Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







sábado, 3 de febrero de 2018

CLAUSURA DE FESTEJOS: 150 AÑOS DE LA ENP

Resultado de imagen para escuela nacional preparatoria


Cumplió 150 años de vida académica la Escuela Nacional Preparatoria. Por ello, la UNAM se ha vestido de gala  por tan preciado aniversario.
Su rector, el doctor Enrique Graue asistió a la ceremonia del cierre de festejos, en donde pronunció un discurso de hondas repercusiones institucionales, sin soslayar la fecha clave de 1968, parteaguas para no pocos universitarios que expusieron sus propias vidas ante lo que es invocado  como un capítulo renovador de la historia de México.
Asimismo, en labios del rector se escucharon conceptos relativos al profundo interés de la seguridad personal de los universitarios, con motivo del caso del preparatoriano Marco Antonio Sánchez (Plantel 8)
Por su parte, emotivas fueron las palabras de la directora general de la Preparatoria, maestra Silvia E. Jurado Cuéllar. Su evocación entrelazada con el desempeño dentro de las aulas del plantel juarense y barrediano quedaron en los oídos de los asistentes como una forma de reconocimiento, muy sentido, de su estancia en la Escuela Nacional Preparatoria de la cual es hoy Directora General.
La expresión del jefe nato de la UNAM, Enrique Graue, y  las palabras externadas por la maestra Jurado Cuéllar, dejan constancia de la vida permanente de la institución, a partir de 1868 y hasta nuestros días.
El Presidente Benito Juárez, máximo representante de la transformación jurídica y educativa del país, apoyado en las ideas renovadoras de don Gabino Barreda, su primer Director, promulgó el decreto que daría origen al plantel, así como el doctor Barreda quien llevaría a la práctica; es decir, a la enseñanza propedéutica, los valores de la autonomía, el significado de la formación laica y su naturaleza cosmopolita e igualitaria.
A finales del año anterior se cumplió el Sesquicentenario del Decreto juarista; este 3 de febrero se ha cumplido el de inicio de clases con un formato pedagógico: el propuesto por Gabino Barreda en el antiguo Colegio de San Ildefonso.
A partir de entonces se convirtió en un ejercicio cotidiano el  recurso de acudir a la experiencia científico-natural en lugar de ir al dogma, al prejuicio y a la fe. Daba comienzo, por fin, a la enseña abierta, al pluralismo ideológico y, en consecuencia, quedaba sepultado, de una vez por todas, la educación monástica cuyos efectos aún trataron de sobrevivir.
Cuatro décadas más tarde, en 1910, se refundaría la Universidad con el objetivo de sustituir a la ancestral Pontificia Universidad. Y así, la historia de la enseñanza superior vería, en retrospectiva, la superación de la metafísica medieval por obra y gracia de la introducción del método experimental y comprobable.  

Jubiloso, académico, formativo e informativo, han sido estas evocaciones. Las raíces de la enseñanza integral, laica, libre e igualitaria han sido mostradas con displicencia y objetividad, a través de los recursos autónomos (libertad de expresión) en la Universidad y su señera antecesora, con voz de la Escuela Nacional Preparatoria, la de Juárez y de Barreda. La del México liberal, laico e igualitario.