Bienvenido lector:

Federico Osorio Altúzar ha sido profesor de Filosofía en la UNAM y en la ENP (1964-1996) y Editor de la Gaceta de la ENP desde 2004.
Durante 15 años fue editorialista y articulista en el periódico NOVEDADES.
Es maestro en Filosofía. Tiene cursos de Inglés, Francés, Griego y Alemán.
Ha publicado en Novedades, el Heraldo de Chihuahua, El Sol de Cuervanaca, el Sol de Cuautla, Tribuna de Tlalpan, Tribuna del Yaqui, Despertar de Oaxaca y actualmente colabora en la versión en Línea de la Organización Editorial Mexicana (OEM).







lunes, 13 de febrero de 2012

LECCIONES DE KANT PARA HOY





                                           Por Federico Osorio Altúzar

El 12 de febrero se cumplió un aniversario más de Manuel Kant, el filósofo de la Ilustración. Nació el 22 de abril de 1724 y murió en la fecha mencionada, en l804. A 208 años de su deceso, continúa investido de la inmortalidad que sólo corresponde a quienes, como él, han contribuido en hacer más luminoso, comprensible y digno de ser vivido este planeta.
El título de este comentario “Lecciones de Kant para hoy” lo tomo del libro de la Dra. Dulce María Granja, publicado en 2010 por la Universidad Metropolitana en coedición con Editorial Anthropos, de Barcelona.
Elocuente desde el punto de vista de la semántica filosófica expresa, con notable lucidez, los límites y el alcance del proyecto kantiano, su  vigencia y eficacia cultural y educativa.
Dulce María Granja, investigadora y maestra universitaria, asume con esmero, tenacidad y profesionalismo en la cátedra y en la página impresa la misión de difundir en español el legado del más universal de los pensadores modernos, con genuino “eros” pedagógico, a través de sus eruditas traducciones con las que incrementa el prestigio  del FCE: “Crítica de la razón práctica”, “Los progresos de la metafísica”, De la Crítica a la filosofía de la religión (en Anthropos)
Su libro  está concebido en términos de una introducción o síntesis del sistema filosófico kantiano a partir de los tres rubros enunciados por el fundador del idealismo crítico: ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? Y ¿Qué me es permitido esperar?
 Sin duda, los lectores decidirán por su cuenta sobre el contenido de las respuestas a que conduce tras la lectura o relectura  de Kant, de acuerdo con el ensayo, sugerente de suyo, de Michel Foucault,  quien asimismo propone, con ese propósito, su análisis desde la perspectiva de la antropología en sentido pragmático. 
La doctora Granja, por cierto, me ha producido en lo personal horas de grata reflexión al hacer propia, desde la particular meditación, la indagación de algunos temas de la filosofía en Kant. Al mismo tiempo, me hace recordar las enseñanzas sabias, generosas e imperecederas de mi maestro, don Guillermo Héctor Rodríguez, así como las inolvidables cátedras de Francisco Larroyo, Eli de Gortari, Bernabé Navarro y Robert S. Hartman, lo mismo que las esclarecedoras y amenas pláticas con Fausto Terrazas, Ariel Peralta, Ulises Schmill, Francisco Duarte Amaya, Luis Bojórquez Castro. Las charlas entre amigos y colegas: Enrique Moreno Armenta, Amadeo Peralta Adame, Octavio Hernández León, José Herrera Madrigal. Y tantos más.
“Lecciones de Kant para Hoy”, me trae a la mente el pizarrón con el listado de profesores y materias en la Facultad de Filosofía y Letras. Ahí, en el rubro Filosofía de  los Siglos XIX y XX, a cargo de G. H. Rodríguez, se podía leer el subtítulo “Conocer es crear o Conocer es reproducir”. Su relectura estimula vivencias: polémicas de nuestro maestro con Rechasén Siches, P. Romanell;  R. Hartman, Emilio Uranga, Miguel Bueno…
Objetivamente, Manuel Kant ha vuelto, como los sofistas Protágoras, Gorgias y el círculo de aquella primera Ilustración en Occidente, con Sócrates en el siglo V de Pericles. Así ha vuelto Kant a plena luz, a la vida palpitante y a la polémica, a la erística y a la enseñanza de la filosofía en universidades y extramuros. Está entre nosotros como los atomistas, con Einstein. Así Kant con Natorp y Cassirer; Hans Kelsen, Weber  y  algunos más.
La generación de los sofistas junto con Sócrates, por cierto, tienen en lengua española a varios apologistas de la valía de Solana Dueso,  Samaranch Kirner; en francés a Jaqueline Romilly y M. Onfray. Pero Grote brilla en soledad inmerecida.
De Kant cabría citar, en este aniversario, lo que De Quincey escribió en “Los últimos días de Kant”: “Paz a sus restos. Honor eterno a su memoria”.