como en aquel tiempo, en su tiempo del Siglo de las Luces. De la relectura de las páginas traducidas por la maestra Granja Castro y, sin duda, de las cátedras sabias impartidas a sus privilegiados alumnos, se reafirma la tesis de que educar es enseñar a crear, que el objeto de la enseñanza, como del objeto de conocimiento, se desprende que no hay copia o contemplación pasiva en el proceso de la enseñanza. Su valioso, valeroso y denodado impulso a la tarea aludida, nos hace pensar y decir que en el Día del Maestro su ejemplo es y será un paradigma, digno y perdurable.